Dentro de la opulencia de la corte londinense de Guillermo el Conquistador, Nicholaa, la encantadora prisionera sajona, se había visto obligada a escoger esposo entre los nobles normandos. Finalmente elegiría a Royce, un barón guerrero quien, a pesar de su ferocidad, era incapaz de disimular la ternura que se escondía en su corazón.
Osada, rebelde y auténticamente inocente, Nicholaa se juró someterlo a su voluntad, a pesar del torbellino de emociones que él le provocaba. En un clima de traición, donde los sajones aún conspiraban contra sus invasores normandos, Royce y Nicholaa deberán vencer las fuerzas casi insuperables de la sangre, el linaje y el patriotismo antes de entregarse a su ardiente pasión.