Mientras Tyler Randolph está buscando oro en Nuevo México para conseguir dinero y construir el hotel de sus sueños, se encuentra a una mujer herida y dejada a su suerte en medio de una tormenta de nieve. No puede llevársela a Albuquerque porque no sabe quién está intentando asesinarla, así que se la lleva a su cabaña.

Cuando los asesinos vuelven a por ella, él convertirá la protección en su trabajo. Aunque Tyler siempre ha sido un solitario, además de tener un gran complejo debido a su grande y desgarbado cuerpo, y también porque no es atractivo como sus hermanos.

¿Podrá Daisy borrar todas las sombras de la vida de Tyler?

Quinto libro de la serie "Siete novias".

Con la historia de Tyler llegamos a la que es para mí la novela más flojita de la serie. Sobre todo por la falta de acción. Hay demasiadas mediaciones internas sobre las dudas y sentimientos de los protagonistas como para que pueda ser una historia dinámica. A eso se le suma el hecho de que hay pocos personajes secundarios, y que gran parte de la novela se desarrolla en la cabaña aislada en la que se alojan Daisy y Tyler. Todo ello le da a la narración un ritmo lento y a veces algo pesado. La compañía inicial de Zac, con su sequedad y su malhumor, equilibra un poco la historia para darle un toque más cómico y hacer esa parte más llevadera.

Daisy también ha contribuido a mi opinión sobre el libro porque tampoco es una de las novias que más me han gustado. Es una chica indecisa con cambios algo bruscos de opinión, también es insensata y no medita sus decisiones, no sabe muy bien lo que quiere. Con ese comportamiento me ha costado seguir sus pensamientos, al principio su único deseo es casarse y conseguir el estilo de vida que su madre quería para ella. Pero cuando se enamora de Tyler sabe que no podrá casarse con ningún otro hombre, él le muestra que puede tomar sus propias decisiones y que no debe someterse a un marido porque no todos los matrimonios son esclavizantes. Tyler le enseña a creer en si misma. Así descubre que lo que siempre había buscado no es lo que en realidad desea, que le gusta la libertad de poder elegir y que es más fuerte de lo que ella misma pensaba. Pero le asusta lo que siente por Tyler, le asusta que su amor la haga ceder siempre ante él.

Tyler es uno de los Randolph solitarios, pero no por resentimiento con la sociedad como Jeff o para aislarse del mundo como Hen. Simplemente no le gusta relacionarse, incluso le cuesta hacerlo con su propia familia, y le gusta la soledad. Al igual que a sus hermanos, a él también le afectó el trato cruel de su padre y ha levantado una muralla para protegerse del dolor, prefiere no arriesgarse a amar y ahora ya no sabe cómo volver a sentir. Lleva un tiempo viviendo sólo en las montañas cuando encuentra a Daisy, y su instinto protector se despierta, porque los Randolph son hombres protectores con las mujeres. Tyler es el hermano más dulce, el que inspira más ternura, intenta siempre que Daisy se sienta bien pero su poca experiencia en las relaciones sociales le hace mostrarse inseguro, y eso le hace más adorable. Tiene cierto complejo porque físicamente es diferente al resto de sus hermanos y menos atractivo que ellos, no se siente parte de los Randolph totalmente y por eso quiere hacer algo para ganarse un lugar en la familia, pese a que todos le consideran uno más.

Daisy y Tyler se complementan físicamente, porque los dos son tan altos que les cuesta encontrar a alguien del sexo opuesto que no les haga sentirse torpes. Su altura es algo que les ha hecho sentirse un poco acomplejados a ambos pero juntos se sienten cómodos, Daisy no se siente torpe y poco femenina ni Tyler un gigante desgarbado. Su gran problema es evitar la tentación mientras deben permanecer aislados por la nieve y por los asesinos que buscan a Daisy. Se sienten atraídos pero les lleva un tiempo asimilar sus sentimientos, aunque todo el mundo parece percibirlos menos ellos mismos. A Tyler le gusta tener siempre el control, como buen Randolph, y Daisy acaba de descubrir que le gusta tomar sus propias decisiones, por eso no les será fácil acostumbrarse a sus sentimientos.

Como decía antes, hay pocos secundarios. Al principio tenemos a Zac alterando a Tyler e incordiando a Daisy hasta que decide seguir su propio camino. Pero no es hasta pasada la mitad del libro que los protagonistas salen de su aislamiento para encontrarse con Laurel y Hen, y con la familia de la mejor amiga de Daisy, familia que por cierto es bastante desquiciante. Me han gustado la presencia de Zac y la aparición de Laurel y Hen, pero he echado de menos al resto de protagonistas anteriores.

Después de la tranquilidad con que se desarrolla toda la novela, el final me ha parecido algo precipitado, toda la resolución sobre la persecución de Daisy sucede muy rápido.

Aunque sea el libro más flojito de la serie me ha gustado conocer la historia de Tyler, que siempre parecía muy callado y un poco hosco, pero en realidad es un hombre vulnerable y tierno que necesitaba amor. Hay momentos en los que la acción es lenta pero me han divertido las alusiones al resto de hermanos y sus esposas.