Atractivo y tentador como el pecado, Robin «Puck» Blackthorn dedicaba su vida a disfrutar de los placeres del momento. Su única regla era no acercarse nunca a una mujer inocente. Lo que no imaginaba era que conocería a una mujer así en un baile de máscaras, una mujer que le hizo darse cuenta de que había reglas que estaban hechas para romperse.

Regina Hackett descubrió escandalizada que el hombre con el que había compartido aquel baile... y un beso prohibido era el más famoso vividor de la ciudad, así que prometió no volver a acercarse a él. Pero la repentina desaparición de su prima la obligó a recurrir precisamente a Puck en busca de ayuda.

Durante el peligroso viaje por los oscuros callejones de Londres, Regina descubrió que, bajo esa fachada de pícaro, se escondía un hombre dispuesto a cualquier cosa con tal de protegerla... y de convencerla de que le diese una oportunidad a un pecador empedernido.

Segundo libro de la serie "Hermanos Blackthorn".

La historia de Puck empieza de una forma tan surrealista como la de su hermano Beau, pero el resultado no es el mismo. Si en la novela anterior las aventuras acompañaban y favorecían a la trama, en esta ocasión la historia ha sido más aburrida y pesada; sin los toques de humor y el dinamismo del primer libro. Y con unos protagonistas que carecen del carisma de Chelsea y Beau. Además, la trama del relativo misterio tampoco ha conseguido engancharme, porque se sabe quién es el villano desde los primeros capítulos y todo resulta bastante predecible.

Regina no me ha gustado mucho, es la típica heroína de las novelas de Regencia que se supone que es diferente a las demás. Pero, en realidad, es como una mala copia de Chelsea intentando ser distinta a ella, y su carácter no me ha gustado. Su encuentro con Puck es bastante extraño, porque ella creía que iba a un recital, pero la intención de su prima era llevarla a una fiesta de máscaras menos respetable y sin acompañantes. Al final accede a esa travesura para pasar un buen rato, sin que sea necesaria demasiada insistencia podría añadir, algo divertido para rebelarse en secreto contra su familia. Ese detalle no me ha hecho apreciar más a Regina, demuestra tener poco carácter.

Puck es el hermano más frívolo y libertino de los tres Blackthorn, por lo menos aparenta serlo. Le gusta el glamour de París, la frivolidad de las fiestas y la ociosidad de la aristocracia londinense. Al ser hijo bastardo de una actriz y un marqués, la sociedad les desprecia tanto a él como a sus hermanos, y cada uno lleva esa circunstancia a su manera. Puck tiene un plan para ganarse el respeto de sus semejantes por medio del ingenio, lleva haciendo planes desde la aventura del primer libro, pero todo cambia cuando conoce a Regina en la fiesta, y por las consecuencias posteriores a ese encuentro. Puck me gustó como secundario, pero ya entonces no me lo imaginaba como protagonista, no se toma nada en serio y esa actitud me ha acabado cansando un poco. Es un hombre encantador y simpático, pero como protagonista le falta fuerza.

Ninguno de los dos protagonistas debía estar en esa fiesta, pero allí están. Primero se besan. Después de ese momento apasionado, Puck no puede negarle ayuda a una dama en apuros como ella, pues lo ha dejado intrigado y cautivado, sobre todo después de descubrir que no es la mujer de mundo que había supuesto al principio. En otras circunstancias es improbable que se hubieran conocido siendo ella una dama en edad y posición de casarse bien; y él, uno de los bastardos del marqués de Blackthorn. La historia de amor es algo forzada, la atracción existe desde el primer momento pero la pasión se convierte en amor en pocos días sin la suficiente química entre ellos. Es una historia poco creíble y, a veces, parecían más bien un caballero salvando a una dama en apuros por deber, y una mujer que necesita ayuda y agradece tener un salvador tan apuesto.

Los personajes secundarios son bastante insoportables. La prima de Regina, Miranda, es importante porque es la que inicia toda la trama que lleva a los protagonistas a vivir esta aventura. Más allá de ese hecho, Miranda es inaguantable, rebelde y caprichosa, a pesar de sentir cierto aprecio por su prima, no la trata muy bien. Pero la familia de Regina es así: sus tíos y su primo sienten cierto desprecio hipócrita; su madre es egoísta; y, su padre, despreciable, sólo la ve como un medio para conseguir algo. Lástima que Chelsea y Beau sólo aparezcan mencionados, porque habrían animado un poco la novela. El único personaje destacable es Jack, al que vamos conociendo un poco más, que llega a robarles protagonismo a Regina y Puck.

Después de leer la primera historia, que me gustó bastante, esta continuación me ha parecido más lenta y aburrida. Quizás Puck podía haber tenido una historia mejor, pero no tiene la misma fuerza que Beau o Jack. Su historia me ha parecido más bien una novela de transición, una presentación del personaje de Jack. No pasa de ser una historia medianamente entretenida.