La teoría de las rubias.
Kristin Harmel.
Sinopsis: Harper Roberts es una abogada corporativa de Manhattan. Es lista, atractiva y divertida. Así que, ¿por qué no puede encontrar un ligue como Dios manda? Los hombres se le acercan como moscas en las fiestas cuando la creen una rubia sin cerebro. Pero en cuanto se dan cuenta de que es una abogada que ha estudiado en Harvard, huyen en desbandada. La mejor amiga de Harper es editora de una revista, y le sugiere que durante un mes se haga pasar por una rubia tonta para que vea si eso cambia sus perspectivas en cuanto a los ligues. Así pues, durante dos semanas, Harper trabaja de incógnito. Cambia su guardarropa, su conversación, su lenguaje corporal. El resultado es una serie de cómicas citas. Pronto, Harper deberá echar un buen vistazo al espejo y darse cuenta de que no son sólo los hombres lo que juzgan a las personas según su aspecto.
La verdad es que el chick lit no es precisamente santo de mi devoción, pero procuro no decir que no a un género sin más ni más, así que cuando me encuentro una sinopsis que me llama la atención, pues le doy una oportunidad. Y en esta ocasión me alegro muchísimo de haberlo hecho, la verdad, porque me he divertido muchísimo. Narrada con un estilo ameno y grandes dosis de humor La teoría de las rubias nos presenta una historia absurda, divertidísima, en que una mujer inteligente, profesional y con éxito, se encuentra con que no tiene ningún éxito en sus relaciones, que los hombres salen corriendo cuando descubren su cerebro. ¿Recordáis eso que todas hemos escuchado alguna vez, que el aspecto no importa, que lo que importa es lo que llevas en tu interior? Pues Harper está decidida a demostrar todo lo contrario: si eres una rubia tonta, ligas más. Así que, con ayuda de sus amigas, cambia su vestuario, su aspecto y hasta su forma de hablar y se dedica a comportarse como una auténtica Barbie descerebrada.
La primera patada llega cuando sus amigas meten dos perfiles en una Web de citas: el de la auténtica Harper y el de la rubia tonta. Adivinad cuál tiene éxito… Justo ese, sí. Así que Harper empieza a tener citas con varios hombres y parece que todos quieren exactamente lo mismo. Y no, no es una mujer con un coeficiente intelectual de tres cifras y un puesto de socia en un prestigioso bufete… A partir de ahí, hay un montón de escenas descacharrantes, de citas absurdas y todo concluye en un final sorprendente y muy lógico, que a mí, personalmente, me ha encantado.
Harper aprende muchas cosas de sí misma, de los hombres y de la propia vida y todo esto narrado, como decía, con muchísimo sentido del humor, con ironía, con un toque de puro sarcasmo que no todo el mundo entenderá pero que quien lo capte disfrutará muchísimo.
La novela toma el cliché de la rubia descerebrada, de esa mujer odiosa que parece que siempre se lleva a todos los hombres porque es tonta perdida y le da una vuelta de tuerca, haciéndote que te preguntes si realmente son las rubias tontas las que se llevan a los hombres, o es que, en realidad, no son tan tontas como parecen. Y, si es así, ¿quién está juzgando por las apariencias? ¿Los hombres, o las propias mujeres al jugar con esas armas?
Como digo, un libro muy, muy divertido, imprescindible para pasar unas horas riéndote entre dientes y aprendiendo quizá un par de cosas acerca de nosotras mismas y nuestras propias y erróneas creencias.