¿Podrá una joven reportera resistirse a los encantos de un hombre que la única cosa que quiere es hacerla callar?

La reportera Angel Buchanan se ha llevado una sorpresa enorme al descubrir que es la hija del difunto pintor Stephen Whitney, alias Artista del corazón, conocido por defender los valores familiares. Unos valores que desde luego no aplicó cuando la abandonó a la edad de cuatro años.

Ahora Angel ha crecido y tiene que enfrentarse a un montón de posibles herederos en un proceso que promete ser de lo más agitado. Y a un famoso abogado de muy buen ver que quiere comprar su silencio para que la verdadera naturaleza de su padre no salga a la luz. El señor C. J. Jones está dispuesto a todo para salirse con la suya, y la seducción es la mejor de sus armas.

Es curiosa la trama de este libro porque, al leer la sinopsis, pensé que se trataba de una historia con un poco de suspense. Algo tirando más al thriller a causa de la herencia, o que al menos ese tema causaría disputas entre los protagonistas. Por eso me ha sorprendido un poco encontrarme con algo más cercano a la comedia. Y el caso es que no sé si estoy decepcionada o no. Por una parte me había montado ya una historia, pero por la otra ha sido una novela entretenida y con sus puntos de originalidad que me ha sorprendido.

Así pues, esta novela está basada en unos hechos dramáticos pero narrada en un tono de comedia. Al principio me ha costado un poco entrar en la trama porque es una historia algo extraña, aunque no sabría decir por qué. Creo que es por el estilo de la narración y porque los personajes que rodean a los protagonistas son un poco especiales. Pero una vez que conectas con la trama se convierte en una novela fácil de seguir y bastante entretenida.

Angel es una periodista en busca de la verdad, pero no la típica periodista dispuesta a todo por conseguir una noticia. Y así decide mostrarle al mundo que el llamado Artista del Corazón era un farsante, que antes de defender los valores familiares la abandonó a ella, su hija, cuando tenía cuatro años. Pero para ella no es fácil adentrarse en las razones que tuvo su padre para hacer lo que hizo. Es una investigación dolorosa pero que se siente obligada a hacer, por ella y por la verdad. Me ha gustado que no sea una periodista agresiva pero sí objetiva dentro de lo posible, y al mismo tiempo sensible ante lo que va descubriendo.

Cooper es el cuñado del Artista del Corazón, un ex abogado de alto nivel que ahora dirige el pequeño hotel de la familia, un lugar de reposo basado en comida orgánica, el silencio y la ausencia de todo lo que lleve pilas. Echa de menos su anterior vida pero el cambio del último año era necesario para él, y ahora tiene que apoyar a sus hermanas y a su sobrina. Por eso al principio la presencia de Angel no es bienvenida, no le gusta tener a una periodista husmeando, pero no sabe que para ella es un asunto personal.

La relación de Angel y Cooper empieza llena de desconfianza y de recelos. A él no le gusta tenerla husmeando en los asuntos de su familia, y a ella no le gusta estar allí pero tiene un objetivo que cumplir. Pese a todo, no pueden negar que sienten una fuerte atracción desde el primer encuentro, cosa que todavía les gusta menos. Pero a medida que se van conociendo, su relación se va dulcificando, Cooper quiere cuidar de Angel cada vez que las circunstancias la superan, y ella le ayuda a recuperar algo que había perdido durante el último año. Hay algunas escenas con diálogos divertidos, y es muy tierno que su canción sea "Hakuna Matata". Parecen personas muy diferentes, pero en el fondo no lo son tanto y se complementan bien. En otras circunstancias podían haberse conocido, pero probablemente habrían tenido un contacto superficial dado el ritmo frenético de la ciudad. Ni siquiera se habrían prestado atención el uno al otro durante más de cinco segundos.

El secundario más importante es el único que no aparece, el padre de Angel, pero es una persona que ha marcado la vida de todos los personajes. Y a través de ellos conocemos parte de su vida. No es un aspecto que predomine en la novela, porque la historia principal es el romance entre Angel y Cooper, pero sí se demuestra que no fue ni tan bueno ni tan malo, sino simplemente un ser humano... O eso se pretende, porque a mí me ha parecido un capullo de primera y además cobarde.

El resto de secundarios son bastante pintorescos. La viuda, la cuñada, la otra hija y el silencioso amigo de la familia que llegó un buen día para quedarse. Ellos tienen distintas reacciones ante la presencia de Angel y opiniones subjetivas sobre el artista Stephen Whitney. La historia de amor secundaria más bien me ha sobrado, pero ayuda a entender a una familia tan extraña.

He estado toda la novela esperando que el secreto y la identidad de Angel se desvelaran, pero eso es algo secundario en la historia y queda claro cuando al fin se descubre la verdad. Al final las cosas suceden un poco rápido y no de la forma que me había imaginado, da la sensación de que quedan asuntos sin resolver, claro que Stephen Whitney es el único que tenía las respuestas. Pero el epílogo es bastante dulce y suaviza el final.

No sabría definir el género de esta novela, comedia dramática quizás. Es algo distinto a la historia que me imaginaba pero tiene sus méritos. Es una novela entretenida, con momentos divertidos y momentos emotivos, y algo de misterio. Los protagonistas podían haberse conocido en cualquier momento, pero lo hacen en el más propicio para su historia de amor. Una historia de amor que no es inolvidable pero sí bonita.