El vizconde Blaine Underwood acude a su viejo amigo el conde Gabriel Warren en busca de ayuda. Blaine asegura haber sido engañado en un club de caballeros regentado por una mujer, pues de todos es sabido que Gabriel está intentando acabar con los garitos de juego de toda Inglaterra. Lo que jamás puedo sospechar es que la dueña del garito no es otra que su ex prometida Lilith Mallory, quien huyó de él diez años atrás y se desvaneció como por arte de magia.
Gabriel y Lilith se ven las caras después de todos esos años en el club de ella. Lilith desea odiar al hombre que se comprometió con ella, la obligó a exiliarse para evitar el escándalo, pero jamás volvió a por ella. Gabriel desea odiar a la mujer que lo abandonó y que rechazó su amor sin volver la vista atrás. Sin embargo, los sentimientos son profundos, a pesar del rencor mutuo, la desconfianza y los equívocos entre ambos, y pronto comprenden que siguen amando a su odiado enemigo...