No podía dejar que se le escapara la única mujer que ponía orden en su caos. El plan de Cooper era hacer todo lo que estuviera en sus manos para que Kara no saliera de su vida... incluyendo llevársela a la cama.
Segundo libro de la serie "Secretos de verano".
En la segunda parte de la serie se cuenta la historia de Cooper, que aparece brevemente en el libro de Sam. La trama tiene lugar inmediatamente después a la de la novela anterior, comienza tan sólo unos días más tarde. El pasado sigue acechando a parte de la familia Lonergan, y Cooper tiene los recuerdos y la culpa muy presentes siempre. Pero sobre todo ahora, tras su regreso después de quince años. A la historia se le suma una leyenda de amor frustrado, con fantasmas incluidos que viven en la casa en la que se alojan los protagonistas.
Cooper se ha convertido en un famoso escritor de novelas de terror viviendo en Manhattan. Pero, al igual que sus dos primos, no ha vuelto al rancho Lonergan ni a ver a su familia en quince años, no después de aquella noche lejana en el lago en la que perdieron a Mac. Sin embargo, ahora está allí y ha dado su palabra de pasar todo el verano. En la casa que ha alquilado intenta escribir su última novela, pero el silencio y los recuerdos se lo impiden... Aunque todo cambia cuando llega su ayudante, con su presencia la inspiración aparece de nuevo, tenerla allí es como un bálsamo que le da tranquilidad y confianza. Y cuando ella quiere marcharse se siente perdido y aturdido, no se le ocurre otra manera mejor de impedirlo que acabar con la tensión sexual que hay entre ellos con una noche de pasión.
Kara no puede aguantar más la situación de estar enamorada de su jefe sin ser correspondida. Él no la ve de la misma manera, la considera una amiga y su ayudante imprescindible, porque sin ella no sabría qué hacer. Por eso Kara ha decidido marcharse, y su intención al ir al rancho de la familia Lonergan donde Cooper está pasando el verano es simplemente decírselo. Le ha costado mucho tomar esa decisión y no quiere echarse atrás, pero al llegar no encuentra el momento de decírselo. Sin embargo, comprobar que su último intento de que Cooper se fije en ella ha fracasado, que nada ha cambiado, y la presencia de lo que parece el fantasma de una mujer abandonada la hacen mantenerse firme.
Para mí es la mejor historia de amor de la serie; tiene ternura, pasión y sentido del humor. Kara lleva un año enamorada de Cooper sin conseguir que él se fije en ella, y ha llegado a un punto sin retorno. Pero mientras están en esa vieja casa ocurre lo inesperado, Cooper empieza a fijarse en ella, a percibir cosas que hasta ahora no había notado y que de repente le gustan. A Cooper también le marcó el verano en que perdieron a su primo Mac, y prefiere ser un solitario para no sufrir, pero con Kara siente una conexión especial. Siempre se han llevado bien y han sido amigos, aunque en los últimos meses Kara ha escondido lo que siente por Cooper. Ahora las cosas han cambiado porque en él nacen sentimientos nuevos hacia Kara, y Cooper de repente descubre que le hace bien sentirse necesitado, y que él también la necesita a ella. Pero para conseguir centrarse en su presente y en Kara debe afrontar el pasado y liberarse de sus propios fantasmas.
Los secundarios tiene una presencia relativa. El abuelo Jeremiah tiene menos importancia en esta ocasión, pero sigue con su plan de atraer a sus nietos, aunque haya sido con una mentira. Insiste en que para descubrir la razón deben estar los tres hombres presentes, y aún falta Jake por llegar. Por otro lado, Sam ya se ha perdonado a si mismo y está satisfecho con su nueva vida, con su relación con Maggie ya consolidada. También se nos presenta brevemente a los protagonistas de la siguiente historia: Donna y Jake. Por supuesto, el recuerdo de Mac, más que su presencia, sigue siendo importante para el argumento y el desarrollo de la novela.
Al final de la historia es cuando Jeremiah desvela el secreto por el que ha traído a sus nietos al rancho, un secreto que altera las vidas de todos.
Esta es la historia que más me ha gustado de la serie. Las dificultades de Cooper para comprometerse y para dejar atrás el pasado son similares a las de Sam y Jake, pero Kara es la protagonista que más me ha gustado. En cuanto a argumento quizás me ha gustado un poco más que la anterior. Es también una historia corta que se lee fácilmente, entretenida y tierna, con algunos toques de humor y otros de emotividad.