Sinopsis
Luz, pelirroja, soltera, mujer moderna y con una vida desenfadada, vive en Bilbao y disfruta de todos y cada uno de los momentos que el trabajo le deja libre.
Martín, español, fotógrafo de éxito y con una animada existencia en Nueva York, está pensando en regresar a su ciudad natal.
Lo último que esperaba Luz después de ocho años, era volver a cruzarse con el mismo tipo que a punto estuvo de arruinar su vida cuando tenía veinte años.
Lo último que esperaba Martín después de ocho años era verse atraído por la arrolladora personalidad de aquella mujer.
Imposible que ninguno de los dos se queme cuando el fuego de su relación se aviva a fuerza de muchas mentiras y demasiadas ausencias, unos ladrones de obras de arte y, por si todo ello no bastase, una ex jefa despechada.
Conocía la faceta de escritora romántica histórica de Ana Iturgaiz, pero me ha gustada también leerla en contemporánea; una de las cosas que más me gustó de ella fue el cuidadoso vocabulario y documentación de la novela. Y, en este libro, también me ha gustado mucho el detalle con el que la autora hace que viajes esas calles de Bilbao, en las que transcurre la mayor parte de la historia, o viajes a través de pequeños pueblos con callejuelas empinadas, medio desiertos pero con unas iglesias que esconden tesoros de arte religioso, o los bares del pueblo donde la gente se reúne a echar la partida de cartas o jugar al dominó. Tiene una forma de escribir lo suficientemente descriptiva como para que visualices perfectamente el entorno, pero sin llegar a saturar o a frenar el ritmo de la narración.
«Es por ti» es una historia narrada con un ritmo ágil y desenfrenado, quizás emulando el carácter del personaje principal femenino.
Luz es el eje principal de la historia y la protagonista indiscutible… los demás parece que giren a su alrededor. Resulta muy cercana, una mujer trabajadora con la que te puedes sentir totalmente identificada. Es una mujer muy atractiva, pero no una belleza según los cánones de moda. A veces es algo cansino volver a encontrar a otra de esas protagonistas cuasi perfectas, guapísimas e inteligentes, ésas a las que estás acostumbrada a mirar en las revistas, pero que a mí no me resultan nada próximas.
Luz tiene una personalidad totalmente arrolladora, una mujer muy activa, con las ideas muy claras, con sus complejos, sus ligues, sus problemas laborales y sus amistades de toda la vida. Una mujer independiente y moderna, con un gran corazón, vulnerable, pero también con una lengua viperina.
Martín tampoco es un hombre perfecto, emigró con veinte años a Nueva York en busca de aventuras y la vida trepidante de la Gran Manzana. Trabaja en el mundo de la moda pero ya está cansado de tanta hipocresía, adulaciones, mujeres espectaculares y sentimientos superficiales.
Un nuevo proyecto de trabajo lo ayuda a decidirse a volver a su pueblo natal. Martín es un personaje que me ha parecido muy interesante y del que me habría gustado saber más. Me ha dado la impresión de que se esconde un ser más complejo o que, al encontrarse en un momento de cambio en su vida, uno de esos momentos delicados en los que estás harto de lo que tienes, pero tampoco lo que encuentras acaba de llenarte, me he quedado con la sensación de que el personaje se ha guardado cosas.
En esta novela volvemos a encontrar unos protagonistas con un pasado en común; es algo que no tiene nada que ver pero últimamente es un argumento con el que, casualmente, me estoy encontrando bastante. Como no podía ser de otra forma, estamos ante dos personas que tuvieron una experiencia negativa, sobre todo para Luz, que durante cierto tiempo tuvo que vivir con las consecuencias de un hecho, que al fin y al cabo, no debería haber tenido mayor importancia y debería haber quedado como una pequeña anécdota, pero la tuvo.
Y aunque las cosas se olviden y el tiempo lo cura todo, Luz no lo ha perdonado. Entre los dos saltan chispas y la atracción sexual es casi inmediata. Luz tiene una pequeña lucha interna: por un lado no puede soportarlo, pero por otro, tampoco puede evitar sentirse total y absolutamente atraída por él. Esta pequeña enemistad, por llamarlo de alguna forma, creará situaciones de lo más divertidas, sobre todo debido a los diálogos, a veces rayando en crueles, pero totalmente irónicos. Luz es mordaz, incisiva y muy punzante. Martín, acostumbrado a la persecución descarada de una mujer neoyorquina, que no tiene ningún reparo en mostrar sus sentimientos y debilidad por él, se siente totalmente hechizado por esa pelirroja, que ha llegado a su vida como un vendaval y que no pierde oportunidad de burlarse de él.
Como ingrediente secundario, encontramos la intriga de robos de pequeñas obras de arte religiosas, en la que Martín, buscando, quizás, alguna actividad que le suba la adrenalina en una vida, que ahora le resulta demasiado tranquila, acepta involucrarse.
Esta trama es una historia bastante sencilla, con ciertos detalles que están bastante bien llevados. La autora parece jugar al gato y al ratón con Martín, haciéndonos dudar, en algún momento, de la moralidad de algunos de los personajes. Confunde y crea incertidumbre, estableciendo al mismo tiempo la excusa perfecta para que los protagonistas pasen más tiempo juntos y vaya evolucionando su relación.
Los protagonistas me han gustado mucho, sobre todo Luz, un soplo de aire fresco, que me ha hecho reír con sus ironías en más de una ocasión, y sus pensamientos internos. Por representar una mujer independiente y moderna. Y Martín, quizás algo menos definido, un hombre encantador, con sus dudas y de paciencia infinita, que intenta meterse como de puntillas cada vez más en la vida de Luz, rasgando poco a poco esa capa de vulnerabilidad que a veces la rodea.
Como punto negativo, he encontrado que en la relación entre ambos quedan algunos temas importantes sin cerrar. Se trata de refilón el tema del pasado e incluso, algunos malentendidos que transcurren durante la historia, me han parecido poco aclarados. El final, que no deja de sorprenderte, tampoco me ha gustado. Demasiado repentino y brusco, hasta el punto de dejarte con ganas de más. Pasas la hoja y piensas, no puede ser… me han quitado el epílogo, esa conversación final que lo aclarara todo y pondrá todos los puntos sobre las íes.
En definitiva «Es por ti»es una historia de segundas oportunidades, con algunas escenas divertidas, desenfadada y refrescante. Pero no puedo negar que, a mí, me ha faltado ese «algo» que te acaba de conquistar en una novela. Quizás me esperaba mucho más. Demasiadas cosas en las que, como ya he comentado, me ha dado la sensación de que la autora no profundiza lo suficiente y, sobre todo, el personaje masculino, que, en mi opinión, resulta algo desaprovechado.
Es indudable que la autora tiene un cuidado especial en la descripción de escenas y paisajes y está escrita de tal forma que crea un ambiente muy cercano y cotidiano.
Creo que es una novela ligera y entretenida, una historia romántica con un punto de misterio que no ha llegado a cumplir del todo mis expectativas.