El conde de Clifton tiene un objetivo en la vida: encontrar a la condesa perfecta y casarse con ella. Pero cuando se topa con Lucy Ellyson todos sus planes se desmoronan. Lucy es experta en descifrar códigos secretos, hacer trampas en los juegos de cartas, violar cerraduras y entrenar a futuros espías como el mismo conde, tanto en las habilidades necesarias para proteger a su patria como en los misterios del amor.

Ahora, Clifton parte en una peligrosa misión y antes de marcharse le promete a Lucy que ella será su esposa. Pero la guerra los mantendrá separados durante demasiado tiempo, y cuando él por fin regresa, no puede encontrarla. Desencantado, el conde terminará proponiéndole matrimonio a la rica y adorable Annella Corby. Y justo en ese momento reaparece Lucy en la vida del conde, hecha una furia y, al mismo tiempo, deseosa de recuperar al hombre de sus sueños.

¿Podrá el amor de antes sobreponerse a los deseos de venganza?

Primer libro de la serie "Viudas Standon".

Esta historia empieza con un reencuentro inesperado cuando Lucy y Clifton se topan -literalmente- en la calle después de siete años, claro que en aquel entonces ellos eran simplemente Goosie y Gilby, dos enamorados idealistas. A partir de ahí se nos presenta primero el pasado de la pareja protagonista, y cómo se conocieron; y después el presente, los sucesos posteriores a su reencuentro. Son dos partes que están bien diferenciadas, de las cuales la del pasado es algo más larga. La primera parte se lee conociendo algunos detalles de lo que ocurrirá más tarde en esa relación, pero es esencial para entender la segunda parte y por qué ha pasado tanto tiempo hasta que han vuelto a verse.

Lo mejor de esta novela es que se lee del tirón y engancha desde el principio para conocer la historia completa. De hecho, el contar la historia del pasado como una flashback largo y después volver al presente, es como leer dos historias cortas en una. Eso tiene un lado positivo y otro negativo. Por una parte, se hace bastante ameno; por la otra, queda una sensación de narración algo superficial, entre los dos períodos transcurre mucho tiempo, pero hay pocos detalles sobre esa época intermedia que hace de unión entre ambos. Hay un pequeño toque se suspense, pero se soluciona en un momento, el culpable ni siquiera aparece en escena... se descubre el asunto, se le nombra y recibe su castigo... pero sin llegar a aparecer.

Lucy es diferente a todas las mujeres que ha conocido Clifton. Es hija del mejor maestro de espias y su mejor alumna, puede dar un gancho de izquierda que dejaría un ojo morado a un hombre que le doblara en tamaño, o abrir cualquier cerradura. Vive en el campo junto a su padre y su hermana, donde ambas ayudan a su padre a entrenar a futuros espías. Su franqueza y su belleza descuidada llaman la atención de Clifton por el contraste con las damas de Londres, pero no puede pensar en una esposa más inapropiada para él. Pero la Lucy marquesa no es la misma joven que vivía en su casa de campo, ahora es menos alocada y más madura, pero sigue conservando el carácter irreverente del que Clifton se enamoró.

Tampoco Clifton es la misma persona que era tiempo atrás, pero su cambio empezó tras conocer a Lucy. Cuando llegó a su casa para ser instruido como un buen espía era un aristócrata arrogante, altivo y estirado... un hombre que a ella no le gustó nada. Pero allí, lejos de la vida social de Londres y al lado de Lucy, aprendió a ser él mismo, a relajarse, a apreciar pequeñas cosas... y a descubrir que no sólo quería casarse por amor, sino que las cualidades que creía aceptables en una esposa no eran las más importantes. Quizás Lucy no fuera la condesa más apropiada, el tipo de mujer que se esperaba que eligiera, pero era la única esposa que él quería.

Lucy y Clifton no empezaron bien, no tenían demasiado buena opinión el uno del otro. Nunca pensaron que podrían sentir una atracción mutua tan fuerte, ni que durante esas semanas que pasaron juntos nacería un amor que los perseguiría siempre. Pero un paseo por el campo lo cambió todo. De repente, Lucy no pensaba en otra cosa que en él y en convertirlo en el mejor espía que había conocido para que siempre pudiera eludir al peligro en el continente y regresar a su lado. Y Clifton encontró dos objetivos, uno era ser útil a Inglaterra, y el otro sobrevivir para volver con Lucy. Aparentemente, son una pareja incompatible, pero ambos tienen un carácter fuerte y se complementan, uno equilibra los defectos del otro. El problema que encuentro en esta relación es que me parece poco creíble que se enamoren en las dos semanas que permanecen juntos, y tras una separación de siete años descubran que siguen igual de enamorados.

Dos personajes secundarios esenciales son Mariana y Malcom, la hermana de Lucy y el hermanastro de Clifton, que ejercen como equilibrio en las personalidades de sus hermanos. Entre ellos dos también se percibe algo en el ambiente, pero si bien son un elemento crucial para la trama indirectamente, no he acabado de comprenderles, realmente se sabe muy poco de ellos dos. Otro personaje importante es el padre de Lucy, el mentor de Clifton, que si bien es un buen hombre, al querer ayudar a Lucy a protegerse del sufrimiento del amor, consigue justamente lo contrario; en parte influenciado por su relación con la madre de Lucy, una historia de amor probablemente no tan romántica como la explica Mariana. Por último, conocemos a las otras dos viudas Standon, que al principio parecen dos auténticas arpías, pero tienen su propio lado tierno, aunque las tres pasan de ser enemigas a ser amigas con gran rapidez.

La historia es amena, pero me quedo con una sensación de que todo pasa muy deprisa. Y las cosas se arreglan fácilmente y sin pedir muchas explicaciones entre ellos, se cuenta la historia de una forma más bien superficial. Creo que se podía haber profundizado más en los personajes y en la historia, de la vida de los protagonistas antes de conocerse y durante los años que pasan separados no se conocen muchos detalles. Para pasar una tarde entretenida con una historia ligera y distendida, sin demasiadas pretensiones.