Pídemelo
Una doble vida.
Una pasión irrefrenable.
¿Amor o sólo sexo?
Laura no necesitaba más emociones, ya había tenido suficientes en sus veintiséis años de vida. Había amado y también había perdido y sufrido. Solo ansiaba tranquilidad, una vida ordenada, sin sobresaltos…
Pero sus planes se vinieron abajo al conocer a Sergio; sobre todo cuando él le hizo la propuesta más increíble que le habían hecho en su vida: una relación únicamente basada en el sexo, sin complicaciones, sin referencias al pasado: solo un presente de placer y emociones.
Pídemelo es una novela intensa, sensual, excitante y sorprendente, que te atrapará desde la primera línea.
Crítica:
Me llamó mucho la atención el libro cuando lo vi en entre las novedades. Pensé: «Mira, una autora española». Y como últimamente las autoras españolas me sorprenden, decidí continuar con mi racha, pero me equivoqué.
Este libro, en esencia, lo tenía todo para ser una buena novela. Tenemos sentimientos, miedos, una familia que podía dar mucho juego... incluso misterio; todo eso bien mezclado podía haber sido un éxito. Pero ése, por desgracia, no ha sido el resultado final.
Los protagonistas, a falta de un apelativo mejor, son grises, personajes planos que no es que no lleguen, es que ni siquiera llegaron a salir. Se perdieron en algún punto entre la mente de su creadora y los dedos ante el ordenador.
La historia esta hecha con prisas, demasiadas, da la sensación de que la señora Rey tenía que publicar algo y dijo: «Esto mismo». Como cuando tienes que entregar un trabajo y piensas: «Jod..., me he ido de fiesta y lo tengo que entregar mañana», y escribes lo primero que se te ocurre aunque sepas que no es bueno, pero que si llegas al cinco estás contento. Pues esto es lo mismo, pero con el añadido de que los pobres consumidores nos gastamos nuestros euros.
Los personajes secundarios los vemos como de pasada, los malos malísimos ni siquiera tienen peso dentro de la historia. Pero bueno, si los principales no lo tienen, qué esperar de los secundarios... Laura es la protagonista más tonta, pusilánime, pánfila y petarda que he tenido el gusto de conocer; y Sergio, realmente me ha dado pena, pobrecillo. Podría haber sido un buen personaje masculino, pero qué va, al pobre hacia la mitad del libro lo desinflan y va cuesta abajo, de culo y sin frenos.
En conclusión, antes de leer el libro busqué comentarios y vi que una chica, a la que tenía que haber hecho caso, dijo que esta autora había puesto el título como referencia a la serie "Pídeme lo que quieras" de Megan Maxwell. Y el que su apellido sea G. Rey era una clara referencia a Grey ("Cincuenta sombras de Grey"). Todo esto es marketing y hace que nuestro subconsciente crea que va a comprar un gran libro, pero que, en realidad, todo es una ilusión, y es cierto, el libro para mí ha sido una gran desilusión.
Por supuesto que seguiré apostando por las autoras españolas, las hay muy buenas, pero, por favor, con la que está cayendo, que las editoriales miren mejor qué publican, porque los libros cuestan una pasta, y al final hace que paguen justos por pecadores.