Sinopsis: Cuando Harrison Tolly, hijo ilegítimo del conde de Ashwood, se entera de que Alexa Carey está embarazada, se ofrece a casarse con ella para protegerla del escándalo y así salvar el honor de la familia.La perspectiva de la boda y del bebé que está en camino le garantizan una nueva vida de privilegios, pero su corazón pertenece a lady Olivia Carey —la esposa de su despótico señor y hermana de Alexa—, a la que intenta cortejar a pesar de las dificultades...Valoración personalCon «Seducir a lady X» nos llega la tercera entrega de la saga Los Secretos de Hadley Green, aunque en este libro la autora nos cambia el escenario y la mayor parte de la novela no transcurre en esas tierras.
En mi opinión lo más destacable de esta novela es el argumento, que aunque no es totalmente original, tampoco es habitual encontrarlo en la novela romántica.
Estamos ante una trama que gira en torno a un amor imposible, el de Harrison Tolly y Olivia Carey.
Harrison Tolly es un hombre encantador, de esos que te enamoras en cuanto aparecen en escena. Trabaja como administrador de Everdon Court, finca en la que transcurre la mayor parte de la historia, para la familia Carey, a los que les estará eternamente agradecido debido a la aceptación y oportunidad que el antiguo Lord Carey, padre del actual, le brindó ofreciéndole el trabajo, aun sabiendo que se trataba de un bastardo con pocas posibilidades de labrarse un buen futuro. Esta condición ha formado el carácter de Harrison, y lo ha convertido en un ser amable, generoso, de lealtad incuestionable y capaz de hacer casi cualquier cosa por la familia para la que trabaja. Es un personaje adorable, tierno y encantador.
Lady Olivia Carey es una mujer infeliz, vive atrapada en un matrimonio en el que las vejaciones, insultos y violencia son algo que acontece casi a diario. Pero su capacidad para aceptar su realidad, siempre con una sonrisa y buen humor, hace que no dejes de admirarla y le coges cariño desde el primer instante. Constantemente se esfuerza por complacer a un hombre al que ha acabado odiando. Se casó emocionada, ilusionada, aunque no enamorada, pero sí con la esperanza puesta en una relación que, a primera vista, se auguraba como de completa felicidad. Siempre centrada en complacer y obedecer a su familia, era lo que tenía que hacer, tanto por ella misma como por su hermana Alexa, de la que ahora tiene que cuidar.
En este libro, otros dos personajes tienen casi tanto peso en la historia como los dos protagonistas, en primer lugar, Lord Carey, el marido. Como todo noble, se casó acorde a su estatus social, pero vive amargado ya que su matrimonio no le ha aportado lo único que él quería: un heredero. Es un noble con poder, acostumbrado a tratar a las mujeres como seres inferiores, un maltratador, un hombre alcohólico y violento al que, aparentemente, el único que lo sabe controlar es su fiel administrador: Harrison.
Y en segundo lugar, Alexa, la hermana pequeña de Olivia. Desde bien pequeña ha vivido mimada por su madre y por una hermana, de la que ha aprovechado su capacidad de sacrificio para con ella. Me parece excelente la forma en que la autora va consiguiendo, poco a poco, que este ser, aparentemente angelical y quien, a simple vista, sólo puede provocar ternura y comprensión, se quite su piel de cordero y vaya mostrando con cada certera frase, con cada pequeña acción, su verdadera piel de loba.
Hace un par de días ya que terminé el libro. Y, mirándolo con un poco de objetividad, no sé muy bien, que es lo que ha provocado que la historia me enganchara tanto. Pero, lo cierto, es que partiendo de la base de que la protagonista del libro ya está casada y de que el protagonista la ama desde hace una eternidad y no le desvelará nunca los fuertes sentimientos que siente por ella, la autora ha construido una historia sencilla y complicada al mismo tiempo en la que me he visto totalmente envuelta.
Una trama que, desde el comienzo, ha llamado mi atención. No hay que olvidar que la historia de Olivia es una historia dura. El tema del maltrato a la mujer, no tan sólo la violencia física, sino las continuas vejaciones y humillaciones, está muy bien llevado por la autora.
Por otra parte, es una historia de amor muy tierna. A pesar de que los acontecimientos que ocurren en Everdon Court son muchos, realmente pocos son los que van a cambiar la vida que llevan los protagonistas. Por eso, a lo que asistimos con el paso de las páginas es a la vida cotidiana de dos personas unidas, no tan solo por un amor, oculto incluso entre ellos mismos, sino en el intento de solucionar la desgracia de una tercera persona que poco pone por su parte. Quizás lo que te mantiene más en vilo es la cantidad de problemas que la autora va poniendo en el camino de estas dos personas, hasta el punto de que el final feliz entre ellos se ve cada vez más lejano.
Quizás lo que más me ha gustado de la historia es esa ternura que subyace tras una mirada, un roce, un regalo, un detalle, totalmente desinteresado. Es una historia realmente conmovedora, donde los protagonistas son capaces de hacer sacrificios impensables por aquello en lo que creen. No os voy a engañar, en más de un momento me han dado ganas de vapulearlos y hacerlos reaccionar, provocar que piensen más en sí mismos que en los demás.
Estoy muy acostumbrada a las historias en las que los protagonistas son casi enemigos, en las que la historia gira alrededor de peleas y malos entendidos. Nada de esto encontraremos en «Seducir a lady X». Harrison y Olivia son amigos y tienen una relación tan estrecha y cordial como el decoro les permite. Ambos esconden un amor que saben ilícito y sin futuro, pero es una verdadera delicia asistir a la ternura entre ellos.
Sin ser una lectura inolvidable, he disfrutado con la forma en la que Julia London nos acerca a esa día a día creando una historia pausada y sencilla, pero muy bonita que, a pesar de que puede parecer triste, esconde verdadero optimismo. Su capacidad para mostrarnos en pocas escenas cómo y cuáles son las circunstancias de cada personaje, la delicadeza con la que trata temas tan crudos y arriesgados como el alcoholismo y la violencia, la capacidad de crear personajes bien definidos y cómo consigue que empaticemos con ellos y crear continuos giros para que la historia vaya avanzando.