Matrícula de honor, nos narra la historia de Helena, un joven gaditana muy impulsiva, y David un chico muy introvertido y muy serio. Son dos polos opuestos que se atraen de tal forma que se acaban complementando el uno con el otro.
Su primer encuentro es así como de película, él le dice una bordearía ella le suelta una fresca y hay empieza todo, el destino los va a ir juntando irremediablemente, cada uno con ese carácter que dios les ha dado y que nos va hacer pasar más de un rato divertido.
La trama se podría resumir como confrontaciones constantes, muchas peleas, secretos, malentendidos y una elección que puede cambiar el futuro.
Los protagonistas secundarios también forman parte muy importante de la obra, tenemos a los compañeros de universidad de Helena, que también son como el agua y el aceite entre ellos. Nos ensañarán el mundo universitario, sus fiestas, sus preocupaciones y esa amistad que se forma cuando estas lejos de los tuyos y que es tan fuerte que se convierten en parte de tu familia.
En este libro encontramos una montaña rusa de sensaciones, tan pronto estas riendo a carcajadas, como que nos narran escenas realmente tristes, te puede sentir totalmente identificada con los protagonistas, como que le darías de leches hasta el carnet de identidad, vamos que anímicamente no nos vamos a aburrir en absoluto.
Helena es un personaje que me provoca un gran enfrentamiento emocional, en bastantes ocasiones la he odiado profundamente, se me ha hecho cansina y me ha dado la sensación de que era bastante niñata. Puedes tener un carácter fuerte, pero no tienes que escudarte en eso cada dos por tres, y me ha dado la sensación de que eso es lo que la autora estaba haciendo. Hasta tal punto que me ha parecido un personaje horrible. Pero a la vez no podía dejar aparcada la historia así que ha sido bastante complicado y frustrante.
David me ha encantado es un chico muy serio, profundo y a la vez tierno, al principio parece que tenga metido un palo en el culo todo el rato, pero a medida que lo vamos conociendo se va soltando y deja algunas perlas por esa boquita que nos dejan bastante sorprendidos.
En conclusión es un libro entretenido sin llegar a ser una obra de arte, pero se merece que se le dé una oportunidad.