Trinidad de sangre – Sherrilyn Kenyon/Diana Love

Sinopsis

Atlanta se ha convertido en el campo de batalla entre humanos y demonios. Toda su vida, Evalle ha transitado por la línea que separa ambos mundos. Debido a sus orígenes desconocidos, se ha mantenido en una búsqueda constante para aprender más acerca de su pasado y sobre su futuro. Sin embargo, cuando un demonio reclama a un humano y no hay nadie más a quien culpar, Evalle se convierte en la principal sospechosa. Ya no es una cuestión sobre aprender algo de sí misma, es una cuestión de supervivencia. Desde los subterráneos de una Atlanta alternativa, donde nada es lo que parece, hasta los campos de batalla donde sus ilustres aliados se han convertido en la fuerza que está ahora dándole caza, Evelle debe probar su inocencia o pagar el precio final



No tengo ni idea de por qué sigo intentándolo con las sagas que Sherrilyn Kenyon escribe con Diana Love. Probablemente porque tengo una vena masoquista que se lleva de maravilla con el crítico feroz que se esconde en mi interior; o quizá porque estoy aburrida y necesitada de una nueva saga que me guste lo suficiente como para querer seguirla y ya pruebo casi cualquier cosa.

Y quede claro que cuando escogí este libro en particular ya iba con bastantes reticencias, pero tenía la esperanza de equivocarme.

No fue así.

Creo que mi problema, en parte, es que a la Kenyon le tengo aprecio porque con ella empecé a leer novela romántica y, aunque me ha llegado a decepcionar muchísimo, pues me resisto a plantarla por completo. Lo que ocurre es que siempre que escribe con Diana Love, la fastidia y, para mí, esta novela no es una excepción. No sé quién habrá convencido a estas dos autoras de que sus estilos son compatibles, pero fuera quien fuese, estaba muy equivocado. Las obras que la Kenyon publica con la Love son muchísimo más burdas y tienen un estilo mucho más vulgar que las que ha escrito por su cuenta, probablemente porque se impone la voz mucho menos trabajada de Love y anula la de la otra autora. Entiendo que para Diana Love puede ser una ventaja montar una novela con Sherrilyn Kenyon, pero no acabo de entender qué lleva a ésta a bajar de nivel escribiendo a cuatro manos. Quizá está de parón creativo y busca ideas, no sé, pero creo que haría mucho mejor quedándose quietecita.

Y conste que la idea general de la novela no es mala, de no ser porque, para mí, cometen un error de principiante: introducirte en un mundo nuevo de cabeza, y dando por hecho que lo entiendes tan bien como ellas. A ver, he comentado en muchísimas ocasiones que soy lectora de fantasía y que estoy muy acostumbrada a universos inventados con decenas de criaturas nuevas y cientos de reglas que aprender, y no me molesta, al contrario. Disfruto cuando los universos son complicados y bien estructurados y me fascina descubrirlos. Pero lo que diferencia a un buen creador de mundos de uno malo radica en la mano que tiene para presentar y dosificar la información, y en este caso es que hay dos manos y zurdas ambas. Todavía no sabemos lo que está pasando y ya nos encontramos de golpe con una cantidad de información y de personajes difícil de digerir. Se nos presentan decenas de criaturas, decenas de posibles protagonistas y decenas de problemas en una ensalada extraña que tienes que detenerte a analizar antes de pasar de un capítulo a otro. Muchos frentes abiertos y muy poca información real para el lector, que tiene que dar por hecho que las normas de ese mundo están ahí y se explicarán más tarde o más temprano.

Y bueno, quizá podría haber dado ese salto de fe y decirme a mí misma que ya iría comprendiendo el mundo más adelante, que no será la primera vez que lo he hecho, pero es que, además, la trama principal de la novela es demasiado tópica y aburrida: objeto mágico todopoderoso que busca un dueño ante el que mostrarse y al que utilizar, y dos bandos enfrentados que lo quieren para sí. Si eso no es un cliché del género fantástico del tamaño de un camión grande, no sé lo que es, de verdad. Y, una vez más, incluso podría haber soportado el tópico si el desarrollo fuera interesante, pero es que la historia está contada con trampa, y ya he dicho muchísimas veces que odio que me hagan trampa. Si se lee sin atención, parece que hay una investigación concienzuda, un camino que lleva hasta la resolución final, algo que va ligando las escenas… Pero es que no lo hay. Todo sucede por casualidad, no gracias al grupo de investigadores más triste de toda la historia de la novela fantástica, y sólo la acumulación de subtramas, personajes y criaturas hacen pensar al lector que se encuentra dentro de algo mucho más complicado de lo que es en realidad: una trama que se resume en dos líneas y se resuelve, de una forma más que decepcionante, en cinco páginas.

Bueno, diréis, pero ¿el romance lo salva? Y yo contestaré: ¿qué romance? Por un lado tenemos a Evalle —misteriosa mutante con un pasado misterioso y traumático, y leal a los veladores no sabemos por qué, porque anda que no la tratan de pena...— y por el otro dos hombres que caen rendidos a sus pies —tampoco sabemos por qué—: Isak y Storm. Durante toda la novela Evalle va de Isak a Storm y de Storm a Isak sin que tengamos ninguna pista de cuál de los dos le gusta más, ni por qué. Y mira, por mí como si se queda con ambos, pero tanta hormona desatada que se intenta justificar de tarde en tarde por unos misteriosos poderes empáticos que Evalle está desarrollando —no, no me preguntéis, no sé—, pues termina siendo cansina. Y digo hormonas desatadas por sus pensamientos y por los besos que comparte con ambos, que más no hay.

Así que, si vais buscando romance, olvidaos. Esto no es romántica paranormal, es Urban fantasy pura y dura, con la típica heroína fuerte e independiente —más o menos— que no necesita a nadie y demás zarandajas. Supongo que a la larga acabará escogiendo, pero lo que ya no sé es si yo estaré ahí para verlo.

Y conste que, pese a todo lo que he dicho, es probable que me lea el segundo de la serie, porque puede ser que ahora que entiendo, aunque sea de forma vaga, un poco el universo que recrean, me resulte más entretenido. Pero creo que dependerá más de mi humor cuando lo publiquen, que de que realmente tenga interés en seguir la historia.

  No me motiva nada leer esta serie. Muy buena tu crítica, Danna

Yo tengo el segundo en espera, lo empecé ya un par de veces y no consigo terminarlo. A ver, me gusta, pero no me engancha y ahí se queda. Lo peor es que cuando lo retomo no me acuerdo de gran cosa y tengo que releer... y así hasta el infinito... a ver si un buen día me pongo... o no.   

Es que me gusta ser de ayuda!!!    

DeDanna escribió:

Pues lo eres, ¿eh? Me estás quitando las pocas ganas que tenía

   Claro, y con ese tiempo que no pierdes en este libro te dedicas a leer otra cosa!!!    Y yo terminaré leyéndolo completo , que me conozco, no puedo dejar de lado a la Kenyon...   

Te doy mi palabra!!!    (aunque no sé si deberías fiarte de mi, por eso de que soy discípula del mal...  )

DeDanna escribió:

Pues como discípula del Mal, deberías saber que no es buena idea enfadarla   

Spoiler:

No creo que EL MAL se enfade porque una humilde servidora siga sus pasos... es más, espero que se sienta orgullosa...     

Spoiler: