2 Estrellas y porque ha mejorado algo la segunda mitad del libro, si no, se habría quedado con una, porque este libro es malo. Parece que durante sus últimas publicaciones Julia London se ha acomodado a lo fácil, sus novelas no son como las de antaño, y buscando la originalidad por no crear siempre lo mismo han perdido calidad.

La historia es simple y bastante llana, y la verdad es que mejor llevado y con una protagonista más atractiva, habría sido mucho mejor, pero la autora se ha pasado bastante.

Honor Cabot es la mayor de cuatro hermanas. Al quedar viuda su madre, que estaba casada con un párroco, tuvo la suerte de desposarse con un conde, que la mantuvo a ella y a sus hijas como si fueran propias y las regaló todas las facilidades para adaptarse a la vida de la aristocracia. Pero el conde se está muriendo y el estilo de vida de las Cabot peligra. Su hermanastro, que pese a ser un personaje bastante entrañable es débil, va a contraer nupcias con la enemiga declarada de Honor, y ésta debe hacer algo para que el enlace no llegue a su fin, y ellas no pierdan su status.

Sí, para empezar los motivos de Honor son deplorables, egoístas, mezquinos y deshonestos. Honor está convencida de que una vez Monica se case con Augustine, las echarán de su casa a las cuatro y a su madre y no tendrán dónde ni de qué vivir. Para más inri, Honor no quiere oír hablar de matrimonio debido a un desengaño que sufrió dos años antes. Así que para salir del atolladero, se le ocurre el plan más espantoso que podría maquinar alguien: separar a una pareja que se quiere. Y para esto, necesita al protagonista.

George Easton es el hijo bastardo no reconocido de un duque. Aunque no vive como un aristócrata, es un hombre que arriesga grandes fortunas en el comercio y en el juego, y también en los dormitorios de las damas, de ahí su fama de libertino. Una noche, Honor lo conoce en un garito de mala muerte jugando a las cartas ¡Sí, no me digáis cómo se las apaña una dama supuestamente bien educada para escapar de casa e irse a un lugar de mala reputación a jugar a las cartas! Eh ahí la originalidad de la autora, que por no saber cómo conocerlos, se le ocurre lo más ridículo e inverosímil.

Desde el principio Honor está convencida de que para romper el compromiso de su hermanastro, necesita a un reputado libertino para que seduzca a Monica y quitársela de en medio, y su presa es nada menos que George Easton. Pero no, no va a ser fácil, porque George tiene principios y conoce de sobra los motivos deshonestos de Honor, entonces ¿Cómo puede enamorarse de ella? Si me preguntáis, no tengo ni pajolera idea, porque en ningún momento he entendido que éste muchacho acabe enamorado de ella.

La cosa es que por increíble que parezca George la seguirá el juego, y no será demasiado fácil, pues Monica ni es estúpida ni es descocada; y si me preguntáis mi opinión, me ha caído mucho mejor Monica que Honor.

No voy a desvelar mucho más porque es un libro que se lee rápido y fácil, y no voy a explicar todo el argumento, solo que las cosas seguirán su ritmo y se arreglarán a su debido tiempo. Como he dicho, la primera mitad del libro se me ha hecho cuesta arriba porque no he soportado a la protagonista; pero por suerte la segunda mitad, aunque más monótona mejora, pues es el momento en que se va desarrollando el romance, y esto admito que lo sabe crear muy bien Julia London.

Aún así no es una novela que haya hecho mella en mí, el romance ha subido puntos, y la originalidad le ha bajado calidad, porque ni es creíble ni es bueno. Me da mucha rabia porque las primeras novelas que leí de Julia London tenían otro encanto, más calidad, aunque unas me gustaran y otras no, pero desde la publicación de Hadley Green ha caído en picado. De verdad que espero y muy mucho, que los siguientes libros de ésta serie mejoren, por lo menos el de Grace, que algo se ha dejado ver en éste libro y me ha dejado con muchas ganas.