Kristen Haardrad afrontó desafiante la furia helada que trasuntaban los ojos verdes del hombre que la había capturado. Era prisionera de Royce de Wyndhurst pero jamás aceptaría ser su esclava.

En esa belleza vikinga el poderoso señor sajón había encontrado, al fin, a alguien que lo enfrentaba de igual a igual. Su igual en orgullo, en fuerza... y en la fiera y ardiente sed de deseo insaciable.

Kristen no podía conocer el tormento que dividía el alma de Royce: él ansiaba abrazar su cálido cuerpo, oír su risa cristalina, al mismo tiempo que la odiaba por un antiguo crimen...

Kristen y Royce pertenecían a dos mundos en lucha. ¿Quién sería el primero en rendirse ante la desgarradora promesa del amor...?

Durante el año 879, un grupo de vikingos parte del Norte y se embarca rumbo al reino sajón de Wessex. Su objetivo: apoderarse de las riquezas del monasterio de Jurro. Los comanda Selig, un vikingo fuerte y valiente.

Lo que la tripulación desconoce y no sabrá hasta que sea demasiado tarde es que, oculta entre ellos, viaja también la bellísima Kristen, hermana de Selig, una joven audaz, sediento de aventuras.

Segundo libro de la serie "Familia Haardrad".

Esta es la historia de Kristen, la hija de Brenna y Garrick. Es pretendida por multitud de jóvenes vikingos, pero ella desea un matrimonio como el de sus padres y sabe que no lo conseguirá en su tierra natal. Y Royce está comprometido con una mujer por la que no siente cariño, incluso le irrita constantemente con su comportamiento caprichoso. Tiene bastantes similitudes con la historia de los padres de Kristen, una historia de amor entre esclava y señor, cuyo deseo y atracción deriva en un amor que traspasa las venganzas.

Al ser la única mujer entre tres hermanos y multitud de primos y parientes masculinos, Kristen siempre ha estado protegida por todos ellos. Ahora se propone vivir una aventura inolvidable al mismo tiempo que huye de un pretendiente indeseado, por eso se esconde en el barco de su hermano antes de que éste y varios primos y amigos partan. Las cosas no pasan como Kristen había imaginado y son abordados y derrotados al mismo tiempo que su querido hermano Selig es dado por muerto, pero antes de ser capturados, sus compañeros la disfrazan para hacerla pasar por un joven y poder protegerla. Así es como Kristen acaba viviendo la misma situación que pasara su madre en su momento, convirtiéndose en esclava, pero con una manera de afrontarlo un poco diferente. Mientras Brenna luchaba y estaba dispuesta a someter a su captor en lugar de ser la sometida, Kristen prefiere mostrarse más razonable dentro de unos límites -pero nunca pasiva- y acepta que se siente atraída por el sajón; pero al mismo tiempo aprovecha las opciones que tiene de ayudar a sus amigos para darles una oportunidad de huir y aprovecha cualquier momento para intentar vengarse de la muerte de su hermano. No le pone las cosas fáciles a Royce.

Royce guarda un profundo odio contra los vikingos por el daño que le causaron en el pasado, no le importa que estos vikingos procedan de un lugar distinto. En lugar de acabar con todos, decide convertir a los capturados en esclavos, entonces descubre que uno de ellos es una mujer, demasiado alta y arrogante en comparación con las mujeres que conoce. El deseo que empieza a sentir por ella es muy distinto a lo que ha sentido por cualquier otra, incluso por la mujer con la que estuvo a punto de casarse. Y la pasión que hay entre ellos es muy distinta a la relación fría que mantiene con su prometida actual, por la que no siente un especial cariño. A Royce le molesta sentirse atraído por la vikinga porque cree que es una prostituta, eso explicaría que una mujer viajara a bordo de un barco lleno de hombres.

El rencor y el desprecio hace que les cueste aceptar la pasión innegable que hay entre los dos y establecen un juego de tira y afloja que altera sus pensamientos. Kristen admite abiertamente que desea a Royce y sabe que su corazón lo ha elegido pero no está dispuesta a entregarse a él sin ser correspondida. Royce no está dispuesto a dejarla marchar ni a compartirla con nadie, pero Kristen nunca aceptará quedarse con él una vez se haya casado; tienen una relación que marca el humor de los dos según estén las cosas entre ellos y eso afecta al resto de habitantes de la casa.

Vuelven a aparecer personajes ya conocidos, pero lo mejor es cuando Brenna y Garrick entran en acción, por un lado, demuestran que siguen teniendo la misma personalidad que cuando se conocieron; por el otro, el tipo de relación que les une a Kristen. Y Selig es un personaje con mucho carisma que se merece su propia historia. Entre los sajones destacan Alden, el primo de Royce, del que Kristen se quiere vengar a toda costa pero al que es imposible odiar con el comportamiento abierto que tiene; Meghan, la pequeña hermana de Royce, que es un cielo; y Eda, la vieja criada que es fiel a Royce pero que empieza a sentir cariño por Kristen e intenta ayudarla.

Esta es mi novela favorita de toda la trilogía y Kristen y Royce son mi pareja preferida por la relación que hay entre los dos, y porque el carácter de ella iguala al de él; la suya es una historia bastante entretenida, con mucha pasión, odio, rencor... pero el amor que sienten es más fuerte que todo lo demás. Además, me ha gustado reencontrarme con Brenna y Garrick, por lo visto siguen discutiendo y reconciliándose igual que cuando se conocieron. También conocer a Selig. Es una novela muy amena.