2'5 y porque me siento generosa. La verdad que éste libro ha sido bastante rollete comparado con los dos primeros. Lo bueno de ésta serie, que a pesar de ser una trilogía basada en la Escocia medieval, se puede leer de manera independiente porque ningún libro tiene que ver con los demás, y ni siquiera mencionan a personajes de libros anteriores. Si lo leí fue por terminar la trilogía, y por curiosidad, ya que los primeros me gustaron mucho.

Pero éste libro no ha funcionado. Sí, tiene la esencia de la escritora, ésos diálogos ingeniosos y divertidos que te hacen pensar que estás ante un show de los Monty Python, por eso le doy el aprobadillo. Lo que no funciona en éste libro son: los personajes protagonistas, y el romance. No es que no me hayan gustado, es que no me han despertado nada, ni un mínimo de emoción, siento que no los he conocido, sus historias, sus tragedias, no me han llegado. Ése es el problema, que realmente no conoces a los personajes, la autora da una ligera pincelada sobre ellos, pero no tienen profundidad.

Con su argumento pintaba para ser una historia divertida, como los anteriores libros, y sí, admito que al principio del libro me eché unas risas cuando el anciano Magnus le dispara una flecha en el culo a Roarke, pero a parte de ello, el libro no ha tenido sustancia. La historia de trasfondo es más de lo mismo, tal como ocurre en los anteriores libros, la protagonista posee algún tipo de conocimiento o artefacto mágico que el malo de la historia quiere, y no descansará hasta conseguirlo. En el caso de éste libro no me ha convencido.

En cuanto al romance, no sabes cuándo ni por qué surge. Al protagonista ella le gusta, pero no entiendes cuándo se enamora de ella. La protagonista igual, además en su caso está cegada por la ira y el resentimiento, odia al protagonista por pertenecer al clan que les dejó en la miseria, y por mucho que Roarke le diga que él no estuvo ella le sigue odiando y acusando. Claro sí, le odia, pero éso no le impide dejarse llevar por la lujuria y acostarse con él... y seguir odiándolo después.

No, éste libro no ha funcionado. Es una lástima, de haber sabido que me iba a gustar tan poco, y que no estaba relacionado con los anteriores, no lo habría leído. Mal broche para la serie, siempre me quedaré con "Guerrero de Leyenda". Y quizás en un futuro no muy lejano, le dé una oportunidad a la autora con su serie victoriana.

3’5 Estrellas. Admito que lo he disfrutado bastante mientras lo he estado leyendo, es un libro en cierto modo bonito y agradable, pero no memorable. No es lo primero que leo de Karyn Monk, la conocí en su serie de Highlanders, que me gustó mucho, sobre todo los primeros libros.

En este caso, le he dado la oportunidad a ésta segunda serie que publicó, la de los Huérfanos, y que ocurre en la Inglaterra victoriana. En concreto, “El Prisionero” ocurre en Inveraray, en Escocia, de modo que nos alejamos del clima londinense de los grandes salones y sus barrios bajos.

Cuando empieza el libro, tenemos a Haydon, el protagonista y marqués de Redmond, prisionero en la cárcel de Inveraray, acusado de asesinato y a pocas horas de que lo ahorquen. Su compañero de celda es un muchacho de la calle condenado por robo; pero el destino de ambos cambia con la presencia de un ángel salvador.

Genevieve, nuestra protagonista, es una joven solterona con una buena educación, y mejor corazón que muchos de sus congéneres. Era la única hija de un vizconde, pero tras al fallecimiento de este, se quedó en la miseria tras llevarse su madrastra todos los fondos, y romper su prometido su compromiso. Y es que la decisión de Genevieve le costó su estatus: llevó a casa al bebé bastardo de una doncella, nacido en la cárcel, y en realidad éste bebé, era hijo de su padre. Su decisión de cuidarlo y criarlo le cerró las puertas a la hipócrita y estricta sociedad victoriana. Pero este no fue el único acto de puro amor desinteresado de Geneviene, también salvó a tres ancianos de la cárcel, que ahora trabajan para ella, pese a sus exiguas ganancias, y tiene a su cuidado a cinco niños, pilluelos criados en la calle y que acabaron en la cárcel por robo. Esta es la excéntrica familia de Genevieve, y pese a las estrecheces, son felices así.

La noche que empieza el libro, Genevieve acude de nuevo a la cárcel para sacar a Jack, el compañero de celda de nuestro protagonista, pero un desliz del bribón, provoca que Haydon pueda escapar y posteriormente, herido y enfermo, acuda a casa de Genevieve en busca de auxilio. Para añadirle más problemas a Genevieve, ahora se ve con un hombre desastrado y acusado de asesinato en su casa, no debería confiar en él, y además se metería en un buen lío si las autoridades lo descubrieran bajo su techo, pero Genevieve no puede abandonarle, no cuando mira todo lo que ha hecho por su servicio y sus niños.

De esta manera es como empieza el libro, si bien lo he disfrutado un montón mientras lo he leído, admito que no es un gran romance. Si algo se le puede criticar a esta autora es no darle demasiada redundancia al romance, tarda bastante en aparecer, y no es demasiado predominante. Es una autora que crea buenos personajes, pero casi da tanta importancia a los secundarios, como a sus protagonistas. En concreto en “El Prisionero” así ha sido, me han gustado sus protagonistas, pero también me han encantado los ancianos que hacen de sus criados y la caterva de críos, tan dispares y adorables.

En conjunto, la historia tratará los problemas económicos de la casa de Genevieve y cómo pueden salir adelante y conseguir dinero, en esto los críos aportarán su granito de arena de la manera más chapucera, mientras que las autoridades no puedan descubrir que el prisionero fugado de la cárcel está en su casa. Haydon tiene un problema, porque sabe que alguien lo traicionó y provocó la pelea en la que acabó matando a un hombre y por ello en la cárcel, pero Haydon tiene algo que hacer, y es intentar limpiar su nombre, descubrir quien lo traicionó y volver a sus tierras.

Así que esto es más o menos lo que puedo contar sobre el libro sin spoilear gran cosa. Como conclusión, es un libro agradable y se disfruta mientras lo lees, pero no es una gran joya. Aún así, seguiré leyendo el resto de la serie, pues sus protagonistas serán algunos de los niños delincuentes adoptados por Geneviene, cuando han pasado unos cuántos años, claro.

Aún no sé por qué el protagonista, siendo un noble roba joyas a sus congéneres   ... algo relacionado con su pasado.
Cuando los protagonistas se conocen, él está robando unas joyas, y la protagonista le sorprende, pero ella, lejos de entregarle, le ayuda a escapar  .

Charlotte, al igual que Genevieve, lleva una casa donde salva a prostitutas y huérfanos y los da una segunda oportunidad.

Durante el libro habrá una serie de problemas para nuestros personajes. Vendrá alguien del pasado de Charlotte que amenaza a la familia de ésta y todo su trabajo, si no le da una cantidad exorbitante de dinero   . Charlotte no quiere sucumbir a ése chantaje, pero no le queda más remedio que acudir al protagonista para que robe para ella. Charlotte descubre su identidad, y a su vez le chantajea con ir a las autoridades si no la ayuda 

3'5 Estrellas, pero le subo a 4 la valoración final porque los últimos capítulos han sido trepidantes y emocionantes, y me han hecho disfrutar el libro mucho más.

Sin ser una joyita, "Mi ladrón favorito" ha sido un libro muy entretenido, y de los que más me han gustado de Karyn Monk. Sigue muy muy de cerca los pasos del primer libro de la serie: "El prisionero", pero al contrario que en esta historia, aquí tenemos a los "niños" de Genevieve completamente creciditos. 

Han pasado catorce años y lejos quedan ya esos ladronzuelos y carteristas que Genevieve sacó de la cárcel. Dándoles todo el amor y la confianza que supo, los alimentó, los vistió y los dio una educación. Algunos ya están establecidos, otros se han dedicado a recorrer mundo, pero en éste caso tenemos la historia de la dulce Charlotte, ésa niña tímida y vulnerable que se escondía detrás de su minusvalía. Charlotte sabe que por mucho que Genevieve la puliera, su pasado siempre jugaría contra ella, y por si fuera poco, su cojera no atraería lo suficiente a un buen partido. De modo que con veinticinco años es una joven resuelta dispuesta a hacer algo bueno con su vida, y en la actualidad lleva una casa de beneficencia en Londres. Financiado por Haydon, Charlotte recoge a prostitutas de la calle y ladronzuelos, para darlos una segunda oportunidad en la vida.

Charlotte se encontraba en una fiesta privada en una elegante mansión londinense, intentando recaudar fondos para su causa, cuando comienza la historia. En el momento en que se dirige al dormitorio de la anfitriona para descansar un rato, lo que menos esperaría Charlotte es encontrar a un ladrón enmascarado intentando robar unas joyas. Pero eso fue lo que ocurrió. Lejos de delatar al ladrón, pensando que siempre hay salvación para ellos, decidió ayudarlo a escapar.

¿Quién se encontraba tras la máscara? Harrison Payne, Lord Bryden. ¿Qué haría a un noble aventurarse a robar joyas? No puedo decirlo, porque ahí radica la gracia del asunto. Harrison piensa que está demasiado viejo para continuar metiéndose en casas ajenas, pero debe seguir haciéndolo porque tiene un noble propósito. El problema es que una noche lo pilla una joven admirable, que lejos de asustarse al verlo, decide ayudarlo a escapar, a pesar de que su noche acabe fatal, consiga que lo disparen, y lo acusen falsamente de asesinato.

Harrison es el ladrón conocido como La Sombra, un personaje casi romántico que nunca se ha dejado ver, y tan discreto que sus robos nunca eran conocidos hasta unos días después de que ocurrieran. Pero todo eso quedó en el pasado de Harry, ahora hay otra persona que se está haciendo pasar por él, y Harry debe descubrir quién es y por qué le inculpan sus fechorías. El problema de todo este asunto es que después de la desastrosa noche en que conoció a Charlotte, ésta lo reconoce en un baile, y su proposición puede llevarle a la destrucción.

Cuando parece que el proyecto de Charlotte está funcionando, viene un fantasma de su pasado a complicarle le vida, su familia y amigos sufrirán si no accede a su chantaje, de modo que no le queda más que convertirse en la chantajista. Ha reconocido a La Sombra como Lord Bryden y a pesar de sus escrúpulos lo delatará ante la policía si no le entrega una exorbitante suma de dinero. Lejos de pensar que Harry pueda sentirse amenazado por la proposición de Charlotte, pronto empieza a crecer una fuerte atracción entre ellos. Ambos tienen problemas muy grandes sobre sus espaldas, pero estos no les impedirán enamorarse. 

Aquí es cuando pongo el punto sobre la relación de los protagonistas, como en todos los libros de Karyn Monk, el romance no es el plato importante de la historia, y en éste caso es igual, el romance tarda en aparecer y la autora no pierde muchas páginas en desarrollarlo, pero a pesar de ello, me ha encantado, aunque hayan sido unas breves pinceladas, la historia de Charlotte y Harry me ha parecido muy dulce y tierna, y si algo me ha gustado es que no han dudado de sus sentimientos.

No es mucho más lo que me gustaría contar porque creo que el libro merece disfrutarse leyéndolo, y sin duda lo recomiendo si te gustan este tipo de historias. A pesar de lo que lo he disfrutado, sé que no es una joya y probablemente me olvide de él pasado un tiempo, pero me ha dejado un recuerdo agradable, y por supuesto seguiré leyendo los siguientes libros de la serie.

3 Estrellas, porque me ha gustado, y ha sido un sí, pero no. Libro que sigue la tónica del resto de la serie, con un principio genial y divertido. En los primeros libros vimos como alguno de los personajes ayudaba y ocultaba al otro protagónico, este libro no es menos.

Amelia es una rica heredera americana que está en Inglaterra a la caza de un título, eso es lo que siempre le han dicho que debía hacer, el problema es que ella no quiere casarse con su prometido, un viejo duque decrépito que podría ser su abuelo; de modo que para evitar la boda, en el último momento se descuelga de la ventana de la iglesia, y busca un carruaje para escapar, pero el carruaje elegido es el de Jack, el protagonista. Contra todos sus principios, Jack la ayuda a escapar, pues no cree que una mujer como ella deba echarse a perder con el viejo que la está esperando.

Así es como empieza el libro, Amelia huyendo, Jack ayudándola a ocultarse, con la consecuencia de que al ser rica y famosa, su familia ofrece una recompensa por ella. Será durante este tiempo que ambos pasarán juntos cuando se desarrolle la historia entre ellos. Pero de nuevo tenemos un romance muy de los de esta autora, tarda en surgir, y cuando surge está algo desaprovechado, en éste caso, el romance de Amelia y Jack me lo he creído menos, pero es una opinión totalmente personal.

En el libro no sólo tendremos la trama de la ocultación de Amelia, si no que habrá otros inconvenientes referentes a Jack. Al mayor de los huérfanos de Genevieve, siempre le fascinó el mar, actualmente tiene su propia empresa naviera, pequeña pero rentable y poco a poco expandiéndose por el mundo, pero últimamente están ocurriendo una serie de desastres, alguien quiere hundir su empresa, y Jack deberá averiguar quién está detrás de los sabotajes. No sólo habrá esto, si no que también aparecerá alguien del pasado de Jack, y por desgracia estas dos tramas referentes a él son las que ha hecho que el libro pierda un punto, porque creo que la autora debería haberlo desarrollado, al libro le hacía falta otro capítulo o un buen epílogo explicando lo que aquí falta, tanto la trama sobre Lord Hutton, como la resolución de quién quiere destruir el negocio de Jack, se queda en el limbo, y eso a mí no me ha gustado.

Lo que más he disfrutado: el crecimiento de Amelia como persona. El tiempo que pasa oculta, crece, madura, y se da cuenta de que su vida protegida no la llenaba, si no que quiere más en la vida. Ése tiempo con Jack y su familia la ayudará a madurar y ser consciente de su propia vida y su independencia.

En cuanto al resto, me ha encantado saber de nuevo de los viejos criados, de Haydon y Genevieve, y por supuesto de los demás huérfanos. Mención especial a un par de las mejores escenas que he leído, de lo divertidísimas que son y que me he carcajeado como nunca; el segundo escape de Amelia cuando iba a encontrarse con el panoli de su ex-prometido, y la escena final, donde los huérfanos de Genevieve, ya bien creciditos la lían de verás en favor de nuestros protagonistas, por ello estoy deseando coger el siguiente y último libro, el de Simon, que desde ya, adelanto que me tiene loquita perdida, insulso y pelirrojo siempre es una buena combinación.