Chicas... ¿jugamos?

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 8 Jul 2011 - 20:05

XX despertó con una desagradable sensación de calor y ahogo. Abrió los ojos. La tenue luz del amanecer se filtraba por las paredes de tela. La manta de piel estaba subida cubriendo casi todo su rostro. La fuente de calor se hallaba a sus espaldas, aunque también había un peso que descansaba sobre sus costillas y otro sobre su pierna.

Pasaron unos momentos antes de que XX reconociera qué, o más bien quién era el que la sujetaba. Con un movimiento espasmódico, corrió la manta y se apartó del hombre tendido a su lado. Entonces giró para mirar a XY con los ojos abiertos de par en par.

Él le devolvió la mirada con expresión risueña.

—Buenos días —le dijo con calma.

Ella se tendió de espaldas y cerró los ojos con fuerza mientras aguardaba a que se normalizara su pulso agitado. Entonces tragó saliva y alzó los párpados.

—Buenos días.

Ahora que disponía de más espacio, XY también se tendió de espaldas y colocó las manos detrás de la cabeza mientras estiraba su cuerpo.

—Lamento la invasión —dijo con tono cuidadosamente neutral.

Ella lo miró con desconfianza.

—¿De veras?

XY volvió la cabeza para mirarla.

—En mi espíritu, al menos.

Ella tenía el cabello suelto en un velo color miel que le cubría los hombros y se esparcía sobre la manta de piel hasta más abajo de su cintura. Un mechón, suavemente rizado en la punta, yacía sobre su seno izquierdo y brillaba con los movimientos rápidos de su respiración, atrayendo la atención hacia la suave redondez sobre la cual descansaba. La única prenda que llevaba puesta estaba muy gastada por los lavados, y a través de la tela se transparentaba la oscura aureola de su pezón.

XX siguió la dirección de su mirada y sintió que se le tensaban los músculos del estómago.

—¿No sería mejor que nos levantáramos? —preguntó con cautela.

—Aún no es la hora.

—Pero es posible que los otros estén despiertos y...

—Además —la interrumpió él sin alzar la voz—, hay una cuestión que no está terminada entre nosotros.

—Se refiere... —XX se detuvo, incapaz de encontrar las palabras indicadas para decir a qué se refería.

—Sí.

—¡Pero es de mañana!

—¿Y quién le dijo que esas cosas sólo ocurren por la noche?

—No puedo —dijo ella con tono categórico—. No con usted mirándome.

—Cerraré los ojos.

XX golpeó las pieles con su puño.

—¿Por qué hace esto? No puede proporcionarle ningún placer.

—¿No?

—¡Sólo si disfruta atormentándome!

—Eso jamás.

—No lo haré —dijo XX con enfado, negándose a mirarlo a los ojos.

—Recuerde las consecuencias.

—No creo que nos abandone, y de todos modos no importaría. Debemos de estar a mitad de camino. Podremos llegar solos.

—Un poco menos de la mitad, y falta la peor parte.

¿Pero tal vez quiera que sea yo quien tome la iniciativa? —XY se dispuso a alzar ese mechón seductor que caía sobre su seno.

XX le apartó la mano con violencia.

—Si me obliga a hacer esto se arrepentirá.

—¿De veras? —Las palabras eran tranquilas, pero había una sombra de duda en las profundidades de sus ojos grises.

—Se lo aseguro.

XY bajó la vista.

—Si se refiere a lo que pienso, estoy ansioso por probar.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 8 Jul 2011 - 20:12

Creo que lo leí pero no recuerdo dónde loco

Juraría que es medieval Joo

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No creo que esté mal por mi parte pedir algo de reconocimiento.
He sido invisible en esta familia toda mi vida.

Sólo míos, mi alpha y mis psi
HAWKE SNOW, JUDD LAUREN, WALKER LAUREN
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Con Alba_Turunen, nuestro druida y nuestro DH
Drustan MacKeltar (50%) y VALERIUS MAGNUS (50%)

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 8 Jul 2011 - 20:42

tiene toda la pinta de medieval
pero no me suena Chicas... ¿jugamos? - Página 11 198644

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 8 Jul 2011 - 20:56

pues ni idea Pensar

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 8 Jul 2011 - 21:06

No es medieval, para que no busquen entre las medievales...

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 8 Jul 2011 - 21:55

Me suena......... Excitación

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 9 Jul 2011 - 0:38

PRIMADEEL dio una última cepillada a la brillante cabellera de XX y, después de dar las buenas noches, se retiró. XY se quitó la peluca y la arrojó sobre la mesa mientras se acercaba a XX para detenerse a sus espaldas.

Observándola por el espejo con una expresión posesiva, dejó vagar la mirada por su cabello y por su escotada túnica de batista blanca.

—Encantadora —dijo con voz suave.

XX ignoró el comentario.

—¿Dormirá aquí?

—Es lo acordado.

—Pero no lo ha hecho desde que llegamos.

—Señal de mi loable paciencia. ¿Le ha molestado?

—En absoluto. Sólo me preguntaba si habrían cambiado las reglas.

—No. —XY le sonrió mientras se quitaba la levita y la colocaba sobre el respaldo de la silla.

—Ni siquiera estaba segura de que durmiese en una verdadera cama.

—De vez en cuando.

XY se quitó los zapatos y las medias. Entonces se enderezó y comenzó a desabrocharse el chaleco. XX descubrió que no podía apartar la vista hasta que se lo hubo quitado, revelando la camisa de hilo blanco. Al alzar los ojos, se encontró con su expresión risueña en el espejo y, atraída como por un imán, XX le observó quitarse la camisa por encima de la cabeza, con un movimiento rápido y fluido.

Las líneas negras de su tatuaje estaban allí, inalterables, ondulantes sobre su pecho. Sin un pensamiento consciente, XX se volvió en su silla para tocarlas con la punta de los dedos. XY contuvo el aliento y aceptó la caricia, la primera que le entregara por su propia voluntad. Permaneció unos momentos inmóvil, con los ojos oscurecidos y entonces, muy lentamente, se arrodilló a su lado. XY alzó una mano para posarla sobre la de ella, contra su pecho.

—Si no hubiera jurado —dijo con voz profunda—, envolvería mis manos con la seda salvaje de su cabello y la acercaría a mí, la estrecharía contra mi cuerpo hasta que pudiera percibir los latidos de su corazón. Rozaría sus labios con los míos, tentando su dulce calidez hasta que se abrieran a mí. Exploraría la esencia de su boca, le besaría la frente, los ojos, la suavidad de sus mejillas. Con mucha suavidad, le bajaría la túnica por los hombros, siguiendo la huella de su caída con mis besos.

—Por favor —susurró XX con el rostro ruborizado, y no sólo por el pudor. Sentía que cada palabra era una caricia, como si se hubiesen materializado para rozarle la piel. Penetraban dentro de ella produciendo una sensación extraña en la parte inferior de su cuerpo, una languidez que le impedía todo movimiento.

—Sus senos... los tomaría entre mis manos y acariciaría sus pezones con mis dedos y mi lengua hasta que se convirtiesen en erguidos pimpollos de dulzura. Posaría el rostro sobre la blancura de su vientre y aspiraría su perfume antes de buscar esos lugares secretos que le proporcionan el placer. Y cuando estuviese lista, cuando suspirase por mí, entonces la colmaría, borrando los recuerdos de cualquier otro hombre. Utilizaría mi fuerza para servirla, para hacerle el bien, para que ambos sintamos el placer sin límites que constituye la única recompensa cierta de la vida. Estas son todas las cosas que haría, si no hubiera jurado.

En XX había surgido una terrible necesidad de que hiciera precisamente lo que decía. Sus ojos estaban abiertos de par en par y sus labios separados, pero las palabras que lo liberarían de su juramento no quisieron surgir. Una extraña angustia corrió a lo largo de sus nervios con un estremecimiento. Incapaz de seguir mirándolo a los ojos, XX bajó la vista hacia su propia mano que seguía presionada contra él.

XY inclinó la cabeza y le alzó la mano para besar sus dedos. Después la soltó y se puso de pie yendo a apagar las velas que ardían en el candelabro. —Vamos a la cama —dijo con fatiga

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 9 Jul 2011 - 0:52

Paraíso violento de Jennifer Blake Chicas... ¿jugamos? - Página 11 682317

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 9 Jul 2011 - 1:38

Claro, Ness, te toca!!

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 9 Jul 2011 - 2:14

¡Vale!

Cacho:

Entonces dejó de hablar y se giró a mirarla.

Y a ella se le resecó la boca.

De acuerdo, estaba falta de sueño. También podía ser que estuviera excesivamente cargada de expectativas y de comida de avión. Y era posible, además, que su vida social estuviera tan hecha un asco que cualquier cosa que se viera pasable en tejanos y jersey negro le pareciera un sueño hecho realidad.

Era posible.

O no.

Nones, no había manera de negar que el hombre que tenía delante era sencillamente pasmoso. Alto, moreno, guapísimo. Con enorme valentía, trató de recordar por qué había renunciado a los hombres; aunque eso no le habría servido de mucho. Ese tío era motivo suficiente para abandonar esa resolución.

Y seguro que tenía una personalidad fabulosa, equiparable a esa cara increíble y esa figura impresionante. Encantador, de voluntad fuerte, pero caballeroso. Solo podía imaginarse qué tipo de galante respuesta le daría a su ofrecimiento de una ayuda que ella no podía darle. La verdad, ofrecérsela era lo correcto.

—¿Necesita ayuda? —le preguntó en su tono de voz más servicial.

Él nterrumpió la sarta de palabrotas y se volvió a mirarla. Bueno, su mirada era feroz, si se podía llamar mirada; tal vez había tenido un mal día.

—¿Ayudarme?—gruñó él—. ¿Ayudarme? No, no puede ayudarme, a no ser que vaya delante apartando las ovejas del maldito camino, ¡donde no tienen por qué estar!

Ella pestañeó. De acuerdo, tal vez su caballerosidad había estado pegada a la pintura que se levantó con la abolladura del coche. No podía dejar de comprenderlo. Pero en cuanto a lo de apartar las ovejas del camino, dudaba que eso sirviera de mucho. El coche no parecía estar en condiciones para llegar a ningún sitio en el que fuera útil el barrido de ovejas. Volvió la mente a asuntos más prácticos.

—¿Necesita que le lleve?

Él le soltó una palabrota (estaba bastante segura de eso), se acercó pisando fuerte a su muy abollado coche, abrió la puerta y saltó dentro. Logró cerrar la puerta con solo un poco de dificultad, hizo un rápido giro en U y lanzó su automóvil por el camino con un desenfado bastante imprudente, en opinión de ella.

Bueno, estaba claro que las apariencias engañan.

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 9 Jul 2011 - 3:21

Ness escribió:: Paraíso violento de Jennifer Blake

Chicas, alguna opinión sobre este libro, porfiss!!! Cool

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 9 Jul 2011 - 15:38

hechizo del destino de lynn kurland? Pensar

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 9 Jul 2011 - 16:53

ni idea

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 9 Jul 2011 - 20:46

pricesa escribió:

Ness escribió:: Paraíso violento de Jennifer Blake

Chicas, alguna opinión sobre este libro, porfiss!!! Chicas... ¿jugamos? - Página 11 310536

Es típicamente "ochentoso"... se aman, se odian, él es dominante, ella rebelde... Chicas... ¿jugamos? - Página 11 310536

Buena ambientación y creo recordar que él era mestizo: francés e indio Natchez...

Del que puso Ness no tengo ideaaaaaa Chicas... ¿jugamos? - Página 11 232426

Besotes
Juana

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Dom 10 Jul 2011 - 11:35

Juana escribió:

pricesa escribió:

Ness escribió:: Paraíso violento de Jennifer Blake

Chicas, alguna opinión sobre este libro, porfiss!!! Chicas... ¿jugamos? - Página 11 310536

Es típicamente "ochentoso"... se aman, se odian, él es dominante, ella rebelde... Chicas... ¿jugamos? - Página 11 310536

Buena ambientación y creo recordar que él era mestizo: francés e indio Natchez...

Del que puso Ness no tengo ideaaaaaa Chicas... ¿jugamos? - Página 11 232426

Besotes
Juana

Ok, me lo apunto!! :perfecto:

Gracias Juana!! Wink

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Dom 10 Jul 2011 - 16:02

Sandra escribió:: hechizo del destino de lynn kurland?

SIIII Sandra Chicas... ¿jugamos? - Página 11 309406

TE TOCA

Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Dom 10 Jul 2011 - 16:35

AQUI CACHITOOOOO!! Excitación

La despertó una maldición que le resonó en los oídos y una banda de acero que le ceñía la cintura.
-¡Por Dios, mujer! ¿Quieres matarte?
Lo que le rodeaba la cintura era el brazo de TIODURO. Contra la espalda tenía una almohada: su pecho. Ella la aprovechó inmediatamente, sin que le interesara cómo había llegado allí.
-¿Ha ocurrido algo? -preguntó, bostezando.
-Empezabas a caerte del caballo.
-Lo siento. Debo de haberme adormecido. -Y SUERTUDALAJODIA empezó a cabecear otra vez.
-¿Que lo sientes? ¿No tienes el buen tino de decir algo cuando no puedes mantenerte despierta?
Entorpecida, ella se preguntó por qué le gritaba.
-Bueno, no puedo mantenerme despierta.
-Terquedad, de eso se trata -le oyó murmurar-. Pura terquedad.
Significara eso lo que significara, no le importó. Él ya no le apretaba el vientre. Alargó una mano para hacerle pasar una pierna sobre la silla, a fin de montarla a horcajadas, y movió su cuerpo hasta que ella se sintió tan cómoda contra él como en un agradable sillón. Hasta sus piernas le servían de apoyo, de modo que pudo relajarse por completo.
En verdad, estaba tan relajada que no se enteró de que le quitaban el sombrero y las horquillas, lentamente. Ya se estaba adormeciendo otra vez.
Pero aún dormía con sueño profundo. Cuando los caballos volvieron al trote, ella lo percibió.
-¿No vamos a detenernos?
-¿Para qué?
-Para dormir, por supuesto.
-¿No estabas durmiendo?
-Los dos, digo. Anoche tú no descansaste.
-No lo necesito, pero había olvidado que tú sí. Duérmete, anda. No permitiré que te caigas.
SUERTUDALAJODIA no necesitaba más aliento que ése, sobre todo porque él era mucho más cómodo que la dura tierra.
TIODURO detectó el segundo mismo en que su sueño se convirtió en un olvido total. Fue como si su cuerpo le diera una señal, indicándole que a partir de ese momento podía tocarla. No lo hizo. El saber que podía hacerlo cuando se le antojara le dio paciencia. Ella le pertenecía durante una semana, por lo menos.