Julia Romero es enfermera del equipo de urgencias del 061 de Sevilla. Su vida transcurre entre el trabajo y su relación secreta con Rubén, el mejor amigo de su hermano y médico de su equipo, relación que este no parece dispuesto a formalizar.
 
Austin Parker, miembro del equipo alfa del Team Six de los Seals, acaba de regresar de Afganistán. Su vida y la de Julia se cruzan tras ser apuñalado en la calle. Se trata de un hombre joven, corpulento, con una poblada barba rubia y unos espectaculares ojos azules. Un hombre cuyo torso y alma están marcados por profundas cicatrices.
 
Desde ese encuentro, Julia no podrá dejar de pensar en el americano. Pero Austin se prohibirá a sí mismo sentir algo por la joven enfermera. Está a punto de enfrentarse a la misión más importante de su vida y, por nada del mundo, quiere ponerla a ella en peligro.
 
Los DiHe son la más peligrosa organización criminal de toda Europa. Son salvajes, despiadados, se financian con la prostitución y el tráfico de seres humanos, y Julia está a punto de caer en sus redes, sin imaginar las consecuencias...
 
Opinión personal:
 
Con «Corazones de acero», título de la novela finalista al II Premio Titania, María José Tirado me ha vuelto a sorprender con una trama que se aleja del puro contemporáneo y se adentra en el subgénero de acción que tanto me gusta.

No voy a decir que sorprenda por ser novedosa, en este subgénero el eje a seguir es muy similar en todas las publicaciones, pero sí me ha parecido destacable la facilidad con la que esta autora cambia de registro y convence.

En esta publicación vamos a encontrar una novela de acción en la que la autora logra un buen equilibro entre el romance y la trama policial, con unos personajes valientes a los que pone en situaciones de riesgo y donde ciertos temas delicados y nada agradables son tratados de forma correcta, sin que las escenas resulten ofensivas o desagradables.
 
Julia es enfermera de urgencias y, dejando de lado que quizás no es un trabajo usual en una protagonista de novela romántica, nos encontramos un personaje cercano con el que la autora ha hecho posible que nos sintamos muy identificadas. Una joven sevillana, fuerte y decidida, a quien la muerte de sus padres en un accidente obligó a tomar, junto a su hermano, las riendas de una vida que no termina de resultar fácil. Es una chica normal con una situación sentimental no resuelta. Una persona leal, arropada por sus amigos, con un corazón enorme que deja que las responsabilidades de su trabajo traspasen en algunas ocasiones el ámbito laboral. Es incapaz de no echar una mano a aquellos que lo necesitan y, gracias a su trabajo, es de rápida respuesta en situaciones límite y eso, dadas las situaciones a las que la autora hará que se enfrente, le serán de gran ayuda.

Es un personaje que me ha gustado, sobre todo la reacción que tiene frente a una situación que el paso del tiempo hace ya insostenible y que demuestra que, pese a que hasta ahora se ha dejado dominar por los sentimientos —algo de lo más normal—, ha sido capaz de pensar con pragmatismo y, sobre todo, quererse a sí misma.

Pese a las vivencias en las que la veremos, me ha parecido un personaje bastante convincente, con una buena combinación de ternura y fortaleza, esos toques de rebeldía que demuestra en algunas escenas y que, por suerte, no le han acarreado muchas malas consecuencias... porque suerte no vamos a negar que ha tenido.

Austin es el prototipo de protagonista de novelas de acción y no se puede negar que, a pesar de ser un personaje tópico, la combinación de hombre duro y frío, pero tierno, sigue funcionando.

Tenía miedo de que su papel en Sevilla me resultara demasiado forzado, pero considero que María José Tirado justifica a la perfección su visita a la península. No voy a negar que este tipo de personajes me resulta algo irreal, y no hago referencia a esos físicos espectaculares, sino a una salud de hierro que no los abandona ni aunque estén heridos, acercándolos más a semidioses que a meros mortales. Pero saben conquistar.

Austin sorprende por la lealtad que muestra hacia aquellos a los que quiere. En concordancia a su trabajo, carece de vida privada y su vida está totalmente centrada en el ejército de los Estados Unidos. Sus amigos son sus compañeros y su familia, a la que adora, el pilar en el que se apoya cuando no está en una misión. Como ya he comentado, es un personaje que sigue el esquema acostumbrado, pero, aun así, la autora ha sabido dotarlo de una ternura que, aunque al principio intenta refrenar, termina conquistando, ya que no tiene miedo de afrontar lo que siente.

La novela ha sabido captar mi atención. La trama central no arranca en el primer capítulo; sin embargo, la autora ha sabido atraparme con el día a día de este equipo de urgencias y sus pequeñas aventuras cotidianas. Junto con los personajes secundarios, muy bien construidos y con un protagonismo significativo en la historia —sin olvidar el romance secundario que nos regala—, ha conseguido una buena recreación y me ha gustado cómo plasma los pequeños detalles de la vida de estos cuatro o cinco amigos, con problemas y situaciones reales, creando una historia que atrapa, quizás por su tono corriente y sencillo. 

La trama policial viene de la mano de un grupo de individuos de un país del este, famoso por sus secuestros, trata de blancas y abuso infantil; temas delicados y duros que nos vamos a encontrar en la novela. He de admitir que me daba un poco de miedo que su lectura me resultara demasiado dura, ya que, es indudable, son temas que afectan. Pero, a pesar de que es inevitable alguna que otra escena algo más fuerte para dar credibilidad a la historia, está todo tratado de forma bastante respetuosa y con cuidado en las escenas más duras.

Algunos de los personajes cumplen el papel de enternecer y robarnos el corazón, y la autora ha sabido jugar con nuestros sentimientos: ciertas escenas te roban el aliento y otras te ponen el corazón en un puño. Aunque sigo pensando que la protagonista ha disfrutado de mucha suerte en muchas de las situaciones y hay un par de escenas que me ha costado creer.  

Con la parte romántica he sentido cierto problema, a pesar de que tarda en aparecer debido a las circunstancias con las que empieza la vida de la protagonista, me ha dado la sensación de que todo transcurre, a la vez que la acción, de forma apresurada. Y, lo que al principio me ha resultado una relación muy creíble, ha pasado de forma rápida a mostrar un cariz tan fuerte que me ha frenado credibilidad. Ya sabéis lo qué pienso de este tipo de amores tan fuertes, pero supongo que en este caso las duras vivencias lo justifican.

En su conjunto, «Corazones de acero» ha sido una lectura que me ha gustado, muy entretenida y con un estilo sencillo y cotidiano que acompaña siempre a la autora, María José Tirado. Es una historia en la que encontramos situaciones de muchos tipos, rica en personajes y con momentos de acción trepidante.

No sé si la autora se ha planteado la historia de alguno de los personajes secundarios, pero a mí quien me ha llamado la atención es el italiano.