Lo primero que quería destacar es la portada; me gusta, solo con verla uno ya sabe en qué época estará ambientada la historia, y se da un aire a Judy Garland en aquel mítico número musical de "Get Happy".

En cuanto a la novela en si, me gusta mucho la época en la que se sitúa, porque es un momento de cambios sociales y culturales que da mucho juego. Tiene referencias históricas como el reciente invento del cinematógrafo, la inminente Ley Seca, la locura que imperaba en Nueva York; y también las alusiones al Cotton Club y a uno de sus fundadores, Jack Johnson, el campeón de boxeo.

Laura es romántica y soñadora, lo suficientemente valiente y decidida como para cumplir su sueño, pero no tanto como para rebelarse ante su familia y renunciar a sus obligaciones porque ante todo no quiere hacerles daño. Y ese sueño consiste en aprender repostería con el mejor maestro durante tres meses, para ello viaja desde Boston a Nueva York con la excusa de aprender francés. Cuenta con la ayuda y la complicidad de su primo Greg, el único que sabe la verdad, pero después de esos tres meses deberá volver a casa y enfrentarse a sus responsabilidades, de acuerdo con su posición, de casarse y asumir un cargo en los hoteles familiares. No contaba con enamorarse perdidamente y encontrar amigos tan entrañables que pasan a ser como parte de su familia. Laura no solo aprende repostería, también conoce el amor, la amistad, las cosas que de verdad son importantes y a luchar por lo que quiere, y lo que quiere es vivir el presente y no pensar en lo que pasará cuando vuelva a Boston porque cada vez tiene menos ganas de volver.

Kenneth dirige el hotel Taormina, propiedad de la familia Taviani, quienes le tratan como a uno más de ellos, de hecho todo los que forman el hotel son como una gran familia. Es un hombre orgulloso y el hotel le ocupa tanto tiempo que apenas tiene vida social, le gusta llevar la razón y es bueno en lo que hace, pero debido a su infancia no cree en las familias felices y en el amor duradero, y es por eso que valora tanto la lealtad. Solo alguien con un corazón grande como el de Laura, pero que no le dé siempre la razón, y que además le trae de cabeza desde que se conocieron, conseguirá ganarse su amor con paciencia. No es un ogro como comenta la gente, es duro pero justo y es un protagonista encantador.

Después de dos encuentros como desconocidos, sin nombres y sin detalles, en los que compartieron algunos besos y tuvieron que interrumpirse en el mejor momento, Laura y Kenneth se vuelven a encontrar. Pero esta vez, Laura como camarera del hotel -lo más cercano que ha conseguido a la cocina del Taormina- y Kenneth como su jefe. Lástima que Kenneth tenga como norma no mezclar trabajo y placer; pero el verse cada día, los sentimientos de protección que Laura le inspira y los problemas que van surgiendo en el hotel los van uniendo más. Desde luego, Laura trastoca la vida diaria de Kenneth y la idea de cambiar los planes que ambos tenían para el futuro para incluir al otro empieza a ser tentadora, pero los secretos de Laura podrían estropearlo todo... por cumplir un sueño se ha metido en un lío del que no sabe como salir sin que alguna de las personas que quiere salga lastimada. Lo irónico es que de haberse conocido con sus verdaderos nombres quizás no hubieran llegado a tener una relación, Laura es el tipo de chica a las Kenneh solía evitar.

La historia de amor de Laura y Kenneth es la más importante pero no la única; Phillip, el dueño del hotel y mejor amigo de Kenneth, y Stella, que trabaja en el servicio de lectura del hospital, tienen una historia muy tierna. Él es un personaje que llega a conmover, lleno de superación, valiente, inteligente y huraño que está pasando un mal momento, pero Stella se convierte en alguien fundamental para él. Stella también tiene mucho carácter y sabe frenarle cuando es necesario y demostrarle que es una mujer independiente y que no todo gira a su alrededor.

Greg, el primo de Laura, también tiene un romance con Annette, una enfermera amiga de Stella e hija del chef del Taormina. Es una relación menos complicada que las de las otras dos parejas, pero muy dulce.

Además, hay muchos otros personajes secundarios, siempre relacionados con el hotel Taormina y todos ellos tienen un papel importante: don Roberto, doña Lucía, Satur, Rose, Johnson, Harold, Helen...

La historia es muy entretenida porque aparte de la historia de amor principal hay otros romances más muy tiernos, sin olvidar el misterio de la novela sobre quién es el traidor que filtra información. Los personajes son carismáticos y, en general, evolucionan a lo largo de toda la historia. Es una novela agradable y amena de leer que tiene amor, un poco de suspense y momentos divertidos.