No te vayas, XY –le pidió una vez más, rezando para que la escuchara. –No tengo elección. –Sí que la tienes. ¡Joder, XY! Eres demasiado testarudo. Tienes más opciones. No me dejes. Él se frotó los ojos, como si le doliese la cabeza. –¿Por qué quieres que me quede? –Porque te amo.
Tenemos tres clases de familias. Aquellas de las que se nace, aquellas quienes nacen de nosotros y aquellas a las que les permitimos entrar en nuestros corazones. XX te ha dejado entrar en su corazón, así que XX es tu familia y no te dejará.