Bella y perversa.

Carole Mortimer.

Sinopsis: Eran jóvenes, bellas, viudas… y duquesas

Rupert Stirling, duque de Stratton, llevaba desde hacía tiempo el apodo de «Diablo». Y se lo había ganado a pulso gracias a sus asombrosas hazañas dentro y fuera de la alcoba.

Pandora Maybury, duquesa viuda de Wyndwood, era incapaz de cualquier osadía, aunque el turbio secreto que guardaba la hubiera convertido en objeto de escabrosas murmuraciones. Si la aristocracia londinense hubiera sabido lo inocente que era en realidad... Incluido Rupert que, tras rescatarla de una situación comprometida, parecía empeñado en comprometerla aún más…

Hay novelas que, por algún motivo, permanecen en nuestra memoria mucho tiempo, que atesoramos y releemos una y otra vez. Y hay novelas que cierras y olvidas a los dos días, pero que, aun así, mientras las lees lo pasas bien.

No voy a decir que, con sus ciento setenta páginas escasas, esta novela es una de las primeras, pero indudablemente es una de las segundas. Me he puesto a teclear la crítica nada más acabarla porque sé que, dentro de unos días, mis recuerdos sobre ella serán, cuando menos, vagos. Pero no me importa. No me importa porque me ha servido para pasar una tarde entretenida, y para mí eso es más que suficiente.

Podría decir muchas cosas: podría contaros que la historia es demasiado breve (aunque, como ya os he dicho que tiene unas ciento setenta páginas, tampoco es que tengáis que esforzaros mucho por imaginarlo); que el romance surge de la nada, o casi; podría explicar que la resolución de todos los secretos, misterios y tramas se da en unas apresuradas diez páginas; podría protestar porque hay autoras que siempre se sacan de la manga algún truco para que la protagonista sea virgen, a pesar de ser viuda... Sí, podría ponerle muchas pegas, pero no lo voy a hacer. Y no lo voy a hacer porque, a pesar de todo eso —o quizá gracias a ello—, he pasado unas horas divertidas, con dos protagonistas tan deliciosos como típicos, tan familiares como una de esas zapatillas viejas y rotas de las que cuesta desprenderse, y con una historia que no tiene nada de particular, pero que te mantiene pasando una hoja tras otra gracias a una prosa rápida y fluida y a unos diálogos cargados de ingenio y buen humor.

Pandora es una mujer marcada por el escándalo —su marido y un hombre al que la alta sociedad tomó por su amante se mataron en un duelo, supuestamente por ella— y, desde entonces, arrastra el típico estigma que hace que no sea bien recibida en ningún salón «decente» y que los hombres la tomen por una mujer fácil, más que dispuesta a convertirse en su amante. Por supuesto, tras ese supuesto escándalo se esconde otra historia mucho más compleja. Y Pandora podría haber salvado su cuello contándola, pero como tiene un corazón de oro, prefiere soportar el rechazo de sus pares antes que dañar a otros. Me ha gustado su personaje, a pesar de ser tan perfecta y bondadosa que casi hace subir el azúcar, sobre todo porque compensa esa increíble bondad con un ingenio poco común y una inteligencia despierta.

Rupert «Diablo» Stirling… A ver, le llaman «Diablo». Supongo que eso ya os da una pista de cómo debería ser. Pero la verdad es que no lo he visto en la novela, y para mi decepción, la verdad. Eh, ya me conocéis: me gustan los malos, no puedo evitarlo. Y esperaba un auténtico demonio malicioso y lujurioso y lo que me encontré fue con un perfecto caballero. Bueno, da igual, me conformo. Rupert es tan ingenioso e inteligente como Pandora, le traen sin cuidado los rumores y los escándalos, y es un perfecto encanto cuando se pone, pese a su arrogancia —sí, claro, es arrogante. Es un duque. El cliché dice que viene con el cargo— y su costumbre de hacer siempre su santa voluntad.

Las escenas entre ellos entretienen y divierten. Sus combates de ingenio están repletos de dardos verbales y de mala intención y se leen con facilidad y mucho agrado. Y la arrogancia de Rupert, que suelo encontrar cargante la mayoría de las veces, en este caso me ha hecho reír muchísimo.

Los secundarios no es que sean para tirar cohetes, pero sirven para apoyar la trama y a sus protagonistas y, de paso, para tentarnos con las dos historias que se intuyen entre los amigos de Rupert y las amigas de Pandora. Dentro de ellos destaco a la madrastra de Rupert, un personaje tan odioso que carece de cualquier virtud que la redima. Sí, otro cliché, pero, una vez más, ¿qué importa?

La trama es sencilla, pero está bien llevada. Quizá se resuelve a toda velocidad, como si la autora se hubiera dado cuenta de pronto de que le iban a sobrar páginas y metiera la directa, pero como, en realidad, lo que suele atraer de estas novelas es el leer un romance entretenido y sin complicaciones, pues tampoco es que sea un punto negativo importante.

En resumen, lo de costumbre: un libro cortito, sin más historias, perfecto para pasar una tarde aburrida o para llevarlo a la playa y leerlo sin esforzarte a pesar de tus neuronas adormiladas por los rayos UVA. Cumple su objetivo de entretener a la perfección y lo recomiendo sin problemas.

Me atrae mucho el argumento, lo voy a puntar, porque si me hace reir, seguro que me gusta, aunque, como dices, luego la olvide. A mi también me gusta leer algo que me haga pasar unas horas entretenida. Gracias por la crítica.

Estoy en una época, donde no tengo mucho tiempo de lectura y prefiero leer cosas divertidas y sin mucho calentamiento de cabeza y me atrae bastante. Gracias por la recomendacion.

Buenísima la crítica, lo leeré porque me llamó mucho la atención, tengo ganas de leer algo sencillo y sin complicaciones.
Gracias por la recomendación DeDanna!!!!

DeDanna escribió:

A ti   Me encanta aumentar pilas de pendientes... de las demás

       qué mala eres!!!

   

Muy buena crítica Danna   Parece perfecto para una tarde sin mucho que hacer, entretiene y punto, a veces, solo necesitamos eso, lo apunto.

        Si es que no paramos

Yo después de leer la crítica también pensé en comprarlo    el lado bueno es que como yo no lo apunto luego se me olvida    

Ves lo que pasa, no me lo apunto, luego voy y me compro bodrios     

NinaTRC escribió:

mongi_87 escribió:

Ves lo que pasa, no me lo apunto, luego voy y me compro bodrios     

siempre me pasaba eso    después aprendí a leer las críticas primero

 Mi problema es cuando tengo que matar tiempo y me meto en una libreria, empiezo a dar vueltas a mirar y como no tengo acceso al foro me acabo comprando algo que me llama la atención, luego vienes, miras la crítica y te cagas en todo      

Y creo que no es sólo con la crítica, yo hay sagas que ya se de que estilo van a ser sólo con ver quien las comenta, si veo a Alba y a Itzy muy contentas con una serie se que va a ser un libro que pierde azucar por todas sus páginas