Winona Abbot no tenía idea de quién
estaba robando las joyas de sus amigas. Al paso que iba, nunca iba a
descubrir al ladrón, y menos con la distracción continua que suponía el
enigmático Garret Blackhawk, un hombre cuyo único propósito parecía ser
robarle el corazón.
El barón Garrett Blackhawk
había conocido pocas mujeres con la chispa y el coraje de Winona. Los
intentos que la muchacha hacía por ignorar el deseo que los consumía
sólo reafirmaban su determinación de descubrir sus secretos y hacer suya
a aquella belleza fría.
La novela es mucho más que lo que nos dice su sinopsis. Winona es una mujer que acaba de descubrir que su casi prometido, le estaba diciendo las mismas galanterías a otra mujer... cuya dote era superior a la suya. Deseando encontrar a un hombre que la ame por ella misma, lo que ya considera un sueño imposible, invierte toda su dote en el barco de su hermano. Al mismo tiempo, en San Francisco se suceden robos de varias joyas.
Wyn y su mejor amiga, Hildy, que ha enviudado recientemente y ha sido vitima de uno de los robos, deciden ir a Inglaterra en el crucero inaugural del Nereid, a visitar a la hermana de Hildy. En el barco se encuentran con Garrett, que tiene sus propios fantasmas... Es heredero a una de las baronías más importantes de Gran Bretaña, pero tiene un pasado sombrío a sus espaldas y unos fantasmas sobre su legitimidad que le han acompañado siempre. Wyn se siente atraída por Garrett a la vez que está segura de que no es más que otro farsante, como su ex-prometido (convencimiento que se ve reforzado cuando se entera de que éste y Garrett son amigos)... y ve con tristeza que Hildy está decidida a conquistarlo. Por si eso no fuera suficiente, siguen desapareciendo joyas durante la travesía... y todos empiezan a desconfiar unos de otros.
La historia me ha gustado; los personajes resultan creíbles y la novela equilibra muy bien el suspense del ladrón de joyas y la historia de amor de los protagonistas. Quizás lo menos trabajado sean las dudas sobre la legitimidad de Garrett, que se deshacen con la rapidez de una burbuja pinchada. Es interesante y entretenida. De esas que no te importa releer de vez en cuando.