Tuareg – Elena Garquin
Sinopsis:El Sáhara, 1890.
Cuando Beatriz Ayala vuelve en sí, después de estar a punto de morir en el desierto, tiene una sola idea en la cabeza: regresar a su hogar en España, del que fue brutalmente arrancada para ser vendida como esclava.
Nada ni nadie va a impedírselo. Ni siquiera Tahir Abdul-Azim, el poderoso líder tuareg que la ha salvado de las garras de la muerte, tan atractivo e imponente que despierta en ella un fulgurante deseo imposible de dominar.
Pero él no parece opinar lo mismo. Tahir vive para su pueblo, y está dispuesto a cualquier sacrificio por él. Sobre todo si ese sacrificio incluye hacerse cargo de una hermosa y testaruda mujer por la que se siente irremediablemente atraído. Consciente de que pertenecen a mundos totalmente opuestos, pero dispuesto a vencer su carácter obstinado para convertirse en el amo de toda su pasión, la acepta como huésped. Iniciarán así una aventura, en un paraje asolado por las luchas internas de poder y los efectos devastadores de la colonización, donde Beatriz será capaz de sortear toda clase de peligros, excepto uno: resistirse al oscuro embrujo del hombre que la protegerá con su vida, irrumpiendo con fuerza en su corazón.
Opinión personal
Siento verdadera debilidad por las novelas ambientadas en lugares exóticos y, en particular, en algún país árabe. Muchas veces esto me proporciona más de un cabreo porque, en esos libros, y dada la cultura machista que recrean, no siempre estoy de acuerdo con el tipo de relación entre los protagonistas que me encuentro.
A pesar de que desde que se publicó supe que iba a leerla, reconozco que tenía ciertas dudas sobre si me volvería a encontrar una relación desigual o no. Por eso quiero dejar claro, ante todo, que en esta novela, «Tuareg», no he encontrado este tipo de relación. Al contrario, creo que la autora hace especial hincapié en dejar absolutamente fuera de toda duda que en todo momento hay consenso y, en otras ocasiones, se toma la molestia de justificar otros detalles que vamos a encontrar a lo largo de la novela y que suelen sorprender.
Beatriz Ayala es una bella muchacha, una joven de buena familia acostumbrada a conseguir lo que quiere y el ojito derecho de su abuelo. Tiene la suerte de estar prometida al hombre que ama, ya que en aquella época los matrimonios de conveniencia estaban a la orden del día y no todas las mujeres, tal como se nos cuenta en la novela, gozan de buena suerte en sus uniones. No deja de ser un matrimonio del que ambas partes sacarán provecho, pero la diferencia radica en la buena relación que mantiene con Adrián.
Una traición la alejará de su acomodada vida, de todo aquello que conoce y la pondrá en manos de Tahir. Esa situación la llevará al límite y nos descubrirá una mujer decidida, inteligente y resolutiva. Una mujer con arrojo y valentía que no se amedrenta ante el peligro y, en algunos momentos, con un comportamiento poco acorde a su condición social.
Suelen gustarme este tipo de personajes. Me gustan las heroínas que no se amedrentan ante el infortunio pero, particularmente, Beatriz es un personaje con el que no he conseguido congeniar. Muchas de las determinaciones que toma me han resultado poco creíbles, ciertas actitudes me han parecido algo incoherentes y, en general, me ha parecido un personaje algo irreal.
Tahir es un encanto. No conozco mucho la cultura tuareg, pero es un personaje que me ha sorprendido mucho, lo he encontrado un hombre muy razonable, sobre todo en lo concerniente a Beatriz, la paciencia que muestra con ella es admirable. Intenta ser justo en todo momento y, a pesar de ser el jefe y estar acostumbrado a hacer acatar sus órdenes, muchas veces se siente totalmente desbordado por la tenacidad de esta joven.
La relación entre ellos es puro fuego. Desde el primer momento, Tahir cae rendido ante esta joven bella, muy bella, que le levanta pasiones y a la que no puede dejar de admirar. Está totalmente deslumbrado por su físico y, poco a poco, su carácter fuerte y valiente acaba por conquistarle totalmente, de una forma, en mi opinión, demasiado rápida. Me ha parecido que su relación está demasiado basada en el deseo. Entiendo el flechazo y la química entre dos personas, pero no me parece creíble que esos sentimientos sean tan fuertes en cuestión de días o semanas. Y más teniendo en cuenta la situación que los rodea, sobre todo la de ella, no tan solo por las circunstancias actuales, sino también a quién ha dejado atrás.
Me gustan las historias en las que el amor aparece de una forma paulatina, y disfrutamos mientras vamos avanzando la lectura de la evolución de los sentimientos de los protagonistas. Es algo que no encuentro siempre, pero no dejaré de buscar ese tipo de historias. A pesar de lo repentino, la historia de amor entre ellos resulta bonita: desconfianzas, celos y sacrificios, con escenas cargadas de pasión.
La trama es de las que leíamos antaño, no puedo decir que no resulte entretenida. Actualmente está todo escrito y poco resulta original, y en esta novela encontramos muchas situaciones habituales en las novelas de esta temática: traiciones, luchas de poder entre tribus diferentes, celos y, sobre todo, envidias.
Para las que encontréis esta temática novedosa, os llevaréis una grata sorpresa. Es una ambientación poco usual últimamente y, de vez en cuando, se agradece huir del estirado y frío Londres para adentrarnos en la calurosa arena del desierto. Como ya he dicho, a mí me gusta mucho leer este tipo de argumentos y, por eso, ciertos tópicos ya han perdido esa novedad y han hecho que, hasta bien entrada la mitad del libro, la historia no acabara de engancharme. Eso, unido a ciertos detalles, muy poco creíbles, ha hecho que la trama en general no acabara de gustarme.
La parte del final es la que más he disfrutado. Me ha sorprendido y me ha gustado el camino que ha elegido la autora eludiendo el que pudiera ser más previsible, a pesar de que hay cierta información, relevante en la historia, que tampoco acabo muy bien de entender cuál era su propósito y me ha dejado un poco perdida.
Además de los protagonistas, muchos son los secundarios que dan vida a la novela. Destacaré especialmente a Gulnar y Raissa, pero no podemos olvidar a Arslan u otros, que prefiero no nombrar para no desvelar detalles.
Los personajes están bien definidos y la forma de describir los paisajes activa la imaginación del lector y le transporta a aquellas tierras.
También comentaré que la autora aprovecha para matizar el trato a la mujer en las dos culturas que chocan en esta historia, no siempre los llamados bárbaros actúan como tales y, en muchas ocasiones, los cristianos y civilizados tenemos un comportamiento mucho más cruel.
Sólo he leído buenos comentarios sobre esta novela, quizás eso ha provocado que tuviera muy altas expectativas que, al final, no se han visto del todo colmadas. «Tuareg» es una novela que podéis encontrar entretenida, en la que conocemos un poquito de la cultura y forma de vida de este pueblo, llena de aventuras y con giros ágiles y sorprendentes.