La joven y bella Victoria Fontaine ha conseguido escandalizar a la alta sociedad con su comportamiento. Su reputación se ve seriamente comprometida cuando es sorprendida por su padre en los brazos del disoluto Sinclair Grafton, recién convertido en lord Althrope al heredar el título de su fallecido hermano mayor. La única opción que les queda es casarse inmediatamente a pesar de la mala fama de Sinclair por los años que ha pasado en Francia mientras su país estaba en guerra con Napoleón. Sin embargo, lo que nadie sabe es que tras la máscara de libertino, se escondía un espía al servicio de la corona.

Ahora Sinclair ha vuelto con una misión: descubrir al asesino de su hermano Thomas. La apasionada Victoria no podrá mantenerse al margen y hará todo lo posible para ayudar al hombre que le ha abierto las puertas del placer y del amor

Segundo libro de la serie "Con este anillo".

Con una predecesora como "Enmendar a un granuja" era fácil que la segunda parte saliera perdiendo porque el anterior es realmente precioso, pero ésta es una más que digna continuación. Me he llevado una sorpresa porque había oído malas críticas y en realidad me ha parecido una novela muy agradable.

Victoria aparecía en "Enmendar a un granuja" como la amiga de Alexandra, entonces no me pareció un personaje con mucho potencial pero me ha sorprendido gratamente. Tiene una reputación de rompecorazones y de mujer frívola pero lo cierto es que en realidad es muy inteligente y generosa, tiene una amplia familia de mascotas que ha ido acogiendo y participa en obras benéficas. El motivo por el que ha rechazado tantos pretendientes no es la diversión y el escándalo como la gente cree, sino que solo desea casarse por amor. No es la típica protagonista de novela histórica, es impulsiva y sincera y no le importa la opinión de los demás.

Sinclair acaba de regresar a Londres para reclamar su marquesado, aparentemente es un hombre sin moral, que ha vivido en París mientras su país estaba en guerra con Napoleón Bonaparte. Pero la realidad es que es un espía de la corona y no ha sido hasta ahora que ha podido regresar a Inglaterra. No puede confesarle su secreto ni a Victoria ni a su familia por miedo a que sufran el mismo destino que su hermano, un hecho que le ha atormentado durante dos años, por eso debe encontrar al asesino de Thomas con la ayuda de sus antiguos compañeros. El peligro sigue acechando a Sinclair y los suyos y él no dudará en arriesgarlo todo por protegerlos pero no contaba con que Victoria estaría dispuesta a ponerse en peligro por ayudarle a él.

Victoria y Sinclair se sienten atraídos el por el otro nada más verse en un baile, aunque la intención de él era investigar a uno de los asistentes acaba comprometiendo a Victoria, y la única solución respetable es casarse con ella. En un principio no les hace ninguna ilusión pero, por otro lado, el matrimonio con ella puede resultarle útil en su investigación y es la única manera de salvar la reputación de Victoria, además ella se ve obligada por su padre, así que terminan casándose.

Después de la boda no tardan mucho en descubrir que ninguno era como el otro había imaginado y empiezan a nacer sentimientos no solo físicos, sino más profundos entre ellos. Sinclair no quiere decirle la verdad para protegerla pero Victoria va sacando sus propias conclusiones hasta ir acercándose a la verdad y dejando a su marido impresionado.

Las escenas de amor me han gustado, desde que se conocen han sentido una fuerte atracción sexual pero sus caracteres chocan hasta que ya no pueden contenerse más.

Los protagonistas me han gustado bastante, no son lo que aparentan y van descubriendo poco a poco a la persona con la que se acaban de casar y esa circunstancia ha dado pie a algunas buenas escenas.

La narración es ágil y tiene escenas como mucho sentido del humor, es un libro muy entretenido y agradable de leer.

Alexandra y Lucien vuelven a aparecer en este libro y siempre es un placer reencontrarse con lord Kilcairn. También hay secundarios muy interesantes como los compañeros de Sinclair que al principio desconfían de Victoria pero que van descubriendo que se puede confiar en ella; y el hermano pequeño y la abuela de Sinclair, que pronto se convierten en la nueva familia de Victoria. Y, por supuesto, sus mascotas, animalitos desvalidos y maltratados a los que Victoria ha ido recogiendo y cuidando y que protagonizan algunas escenas cómicas, sobre todo el loro, que tiene por costumbre aprender frases que se pronuncian en el dormitorio en momentos de pasión y repetirlas después.

La primera parte de la trilogía es inmejorable pero este libro es también bonito, no tiene esos diálogos chispeantes pero tiene mucho sentido del humor.