En el instituto, Liz Sutton era la chica de la zona pobre de Fool’s Gold, pero le había robado el corazón al chico más popular del pueblo y su romance secreto la ayudó a sobrellevar la peor época de su vida. Hasta que Ethan Hendrix la traicionó a ella y a todo lo que habían supuesto el uno para el otro.

Abatida y embarazada, Liz se marchó del pueblo para siempre... o eso creía ella.

Ahora Liz debía regresar y enfrentarse al hombre que no sabía nada de la existencia de su hijo. Y en esa ocasión no tendría la opción de huir.

Segundo libro de la serie "Fool's Gold".

Me ha gustado mucho esta novela porque está narrada de forma amena y se lee deprisa, cuando te das cuenta ya se ha terminado. Todo sigue igual en el pueblo de Fool's Gold -de hecho esta historia empieza exactamente donde terminó la anterior- y es un lugar en el que parece que nunca pasa nada interesante, con los mismos personajes y alguno que otro nuevo, pero siempre hay algún romance en el horizonte y nuevos proyectos. En esta ocasión también se enseña la parte más difícil de vivir en un pueblo pequeño, no solo la relación entrañable que existe en un lugar donde se conoce todo el mundo; la cuestión está en si las cosas buenas superan las malas.

Pero lo que más me ha gustado de la historia es que los protagonistas no son perfectos, tienen debilidades y defectos, los dos han cometido errores pero ambos terminan por asumirlos, aunque a veces les cueste. En el fondo, ellos saben que son los únicos responsables de sus propias acciones, es algo que acaban por asumir y es el primer paso para superar el pasado y enfrentarse a un futuro juntos. Es una historia donde la relación entre los protagonistas, y en segundo plano la relación de Liz con Fool's Gold, es el tema central y no hay ningún asunto más por resolver.

Liz me ha encantado por sus ganas de superación y por cómo ha conseguido hacerse un nombre como escritora de novelas de misterio, empezó cargándose a Ethan en un relato y ha seguido haciéndolo en sus libros, así consiguió superar su relación, no como una venganza sino como una catarsis, una forma de liberarse del pasado. Tiene un sentido de la responsabilidad que no conoció durante su infancia, cuando vivía en un hogar desestructurado junto a una madre egoísta y borracha. A pesar de sus problemas era una chica inteligente y madura, ahora además también tiene una fuerza y un carácter que no tenia entonces. Para Liz su familia se compone por ella y su hijo, pero ahora sus dos sobrinas de las que no sabia nada empiezan a formar parte de la misma lo quiera ella o no, porque no puede abandonarlas a su suerte. Además, Liz se ve reflejada en las dos chicas.

Ethan aparecía en el libro anterior como el mejor amigo de Josh, entonces ya se le veía madera de protagonista. Se sabía de él que su esposa murió estando embarazada pero lo que no se conocía es que se casó con ella para cumplir con su obligación y que en realidad no la amaba, y está claro que ella solo se quería a si misma... porque esa mujer era una arpía que sabía que Ethan tenia un hijo con Liz y se lo ocultó, y mintió a Liz para que pensara que él no quería saber nada de su hijo... hasta que Liz vuelve a Fool's Gold. Ethan cometió errores que hicieron mucho daño a Liz y ahora está resentido por el tiempo perdido, está enfadado con Liz y consigo mismo pero sobre todo está enfadado con su mujer, pero como no puede pedirle explicaciones a ella lo paga con Liz. Como miembro de una de las familias fundadoras de Fool's Gold, su padre le inculcó el deber de la responsabilidad con respecto a su apellido y el hacer siempre lo correcto, pero el peso del deber le llevaron a portarse como un idiota inmaduro y el orgullo herido le impidieron rectificar sus errores. Ahora que ya no es un joven inmaduro tiene que enfrentarse a los errores del pasado y asumir su parte de culpa.

Tanto Liz como Ethan creían que su relación había quedado en el pasado pero cuando se reencuentran pasan por diferentes fases: sorpresa, resentimiento, aceptación, deseo... Les cuesta superar la fase del resentimiento pero tienen que hacerlo por el bien de su hijo Tyler, por eso intentan llevarse bien pero no contaban con que la atracción física continuaría ahí. Y el amor que en su día sintieron continúa existiendo, aunque tardan en darse cuenta. Liz tiene que lidiar con el pasado y con las meteduras de pata de Ethan, que cada vez que intenta hacer lo correcto empeora las cosas. Es una historia de amor llena de emociones, en algunos momentos tierna y en otros apasionada, y pese al arrepentimiento por cómo sucedieron las cosas seguramente su relación no hubiera funcionado cuando se conocieron, porque Liz era demasiado madura y Ethan demasiado inmaduro, ahora los dos tienen más experiencia.

Entre los secundarios tiene un especial protagonismo la familia de Ethan, su madre y sus tres hermanas. Su madre, Denise, al principio está tan enfadada como él con Liz pero sabe ser objetiva por el bien de su nieto y tanto ella como las trillizas acaban acogiendo a Liz y apoyándola cuando Ethan vuelve a meter la pata, más de una vez. Las sobrinas de Liz tienen su carácter y entre ellas surgen algunas diferencias pero son una familia y desde el principio se establece un vínculo entre ellas. Y también tiene un protagonismo especial Pia, que ya aparecía en el primer libro mostrando toda su energía, en este libro se conoce un poco de su pasado y que no fue una buena compañera en la adolescencia, igual que Rayanne, pero a diferencia de ésta, Pia cambió y es imposible guardarle rencor durante mucho tiempo y así lo entiende Liz y la perdona; Pia es la protagonista del próximo libro.

El final es bonito aunque es una lástima que no se alargara un poco más, pero al final se ve a Ethan tan desesperado por convencer a Liz de que la quiere que tiene que recurrir a medidas drásticas.

Es una historia bonita y sencilla, los protagonistas me han gustado mucho y la familia de Ethan también, cómo las cuatro mujeres le regañan sin piedad cada vez que estropea las cosas con Liz. No sé exactamente que esperaba de la historia de Ethan, pero mis expectativas se han visto cumplidas.