Lady Julia y Nicholas Brisbane habían vuelto de su viaje por el extranjero y habían establecido su residencia en Londres. Sin embargo, unir sus dos colecciones de mascotas, sirvientes y artilugios dejaba muy poco tiempo a los recién casados, por no decir al trabajo como investigador privado de Brisbane.

Entre sus clientes estaba el propio hermano de Julia. Lord Bellmont le pidió a Brisbane que guardara silencio absoluto sobre su caso. No obstante, Julia no estaba dispuesta a que la mantuvieran en la ignorancia de nada que tuviera que ver con su amada y excéntrica familia, y pronto se implicó en la investigación.

El rastro la llevó hacia El Club de los Espíritus, un exclusivo club de espiritismo donde madame Séraphine celebraba sesiones todas las noches... sesiones a las que acudían caballeros poderosos. A partir de aquel lugar extraño e inquietante fueron revelándose una serie de actos que podían acabar con la reputación de algunos.

Los Brisbane pronto se dieron cuenta de que debían permanecer unidos si no querían fracasar. Por el bien de Bellmont, y por otras cosas más que estaban en juego, tuvieron que enfrentarse a peligros que habían nacido de secretos oscuros.

Quinto libro de la serie "Lady Julia Grey".

Esta pareja me tiene realmente cautivada, como pareja y como personajes independientes. Son tramas más bien de suspense, con poco romance, pues apenas hay momentos románticos y no hay escenas de cama. Tampoco son grandes tramas de suspense, aparentemente, pero son argumentos muy bien ambientados e hilvanados que se van volviendo más complejos. Y lo mejor es la pareja protagonista que, unida a las tramas y al sentido del humor de la autora, crea novelas que enganchan. El sentido del humor es también un elemento fundamental, evidente en las excentricidades de la familia March, como el tener a un ermitaño en el jardín o una vaca en casa.

De nuevo nos reencontramos con Julia y Nicholas Brisbane gracias a la ya habitual narración en primera persona de Julia. La novela empieza con una actitud muy propia de ellos, casi podría decir que son más ellos mismos que nunca. Me gusta cómo discuten, cómo se aman, cómo se reconcilian, y cómo se provocan. Me transmiten ternura, amor, intimidad, confianza y una compenetración total. Y mientras intentan organizar su vida en Londres se ven envueltos en un nuevo caso.

La trama de suspense también empieza como viene siendo habitual, con un caso que parece simple pero que se complica, y al final nada es lo que parece. Todo comienza después de resolver el último caso durante su luna de miel, pues se encuentran otro misterio nada más regresar a Londres, esta vez como favor para el serio hermano mayor de Julia, que se ha visto implicado en él.

Julia sigue siendo tan impulsiva como siempre, con esa curiosa mezcla de sentido común y ausencia de él que tanto la caracteriza. Julia se sigue esforzando para que Brisbane la deje participar en sus investigaciones, más teniendo en cuenta que su hermano está implicado en esta. Aunque está tan decidida a ayudar que se involucra tanto si su marido lo acepta como si no, pero Brisbane la conoce demasiado bien como para no notar sus intenciones. Y poco a poco Julia consigue su propósito. Es intuitiva e inteligente, aunque también temeraria. Siempre muestra sus sentimientos y pensamientos, es por eso que tenemos la sensación de conocerla tan bien. Pese a sus defectos, o quizás gracias a ellos, se hace querer. Me encanta Julia como protagonista.

Brisbane sigue siendo un misterio, es un hombre muy complicado del que Julia sigue descubriendo cosas. Pero a lo largo de los libros se va conociendo su forma de actuar, si de algo estoy segura es de que él siempre tiene una razón para actuar como lo hace; y de que está locamente enamorado de Julia. Es un investigador perspicaz y observador que solo se distrae cuando tiene que asegurarse de mantener a salvo a su esposa, que tiene tendencia a ponerse en peligro. O cuando sufre una de sus visiones, de esas que tanto dolor le causan. No es un hombre romántico por las experiencias que ha vivido, pero su amor por ella está fuera de duda por sus actos y sus escasas declaraciones. Como cuando le suelta: "Julia, eres boba. ¿Cuándo lo vas a entender? Mi vida eres tú." Así es él. Contundente. Inapelable. Y aún seguimos descubriendo secretos sobre él y su familia que me hacen respetarlo y admirarlo más.

Pocas veces me he encontrado con una pareja más compenetrada que Julia y Brisbane, hasta sus discusiones me cautivan. Y, después de las vueltas que ha dado su relación hasta llegar donde se encuentran ahora, su nivel de entendimiento es muy alto. Incluso han aprendido a captar sus intentos de manipulación, ahora les resulta muy difícil poder engañarse el uno al otro como antes. Las escenas románticas son pocas, y se transmiten sobre todo con los gestos que expresan intimidad y confianza, sin escenas de cama. En realidad, momentos apasionados sí hay, solo que no se narran. Como solo conocemos los pensamientos de Julia sabemos que ama a Brisbane hasta un punto que nunca imaginó. Pero no sabemos qué piensa él, que es reservado y silencioso, sus declaraciones son pocas y breves, pero contundentes. Es obvio que se aman desesperadamente, que son un equipo, que forman un todo, que están hechos el uno para el otro.

Los personajes secundarios son ya viejos conocidos, como algunos de los hermanos de Julia. Plum, ahora socio de Brisbane en sus investigaciones, adquiere bastante importancia, pues tras su apariencia despreocupada es de gran ayuda para los protagonistas. Portia, que después de todo lo sucedido en la historia anterior sigue siendo un apoyo para Julia. También aparecen el padre de Julia, su amiga Fleur, y los fieles Aquinas, Morag y Monk. Además de algunos nuevos personajes relevantes.

El final, como es habitual, tiene un gusto amargo, triste y esperanzador a un tiempo. No todo es dulce al final, pero el amor es el sentimiento que siempre prevalece.

Me ha gustado esta novela como me gusta la serie en conjunto. Sus protagonistas son maravillosos y se aprecia su evolución a lo largo de toda la serie, y los personajes secundarios van tejiendo su vida entorno a la historia principal. Las tramas de suspense son curiosas, a veces inquietantes y sorprendentes. Y no falta el sentido del humor. Pero Julia y Brisbane son los que consiguen sorprenderme siempre, la esencia de la serie.