Trez stepped in tight, meeting the huge male grille-to-grille. "The rules are this- you do not hurt them. Rough sex is okay if it's consensual, but no permanent scars or marks. And you may not eat them. Those are my only two constraints, and they are not negotiable."
With Shadows, you always had to set limits. especially a Shadow like this one.
"Wait, are they yours?" the male asked.
"Yeah."
"Oh, sh**, why didn't you just say." s'Ex put out his palm. "My vow. Nothing permanent and no lunch."
-The King, pg. 439


Trez dio un paso con fuerza, encontrando al enorme macho rejilla-a-rejilla.
-Las reglas son estas… no les harás daño. El sexo duro está bien si es consensual, pero sin miedos o marcas permanentes. Y no puedes comerlos. Estas son mis únicas dos restricciones, y no son negociables.
Con Sombras, siempre tenías que establecer límites. Especialmente una Sombra como esta.
-Espera, ¿son tuyos? –preguntó el macho.
-Síp.
-Oh, mierda, ¿por qué simplemente no lo dijiste? –s’Ex colocó la mano hacia fuera-. Mi voto. Nada permanente y nada de comida.

Seventeenth Century, Old Country...
“Long live the King.”
At the sound of the deep, grave voice, Wrath, son of Wrath, had an instinct to look around for his father . . . a spark of hope that the death had not occurred and the great ruler was as yet still with them.
But of course, his beloved sire remained gone unto the Fade.
How long would this sad searching last? he wondered. It was such
useless folly, especially as the sacred vestments of the vampire King were upon himself, the bejeweled sashes and silken coat and ceremonial daggers adorning his own body. His mind cared naught for such proof of his recent coronation, however . . . or mayhap it was his heart that remained unswayed by all that now defined him.
Dearest Virgin Scribe, without his father, he was so alone, even as
he was surrounded by people who served him.
“My lord?”
Composing his visage, he turned around. Standing in the doorway
of the royal receiving chambers, his closest adviser was like a column of smoke, long and thin, draped in dark robes.
“My honor to greet you,” the male murmured, bending low. “Are
you ready to receive the female?”
No. “Indeed.”
“Shall we initiate the procession.”
“Yes...”
-The King, pg. 1

Siglo XVII, Antiguo País…
-Larga vida al Rey.
Ante el sonido de la voz grave y profunda, Wrath, hijo de Wrath, tuvo el instinto de mirar alrededor buscando a su padre… un destello de esperanza de que la muerte no había ocurrido y el gran soberano todavía estaba con ellos.
Pero por supuesto, su querido padre permanecía en el Fade.
¿Cuánto tiempo duraría esta triste búsqueda? se preguntó. Era tal locura inútil, especialmente cuando las sagradas vestimentas del Rey vampiro estaban sobre él, los cinturones enjoyados, el abrigo de seda y las dagas ceremoniales adornando su propio cuerpo. Sin embargo, a su mente no le importaba nada la prueba de su inminente coronación o quien sabía si era su corazón que le hacía permanecer no afecyado por todo lo que ahora le definía.
Querídisima Virgen Escriba, sin su padre, estaba tan solo, incluso aunque estaba rodrado de gente que le servía.
-¿Mi señor?
Componiendo su rostro, se dio la vuelta.
De pie en la puerta de la habitación de visitas real, su consejero mas cercano era como una columna de humo, alto y delgado, cubierto con ropas oscuras.
-Mi honor saludaros -murmuró el macho, inclinándose-. ¿Estáis preparado para recibir a la hembra?
No.
-En efecto.
-Vamos a iniciar la procesión.
-Sí…

Pues creo que vamos a ver el emparejamiento de Wrath y Marissa