Felicia Swift no imaginaba que volvería a oír una voz de su pasado, grave y sensual, en el pueblecito de Fool´s Gold, California. La última vez que Gideon Boylan le había susurrado al oído había sido al otro lado del mundo, después de la noche más apasionada de su vida. Su prodigiosa inteligencia había limitado las posibilidades de Felicia de hacer amigos y encontrar el amor. Había llegado a Fool's Gold buscando una vida normal, pero Gideon, tan guapo y misterioso, era cualquier cosa menos normal.

Su pasado en los servicios de operaciones especiales del Ejército había enseñado a Gideon que el amor podía ser mortal. Fingía estar integrado, pero mantenía a todo el mundo a distancia. Felicia ambicionaba cosas que él no podía ofrecerle: un hogar, una familia, amor, pero tenía mucho que aprender de los hombres... Y quería que fuera Gideon quien se lo enseñara.

Cuando aquellas dos personas inadaptadas descubrieron que la pasión no era lo único que tenían en común, comprendieron también que jamás había que separar a dos almas gemelas.

Undécimo libro de la serie «Fool's Gold».

Fool's Gold siempre ha tenido la particularidad de que allí los hombres escasean y, por supuesto, los pocos dispoibles se han ido comprometiendo. Por suerte, van llegando hombres nuevos, y más suerte aún, hombres atractivos e interesantes.

Esta historia ya se intuía en el último libro, la historia de un reencuentro en un pueblo que ninguno de los dos conocía hasta hace poco. Un reencuentro que es en parte destino y en parte casualidad.

Ha logrado sorprenderme porque los protagonistas han empezado enviándome unas señales y después ha habido un giro en otra dirección. El principio me ha gustado porque las historias de esta serie suelen desarrollarse poco a poco, pero aquí van directos al grano y es después cuando el amor empeiza a florecer. Esto, claro, está justificado por la historia que tienen en común, pero es lo que me ha enganchado.

Felicia tiene ciertos rasgos propios de Sheldon Cooper: no sabe bromear pese a que lo intenta, se toma los refranes al pie de la letra, es estrictamente organizada y no sabe comportarse en sociedad como los demás. Esto no es más que el resultado de una inteligencia muy aguda y una educación muy peculiar, algo que le ha hecho crecer en soledad, no conoce cosas tales como la amistad, el amor o la confianza pero no carece de sentimientos. De hecho, es una persona bstante emoional.

Me ha encantado este personaje, en el libro anterior parecía una sabelotodo perfecta pero no tiene ni un ápice de engreimiento, tiene un carácter más bien inocente que resulta muy tierno. Ha resultado ser una protagonista realmente encantadora.

De Gideon se sabia que era un hombre misteioso, atractivo, dueño de una voz sensual y que era el nuevo propietario de la emisora de radio del pueblo. Su pasado en las fuerzas especiales es de lo más traumático, tiene dudas y remordimientos, no se cree capaz ni merecedor de amar. Pero también es dulce y comprensivo con Felicia.

Tienen una relación bastante peculiar, es un poco increíble que tras una noche juntos cuatro años atrás se sientan tan bien juntos, como si se conocieran muy bien. Pero me ha gustado tanto esa pareja que lo acepto con naturalidad. La química sexual ya la tenían y la siguen conservando, pero entre ellos empeiza a surgir confianza y amistad.

Hay un diálogo que describe muy bien la forma de ver las cosas que tiene cada uno, cuando Felicia comenta: «Para ti es fácil decirlo. Tú encajas allí donde vas. Entiendes cómo habla la gente. Entras en una habitación y tienes la certeza de que vas a saber qué decir». Y él responde: «Entro en una habitación y me pongo a bscar salidas».  Porque lo que Felicia quiere es normalidad, una familia, un marido; y Gideon huye de todo eso, sólo quiere aislarse en soledad.

Los personajes secundarios son casi todos conocidos de otras novelas de la serie, aunque hay algunos nuevos. Y me alegra poder decir que parece que Kent ha encontrado una chica para él, o más bien es ella la que ha encontrado al profesor de matemáticas, «el hombre de ojos amables», y me ha caído muy, muy bien, es del tipo «tía cabrona» pero una amiga con mayúsculas. También he confirmado lo que ya sabía: Pia, aparte de caerme fatal, es una incompetente de mucho cuidado, Felicia le da mil vueltas en los festivales.

Es una historia preciosa, con unos protagonistas geniales, algún que otro giro inesperado, pasión y ternura. Me gusta cómo está planteada la historia de amor y cómo se desarrolla toda la trama. En este pueblo siempre hay gente estresante y demasiado azucarada, pero también hay personajes que me gustan mucho. Es una de mis parejas favoritas de la seire, de las que me gusta que aparezcan de vez en cuando y verlas en su vida normal.