Theresa Brennan, hija bastarda de un poderoso terrateniente de Devon, solo tiene un propósito en la vida: vengarse del hombre que la engendró y la abandonó a su suerte. Para cumplir su cometido viajará a la campiña inglesa con una falsa identidad, sin sospechar que allí encontrará a alguien que convertirá su universo en un auténtico caos: Gabriel Whitfield.

El administrador y brazo derecho de su padre es un enigmático y apuesto caballero por el que pronto experimentará una poderosa atracción. Entretanto, en Londres, Jack el Destripador ha comenzado a sembrar el terror, aunque no será el único. Otro criminal sigue sus pasos, y Theresa comprueba, con angustia, que sus víctimas le resultan conocidas.

Y aquí está mi antigua obsesión de adolescencia: Jack el Destripador. O más bien el conocer su misteriosa identidad, algo que todavía intriga al mundo. Por eso, sólo con tener esos crímenes como trasfondo ya merecía la pena leer esta historia.

Lo primero que me ha llamado la atención es la ambientación de un momento histórico tan concreto. Y la ubicación de la trama es un punto a su favor, porque el barrio de Whitechapel tiene un aura gótica y siniestra que es conocida en todo el mundo. Pero eso se equilibra con las escenas en el campo, más alegres.

La ambientación está conseguida, y se agradece un cambio de aires que nos muestre el lado más oscuro de Londres. Una visión sin aristócratas ni celebraciones de temporada, pero sí con personajes y ambientes más normales y realistas. De vez en cuando apetece olvidarse de duques estirados, condes libertinos y damiselas debutantes.

El ritmo de la novela no es trepidante para tratarse de una novela con suspense, es más bien pausado y se toma su tiempo en la narración y en la descripción, sobre todo, del personaje femenino. Lo que no me ha convencido es el equilibrio entre el romance y el suspense, porque no es fácil tratar los dos temas por igual y el libro se me ha hecho un poco corto como para cubrir todas las tramas. Es cuestión de gusto personal, pero me hubiera gustado que se dedicara más al suspense que al romance, la historia es compleja y al querer cubrir todos los frentes me da la sensación de que se queda un poco en la superficie con las tramas principales.

La historia de suspense es interesante porque mezcla crímenes reales que son casi una leyenda con otra trama ficticia, y se crea una red que se va estrechando. Como he dicho antes, me hubiera gustado que la historia girara más en torno a esta parte, pero es una trama que engancha y atrapa desde el principio de la novela.

Con la historia de amor me pasa algo parecido, los dos protagonistas tienen circunstancias complicadas que impiden que el romance surja de repente, como el hecho de que Gabriel esté enamorado de otra mujer y de que Tess esté preparando una venganza. Pero la aparición de un nuevo sentimiento entre ellos me parece creíble, no es algo brusco, es una atracción que aparece y se entromete en sus planes, y que va evolucionando. Pero me ha faltado un punto de pasión entre ellos.

Por otro lado, la relación es demasiado complicada para que ocurran tantas cosas entre los crímenes, el romance y las pequeñas historias secundarias. Y la parte de la venganza se resuelve de forma muy fácil.

Y algo que también me ha gustado son los personajes, lo mejor es que no son seres perfectos, tienen sus defectos y sus debilidades y eso les hace más humanos y cercanos.

Y es por eso que Tess me ha caído bien, busca la venganza pero no es una persona fría y su sentimiento de venganza a veces la supera, se siente  impaciente pero también tiene remordimientos y dudas. Es el personaje mejor construido, se percibe su lucha interior mientras pone en práctica su plan. Un plan que me parece un poco fantasioso, pero su forma de ponerlo en marcha la muestra como una persona decidida e ingeniosa.

Gabriel es un personaje menos complejo pero tiene un aura de misterio que le hace interesante. Me ha gustado su evolución, empieza estando enamorado de otra mujer y le cuesta adaptarse a su sentimientos por Tess.

Es cierto que me gusta que en las novelas de suspense romántico se le dé más importancia al suspense, pero no me hubiera importado alguna escena más sobre esta pareja, para que evolucionaran juntos como tal, no sólo como personajes.

Los personajes secundarios están menos perfilados pero terminan de formar toda la trama. Hay algunos personajes simpáticos, que caen bien, pero hay otros que tienen apariencia de sospechosos con una sola escena. Las historias de personajes secundarios me han interesado menos porque les quita presencia a los protagonistas pero ayudan a crear ambiente.

Es una novela con un argumento interesante, no es la primera vez que me encuentro a Jack el Destripador en una novela romántica, pero sí tan directamente. Lo que más me ha gustado es la ambientación, y también el carácter de los protagonistas, pero la historia me ha enganchado desde el principio.