Cuando Eliza consigue huir de su malvado tutor, decide robar un caballo a Colin Hunt, un conde recién estrenado que lo único que desea es perderla de vista... o quedarse con ella para siempre.

Se trata del primer relato de la antología "Escuela de señoritas", compuesta por cuatro historias cuyas autoras son Sabrina Jeffries, Liz CarlyIe, Julia London y Renee Bernad. Es una antología inspirada en la serie "Escuela de señoritas" de la propia Sabrina Jeffries. Las cuatro historias se desarrollan lejos de la escuela, pero se relacionan entre si a través de su directora, la señora Harris, que aparece nombrada varias veces e incluso está presente en alguna escena; también a través de la propia escuela, puesto que las protagonistas han sido alumnas en él.

El relato de Sabrina Jeffries es el que inicia la antología. Es una historia que transcurre en un lapso de apenas dos días, cuando el nuevo conde de Monteith llega de la India para tomar posesión de su nuevo título y establecerse en Inglaterra. Es a su llegada cuando sorprende a un joven intentando llevarse un caballo de su propiedad, sólo que dicho joven resulta ser la mujer más exuberante que ha visto en mucho tiempo. Y ahí empiezan los problemas de Colin, que buscaba una vida más tranquila de la que llevó en la India.

La joven es Eliza, que está desesperada porque su tío está empeñado en casarla con un amigo suyo al que ella no conoce. Dado el trato desconsiderado del que es objeto por su parte, y que él es alguien muy influyente en la región, decide huir para pedirle ayuda a la directora de su colegio femenino, la señora Harris. Eliza es temeraria, obstinada, impulsiva como para arriesgar su seguridad huyendo sola de noche, pero comete un error de cálculo al intentar tomar prestado un caballo del conde, porque Colin la sorprende acabando así con su plan de huida.

Colin, medio inglés y medio hindú, es el nuevo conde de Monteith y solo lleva unas horas en su finca cuando descubre un ladrón de caballos, que resulta ser una tentadora joven. Ella le cuenta una historia increíble sobre un malvado tío y un matrimonio forzoso, pero él cree que está mintiendo y lo atribuye a una mente imaginativa acostumbrada leer novelas góticas. La temeridad de Eliza le recuerda al carácter de su difunta esposa, con la que tuvo un matrimonio desastroso. Por ese motivo no quiere volver a casarse con una mujer de carácter tan impulsivo como el de Eliza, prefiere a una mujer tranquila y sensata, pero eso no evita que la desee desesperadamente.

Colin busca tranquilidad, pero Eliza es demasiado apasionada como para ofrecerle eso. Y aun queriendo cosas diferentes, la pareja se enamora en un tiempo récord, nada menos que en menos de dos días ya han descubierto que se aman apasionadamente. Es un amor demasiado precipitado como para resultar creíble, sobre todo porque en pocas horas pasan de pelearse a que el deseo gane la batalla a pesar de ser meros desconocidos, pero aun así es una historia interesante. Colin está destinado a enamorarse de una mujer del tipo al que estaba decidido a huir, porque en el fondo con una mujer más sensata su vida se habría vuelto demasiado monótona. Además, pronto descubre que en realidad Eliza no se parece a su difunta esposa como había pensado en un principio, porque Eliza sí piensa y se preocupa por los demás y no actúa de forma egoísta. Él mismo se encarga de buscar diez razones para convencerla de que deben permanecer juntos.

La historia se centra exclusivamente en la pareja protagonista, de hecho, el único personaje secundario que aparece es el tío de Eliza, un hombre atormentado que no trata bien a su sobrina, el gran obstáculo que debe superar la pareja.

A pesar de la velocidad a la que se desarrolla el enamoramiento -no pasan más de dos días desde que los protagonistas se conocen- es una historia amena. Eliza es una combinación de ingenuidad e impulsividad y algunas veces resulta irritante y descarada; casi se puede compadecer a Colin, que en otras circunstancias hubiera huido de una mujer así. En cambio, se ve obligado a mantenerla con él porque su honor le impide dejarla marchar sola de noche. Es el relato más flojo del libro, pero me ha gustado.

Es cierto que a menudo las antologías no llenan del todo porque las historias son cortas y dejan con ganas de más. Sin embargo, este libro tiene una combinación adecuada de variedad, humor y romanticismo, y es una lectura muy agradable. En conjunto lo he disfrutado mucho.