Sinopsis: Hugo Molina fue relegado de su puesto como oficial en la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO).
Los antepasados de Adriana Sierra cimentaron su fortuna gracias al narcotráfico en Vilagarcía de Arousa. Su padre, alcalde de la ciudad, pasa los días tratando de probar que la corrupción no se lleva en los genes. Dicha actitud pone a su familia en peligro, por lo que la joven se ve obligada a aceptar la protección de un guardaespaldas.
Hugo no tiene problemas para reprimir sus sentimientos hacia Adriana siempre que se mantengan a una distancia prudencial, pero cuando ella le hace participar en la investigación de la muerte de su hermana, el control se le escapará de las manos.
Opinión personal: La editorial Esencia está apostando últimamente por la publicación de nuevas autoras nacionales. Alexandra Roma entraría dentro de ese grupo de nuevas escritoras de novela romántica, aunque creo que no es nueva en el mundo de la publicación.
Me llamó bastante la atención el argumento, me apetecía una historia trepidante ambientada en Galicia con el tema del narcotráfico de fondo. Quizás me esperaba una acción más vertiginosa que tan solo he encontrado en el último tercio de la novela, pero el estilo de la autora me ha dejado satisfecha.
Adriana Sierra vive en la pequeña localidad de Vilagarcía de Arousa. El pasado delictivo de su abuelo ha provocado que, en la actualidad, su padre y alcalde de la localidad, se encuentren en una constante lucha contra el narcotráfico. Ella ha vivido muy de cerca el tema y es una cuestión por la que siente una fuerte preocupación. A primera vista, parece una niña mimada con pocas preocupaciones, pero poco a poco se nos irán desvelando sus inquietudes y sus sueños mostrándose como una mujer sencilla, atractiva, que lleva una vida cómoda, no por ello fácil. Es una muchacha dulce pero de fuerte carácter que ha crecido con los firmes principios en los que se mueve su padre y personaje en el que recae el peso importante de la novela.
Hugo Molina llega para irrumpir en su ordenada vida. Las constantes amenazas de los grupos narcotraficantes para con su familia han hecho que su padre tome la decisión de contratar un guardaespaldas para cada una de sus hijas.
Hugo se ha impuesto como misión personal enmendar un error del pasado, y volver a encauzar su trabajo a lo que realmente le apasiona. Es un hombre atractivo, responsable y conocedor de su cometido, es detallista y un buen profesional, tras un carácter algo rudo y bastante hermético se esconde un hombre que ha sufrido en el pasado y por eso cerró hace tiempo sus puertas al amor.
La atracción entre ellos surge desde un primer momento. Me gusta que la autora juegue con la química de ambos y con ese continuo juego de seducción pero, personalmente, y dado su pasado, me ha resultado bastante complicado creerme que en un espacio de tiempo tan breve entre dos personas puedan surgir de forma tan rápida unos sentimientos tan fuertes, y no me refiero al deseo.
No sé si porque es un libro en el que se tienen bastantes frentes abiertos, pero su historia no me ha parecido que tenga un desarrollo paulatino y no me gusta cuando una relación no me parece creíble. Creo que, al mismo tiempo que el ritmo pausado del comienzo, la historia debería haber seguido ese equilibro y atrasar esos fuertes sentimientos.
La trama me ha resultado interesante, y creo que es el punto fuerte de la novela. No tan solo por la incursión, breve pero convincente, al mundo de la droga, de la prostitución, de las bandas narcotraficantes, sino por esas sutiles críticas a la corrupción, a la reticencia a abandonar un estatus social y forma de vida que hace tiempo que no se pueden permitir. Pero aun así, me ha sabido a poco, quizás porque esperaba, como he comentado una historia de más acción. La mayor parte está narrada de una forma pausada, en la que ambos protagonistas llevan la voz cantante de la historia.
El trabajo que Alexandra Roma ha hecho con algunos secundarios me ha gustado. Sin apenas contarnos mucho sobre ellos, ha conseguido construirlos de forma verosímil, me refiero principalmente a las dos hermanas de Adriana y, sobre todo a Iago. Este último me ha gustado mucho como personaje, la parte negativa es que le resta bastante protagonismo a Hugo, pero la autora consigue crear un personaje bastante ambiguo, de los que me gustan.
Es una novela que crece a medida que pasas sus páginas. Al principio, he echado en falta un poco más de ritmo o agilidad en la historia y ha tardado en captar mi interés, pero he de admitir que llegado último tercio ha conseguido atraparme y, más aún, ha conseguido sorprenderme con un final que no me esperaba.
La autora se toma su tiempo en construir una trama que sea creíble y coherente sin dejar muchos puntos en el aire, concluyendo en un final trepidante que, para mí, es lo más destacable.
En su conjunto, «Un océano entre tú y yo» me ha resultado una novela de ritmo desigual. Quizás el principal motivo es que al principio no terminaba de encajar con lo que yo esperaba, y se me ha hecho un poco lenta, aunque al final me ha resultado entretenida. A pesar de todo, el estilo de la autora me ha parecido muy correcto y creo que ha hecho un buen trabajo con los personajes, y una trama bien construida − más una novela policial que una de suspense −, pese a que la relación entre ellos no ha terminado de convencerme.