Este título se aleja un poco de mis lecturas habituales pero, de vez en cuando, también me gusta disfrutar de un buen suspense romántico. Y lo cierto es que desde que leí la sinopsis me atrajo mucho la idea de leerme la historia de Ana.

Voy a decir, desde ya, que la novela me ha gustado, siempre me espero mucho de las novelas de suspense, y de ésta no ha sido menos. Por eso quiero matizarlo, porque después de escribir estas líneas me he dado cuenta de que le he encontrado bastantes “peros”, y quizás puedan resultar engañosas.

Ana Alcázar me ha parecido un personaje muy completo, al mismo tiempo, complejo. Ella es el eje alrededor del cual gira toda la historia, porque no sólo tenemos el misterio del asesino, también contamos con el pasado de Ana, y la pregunta de quién es esa niña que fue abandonada apenas unos días después de nacer. Porque pronto nos daremos cuenta de que tiene un papel mucho más importante que el que pueda parecer en un primer vistazo.

Ana es una mujer muy fuerte, decidida y responsable. Me ha gustado mucho su forma de ver las cosas, la lógica que emplea para analizar los hechos y la suavidad con la que combate, en muchas ocasiones, lo que no le gusta.

Nuño Macnamara no me ha gustado como protagonista. Reconozco que es algo totalmente personal. Simplemente es un estilo de hombre que no me gusta. La autora ha creado a la perfección el personaje de policía rudo y frío que huye de las relaciones de compromiso. Seguramente resulta complicado conseguir el equilibrio y, en mi opinión, ha pesado más la parte dominante y controladora, junto con esa actitud hacia las mujeres que tampoco me gusta… Durante la mayor parte del libro he compartido los sentimientos con Ana y aunque la autora contrarresta ese mal carácter y brusquedad con algunas actitudes realmente tiernas, no ha sido suficiente para enmascarar algunas otras actitudes que no me gusta ver en los protagonistas masculinos.

A pesar de eso, la relación entre ellos es evolucionada y se va construyendo a medida que van transcurriendo las páginas, y eso es algo que me gusta. Aunque no puedo quitarme la sensación de que la parte policíaca tiene más peso en la historia que la parte romántica, algo que me parece que es bastante habitual en este subgénero.

No es la primera vez que me pasa que en seguida descubro quien es el asesino pero eso, a pesar de lo que pueda parecer, no le quita mérito a la novela. El misterio del culpable me ha gustado bastante, aún sabiendo quien era, me gusta que la autora me lleve de una forma lógica al porqué, cuando y cómo y, eso, es algo que Isabel Keats ha logrado hacer mediante un hilo muy coherente.

He de admitir que la parte paranormal me daba un poco de reparo, no soy muy aficionada a esos temas y me daba un poco de miedo que no me gustara. Pero lo cierto es que, teniendo bastante peso en la historia, la autora no hace un abuso del tema y está perfectamente combinado con otros aspectos de la novela.

En resumen, «Abraza mi oscuridad» es una novela con la que he disfrutado, no obstante, también me ha dejado con la sensación de que, con ese guión central, podría haber aprovechado más la parte “oscura” de la historia. La autora tiene un estilo directo y sencillo que me ha gustado, y sabe conseguir cuando quiere un buen punto de tensión y suspense.  El final entre ellos me ha resultado algo precipitado, quizás encuentro muy rápida la aceptación de algo que llevan todo el tiempo negándose, pero como ya he dicho, destaco la parte policíaca y, sobre todo, a Ana, un personaje que me ha gustado.