2 Estrellas. No es mucho lo que esperaba de la novela, y la verdad es que tampoco me ha sorprendido, ni para bien, ni para mal. Más o menos iba advertida de que no me gustaría, pero debía probarlo para hacerme mi propia idea.

Leer “Un tipo odioso” no ha sido un suplicio, como temía, ni tampoco pienso que haya perdido el tiempo. Lo cierto es que pese a que no puedo calificarla como una buena novela, o con un mínimo de calidad, como lectura es bastante decente y engancha.

No puedo opinar si se parece o no a las dichosas “50 Sombras...” porque no lo he leído, ni he visto las películas ni me interesa; quizás esta serie haya triunfado por eso de que hace unos años se pusieron de moda los pseudogreys empresarios con muchachas ingenuas, y como todo lo relacionado con ello, me echaba para atrás. Por suerte, creo que no he encontrado eso.

En “Un tipo odioso” tenemos una novela de romance contemporáneo erótico, y sí, quizás un tercio de ésta novela sea todo sexo repetitivo y algo guarrete, pero no he encontrado BDSM y creo que lo agradezco porque es una temática que no me llama nada. El sexo, aunque reiterativo, se puede leer.

Ahora vamos con la historia en sí. El protagonista Bennett es un hombre serio y eficiente, que no tiene mierdas mentales, le gusta su trabajo y reprocharle todo a su secretaria. Chloe es una chica que está terminando de estudiar su master en empresariales y deseando comerse el mundo; pero mientras acaba su proyecto, sufre sus prácticas trabajando para Bennett Ryan.

¿Qué es lo que pasa entre ellos? Que hay mucha química, trabajan juntos y cercanos, y se sienten igual de atraídos físicamente tanto como se odian mentalmente. ¿Cuándo empieza la historia entre ellos? Aún no estoy muy segura porque siento que la historia ya estaba empezada cuando se inició y en seguida comienzan con ésas sesiones tan inverosímiles que por supuesto esperaba antes de empezarlo.

Lo que más me costó fueron las primeras cien páginas, por eso de que me resultaba tan inverosímil y pensaba que todo el libro sería así, sexo y más sexo reiterativo en la oficina, y un Bennett obsesionado con romper las bragas de Chloe; pero por suerte ha habido historia. Sí, no todo ha sido sexo, si no que más adelante comienza a haber algo de historia, algo de chicha y sí, algo de romance.

No sabría decir si el libro me ha gustado o no. No me ha dejado indiferente y hasta cierto punto lo he disfrutado, pero soy sincera, me ha parecido muy inverosímil; como imagino que son la mayoría de éstas novelas. El estilo de éstas escritoras es muy sencillo y simple, y tenemos a ambos protagonistas contando la historia, el punto a favor es que la prosa es muy fluida y no aburre, además de que el libro no es muy largo y entretiene bastante.

Así que hasta cierto punto le doy mi visto bueno, y puedo decir que no cierro puertas a continuar la serie.