El guardián de los sueños - Sherrilyn Kenyon
SinopsisHijo de Guerra y Odio, Cratus ha pasado la eternidad luchando para los dioses antiguos que le dieron la vida. Él es la muerte. Ahora un antiguo enemigo ha sido liberado, la tarea de Cratus es destruirlo.
Delphine Toussaint es una filántropo cuya pasión es la paz mundial. Cuando un encuentro fortuito la lleva a juntarla con Cratus, los dos desarrollan un sorprendente vínculo. Cratus se ve al principio desconcertado por esta humana y su naturaleza abierta... pero pronto se da cuenta que Delphine es la llave para completar su misión.
Delphine, mientras tanto, es asediada por pesadillas que están empezando a hacerse realidad. El único consuelo que puede encontrar es alrededor de Cratus. Pero ella se niega a rendirse a la guerra, y él se niega a deponer sus armas.
Sin embargo, uno de los dos deberá rendirse, o la humanidad pagará el precio.
Valoración¿Qué decir de este libro? Con él nos sumergimos de lleno en la siguiente parte de la saga, la dominada por los Cazadores Oníricos. En este libro veremos más a fondo el mundo de estos seres, su maldición cada vez más debilitada y por supuesto, toda esa jauría de seres nuevos que ya nos han ido presentando en libros anteriores.
Desde mi punto de vista, toda esta trama de la fuente, el malacai y el sefirot, otros nuevos dioses, etc., está haciendo que se pierda la esencia de lo que la saga fue en un inicio. Si no fuera porque aparecen personajes de los que ya hemos leído su libro, podría haber hecho una saga aparte.
Si soy sincera, la temática que define esta nueva parte de la saga no me atrae demasiado. Si bien el libro es entretenido, se me está haciendo larga esta saga. Creo que la debería haber terminado con el libro de Ash y haber empezado algo nuevo. No algo distinto cimentado en el mundo de los Cazadores Oscuros. Si no algo nuevo del todo. Porque cuando pienso en los siguientes libros que quedan de esta saga me da bastante pereza seguir con ella. Es decir, no son por los libros en sí, si no por la sensación que me crea la saga. Creo que esta saga está sufriendo ya el desgaste propio de alargar una saga tantos libros y durante tanto tiempo, y eso me repercute en la opinión que me genera la lectura de los siguientes libros.
En este caso, un poco más de lo mismo: el típico protagonista que tendría que ser más malo que la quina y sin embargo, es un buenazo. Es cierto que cuando inicia el libro Cratus es bastante tosco y huraño, pero no son adjetivos que debería tener una persona que se llame a sí mismo “Hijo de la Guerra y del Odio”. Porque menos el hecho de que es muy fuerte, el resto es puramente nominal.
Tenemos un personaje amargado con la vida. Era un Dios tremendamente fuerte que por salvar a un bebé, le quitaron sus poderes divinos y le hicieron vivir un calvario como inmortal. Sin poderes, pero inmortal, y como los demás dioses son la “bondad personificada” (nótese el sarcasmo), todos los días le visitaban para matarlo con el propósito de hacerlo sufrir al morir y volver a resucitar.
Esto, durante miles de años. Ahora bien, en libros anteriores, los personajes suelen estar traumados por algo que les pasó hace la tira de tiempo. Normalmente, su muerte como mortal siendo traicionado. Esto lo recuerdan y es el desencadenante de toda la personalidad del personaje durante todo el libro hasta que deciden pasar página (normalmente, de la mano de una protagonista). En el caso de Cratus, vuelvo a recordar, Hijo de la Guerra y el Odio, que le matan y reviven durante milenios, ¿cuánto le dura el cabreo? Por favor, ¡si me ha durado más a mí que a él!
Desde mi punto de vista, se pierde toda la esencia del personaje, o al menos, lo que debería haber sido. Entiendo que Delphine necesite convencerle de que se una a sus filas en su lucha contra Noir y Azura (que quieren destruir todo el panteón griego y con razón). Pero no entiendo que Cratus acabe recapitulando y no obtenga ni un gramo de venganza por lo que le han hecho. Como digo, no es cualquier dios, así que se me ha hecho muy floja esta parte. Qué queréis que os diga, esperaba algo más de sangre esparcida por parte del panteón griego. Sé que queda muy bonito que en un libro te pongan que por amor, perdonó todo lo que le hicieron en el pasado, pero también hay que ser consecuente con el perfil del personaje. Y Cratus no debería ser el típico que anda mendigando cariño ni regala abrazos al final. Cierto es que no acaba tan amistoso, pero creo que se entiende lo que quiero decir.
De los demás personajes, pues decir que hacen apariciones contadas pero necesarias. Y que tampoco puedo contar mucho porque entra ya en la trama “profunda” de la segunda parte de la saga. Así que dejaré que lo leáis vosotras mismas.
En cuanto al libro, como digo, el libro en sí no está mal. A mí me ha entretenido a pesar de sus pérdidas de coherencia en cuanto a personajes y la trama que les rodea. Supongo que también hay que tener en cuenta que visto el nivel que existe en los libros de esta autora, cuando hace alguno más flojillo, enseguida lo notamos. Porque Kenyon nos tiene mal acostumbradas. Pero a mí se me está juntando todo: la cantidad de libros que ya hemos leído, que te salga con otra rama diferente dentro del mundillo y que la saga nunca llega a su fin ni cerca que se ve el final.