3’5 Estrellas. Esta es mi primera incursión en la pluma de M.C. Sark, y he quedado bastante satisfecha. Me hubiera gustado empezar leyéndola con la serie sobre vampiros que autopublicó, pero me decidí por “El viento me contó un secreto” porque me servía para añadirlo a un reto literario. El resultado ha sido un acierto.

No es que sea un novelón, se nota que es una novelilla, no excesivamente corta, pero tampoco larga, como para que la publique Harlequin, y aunque tiene detalles que me han gustado mucho, otros no me han convencido tanto. De modo que vamos a la historia.

Sandra es una mujer recién estrenada en la cuarentena, una escritora de novela romántica que está pasando una mala época; los cuernos de su ex marido, el posterior y traumático divorcio, y un bloqueo literario muy serio a consecuencia de su fracaso. Para salir del ambiente opresivo de Salamanca, donde vivió con su marido, decide instalarse en una urbanización aislada y a medio construir con su hija Mercedes, de diecinueve años.

Todo cambia en la vida de estas dos mujeres, cuando el chalet de al lado es ocupado por un tipo algo extraño, pero muy, muy atractivo y misterioso. Este nuevo vecino es David, un escritor de novela negra de origen español y anglosajón. Y como digo, un tipo misterioso que oculta celosamente su pasado, y que trata de pasar totalmente desapercibido para no llamar la atención sobre su persona. ¿Será su aura de misterio y atractivo lo que sacará a Sandra de su bloqueo literario?

El acercamiento entre Sandra y David será lento pero efectivo, y quizás esto es lo que más me ha gustado, pues soy enemiga de los instalove y prefiero las historias cociditas lentamente. Esto es lo que ha hecho que el romance a mi entender, sea más creíble, y he valorado mucho a David como persona y su fe en Sandra, pero sobre todo en lo bien que la trata, a ella y a Mercedes, lo comprensivo que es con ellas. Sí, David ha sido puro amor.

La novela se dividiría en dos partes, una primera donde prima más la narración que la conversación, y que a mi parecer es algo más aburridilla; y una segunda parte donde la historia se anima y mejora mucho, donde nace el romance entre los personajes y se desarrollan las mejores escenas.

De modo que lo que más me ha gustado es ésa segunda parte, el romance de los personajes y David. No desmerezco a Sandra como persona, al revés, me ha encantado, pues sé que hay muchas mujeres como ella, mujeres que empezaron su vida muy jóvenes, que fueron víctimas de las circunstancias, que se niegan a abrirse al amor por miedo al rechazo, pero que debido a su breve vida amorosa, son torpes e inexpertas, y en cierto modo ingenuas, y que en el fondo, lo único que necesitan es un David en su vida para amarlas y valorarlas.

Desafortunadamente, ahora llego a lo que no me ha gustado o no me ha convencido: 
Primero: que la trama me ha parecido muy predecible, porque en cuanto Sandra sale de su bloqueo literario te hueles lo que va a pasar. 
Segundo: que la primera mitad del libro es un pelín aburridilla hasta que te metes en la historia y comienza el romance, y:
Tercero: la pelandrusca de turno, siempre tiene que haber una pelandrusca, y las odio, pero aunque la pelandrusca de turno dé algo de vidilla a la trama, en el caso de ésta novela se ha quedado en nada, una mera anécdota, y las acciones de ésta la han convertido en un personaje ridículo que no ha aportado nada, salvo un aplauso pluscuamperfecto a David por lo bien que lo ha manejado.

Así que he quedado muy satisfecha con el estilo de M.C. Sark y no descarto seguir leyéndola en el futuro. La recomiendo si te gustan las historias sencillas de romance contemporáneo, no demasiado profundas, ni demasiado largas, pues se lee en un par de tardes.