Sinopsis:

Una terrible coincidencia cambiará para siempre la vida de Amy y Zack

Cuando Amy Dawson, una reconocida autora de novela romántica, viaja a las afueras de Baltimore para documentarse sobre una de sus novelas, jamás podría imaginar que un atípico accidente y una tormenta de nieve iban a cambiar el resto de su vida.

La aparición de Zack Parker, un neurocirujano que está pasando unos días en su cabaña del lago, la salvará de una muerte segura. Zack es un completo desconocido, bastante distante y poco conversador, que después de rescatarla y darle cobijo, resulta ser la persona que hará que el mundo de Amy se desmorone como un castillo de naipes.

Varios meses después, el destino vuelve a interceder para que los caminos de Amy y Zack se crucen. La abuela de Zack conecta sus vidas a través de una herencia porque está convencida de que están hechos el uno para el otro, pero sus caracteres son tan dispares y sus planes tan diferentes que nada hace presagiar que la anciana estuviera en lo cierto.

¿O sí lo estaba? La dulzura de Amy es un arma letal que podría destruir el hielo que recubre el corazón de Zack para llegar a sus más oscuros secretos.

Bajo el marco lluvioso de la ciudad de Baltimore, en cada uno de sus encuentros, la lluvia parece venir cargada de emociones y mensajes esperanzadores imposibles de ignorar.


Opinión personal

Empecé a leer a Mar Carrión por pura casualidad y gracias a ella descubrí el suspense romántico. Pero, sobre todo, pasó a ser una esas autoras nacionales de las que leo, sí o sí, todo lo que de ellas se publica, sea del género que sea. A pesar de que la romántica contemporánea no sea mi género favorito.

Creo que me va a resultar complicado comentar esta novela, porque me ha provocado sentimientos encontrados. En general me ha gustado mucho, pero no he podido comulgar con ciertas acciones del protagonista y, ya se sabe, resulta imposible desprenderse de las ideas propias cuando lees un libro e, indudablemente, influyen muchísimo en lo que ese libro te parece.

La historia arranca en un alejado paraje en Robert E. Lee Park, cerca de Baltimore, donde Zack y Amy tienen un accidentado encuentro, y eso me ha parecido algo forzado. Aunque es cierto que muchas veces la realidad supera la ficción. Pero sienta las bases para crear una rotunda animadversión y desconfianza entre ambos.

Es simpático el hecho de que Amy sea una escritora de novelas románticas, y creo que ese dato ya nos facilita muchas pistas sobre su carácter. Es ella la que aporta toda la dulzura a la novela. Su situación personal no ha sido muy normal y, quizás por eso, a lo largo de la historia toma algunas decisiones que le complican su relación con Zack. Es un personaje que engaña, esa dulzura que irradia su carácter puede llevarnos al equívoco de pensar que estamos ante una mujer débil, pero nada más alejado de la realidad. A lo largo de todo el libro se nos muestra como una mujer fuerte, que no duda en levantarse cada vez que la vida le da un golpe. Capaz de amoldarse y adaptarse a nuevas situaciones, algunas de las cuales resultan algo peculiares, sobre todo las que hacen referencia a sus padres. Amy es un personaje muy cercano y resulta muy fácil, en la mayoría de las situaciones, sentirse identificada con ella.

Zack aporta la parte tortuosa a la historia. Como él mismo comenta, su corazón es puro hielo, y quizás son esa frialdad y esa distancia lo que provoca que atraiga tanto a las mujeres. Además de su éxito profesional, es un hombre que encandila, con un increíble magnetismo y, como no, con un físico estupendo. El neurocirujano tiene muy claro lo que busca de las féminas y no las engaña. Tras esa indiferencia se esconde un pasado problemático que le ha marcado y que todavía no ha podido superar. Es un personaje hosco, malhumorado y con mal genio. Eso sí, tiene ese punto simpático y encantador cuando quiere conseguir algo, imposible de resistir.

Creo que la autora ha hecho un trabajo realmente excelente con este personaje. Dejando a un lado que muchas de las cosas que hace no me hayan gustado (algo totalmente personal), Mar Carrión le otorga el punto exacto de misterio. Jugando con su pasado, dándonos con cuentagotas esa información que necesitas para poder entender mejor al personaje mediante una historia que va surgiendo en paralelo y que, poco a poco, va adquiriendo cada vez más importancia en la historia.

La relación entre ellos no será fácil. Ambos se encuentran en una situación delicada y, a pesar, de que ambos se sienten atraídos mutuamente, no buscan las mismas cosas de una relación. El vinculo entre ellos se va estrechando cada vez más, como a mi me gusta, poco a poco y de una forma nada apresurada. La inocencia y la falta de deseos ocultos de ella irán resquebrajando la capa de hielo que rodea el corazón de Zack, que se verá totalmente conquistando por una mujer corriente, inocente y bondadosa, cálida, sin oscuras intenciones. En definitiva, totalmente opuesta a aquellas con las que él suele relacionarse. Un alma atormentada que encuentra la cura con ella.

La historia está llena de sentimientos, quizás tiene sus momentos tristes pero también tiene otros muy tiernos, y escenas cargadas de una pasión que desborda. Pero yo me quedo con esas situaciones tan cotidianas, sencillas del día a día: conversaciones entre amigas en un gimnasio, confidencias en un bar... sucesos con los que te puedes sentir identificada y que consiguen a la perfección que te involucres en la historia.

Personajes secundarios, como Terry y Kevin, acompañan a los protagonistas durante toda la novela, y protagonizan ellos mismos una historia secundaria de dolor, confianza y superación que sí me ha parecido preciosa. Sinceramente, me hubiera gustado saber mucho más de ellos. Y tampoco debo olvidarme de Eloisa, que aparece brevemente pero cada palabra suya parece escrita para acertar en el momento justo, desprendiendo sabiduría con cada palabra.

Quizás el hecho de que Zack no haya resultado el personaje de mis sueños, a pesar de que la autora ha puesto en él algunas frases preciosas de esas que no olvidas, me ha estropeado un poco la historia. Pero en su conjunto, es una novela que no puedo dejar de recomendar a las que, como yo, disfrutan de un relato bien escrito, con unos personajes muy bien construidos, con suficientes defectos para resultar humanos y con algunas reacciones que les hacen muy cercanos.

Mi mayor pega es el final que, aunque tengo que reconocer está en total concordancia al dulce y bondadoso carácter de la protagonista, a mí me ha resultado demasiado precipitado.

En definitiva, como siempre, Mar Carrión nos regala un estilo ágil, elegante y muy cuidado. Con una narrativa lo suficientemente descriptiva para transportarte a esos escenarios que rodean a los protagonistas, un ritmo que no decae y con los giros justos para mantenerte enganchada desde sus primeros párrafos. Una bonita historia, aunque haya detalles que no me hayan gustado y que, para mí, le hayan restado el adjetivo de preciosa, con unos personajes con mucha fuerza. 

En mi opinión, resulta indudable que esta autora sabe crear magia con algunas frases con las que resulta imposible evitar que el corazón se te acelere.