Con su pelo dorado y sus chispeantes ojos verdes, Tessa Donovan parecía una chica normal y corriente, no una mujer de negocios o una rompecorazones. Razón que podía explicar por qué el detective Asher apenas reparó en ella cuando llegó a la cervecería de su familia para investigar un robo. Él ya tenía suficientes problemas, empezando por el hecho de que su compañera de trabajo, Simone, estaba embarazada y todo el mundo pensaba que él era el padre.

Tessa también tenía los suyos. La afición de su hermano a las mujeres podía estar amenazando el negocio y la tensión conseguiría separar a la familia, que siempre había estado muy unida. De hecho, lo único que podía unir a los hermanos Donovan era ver que un hombre andaba detrás de su hermanita. Sobre todo, un hombre como Luke Asher. Pero Tessa fue capaz de ver más allá de los rumores, de reconocer al hombre que se escondía tras ellos. Luke Asher no era lo que la gente pensaba, y tampoco ella.

Primer libro de la serie «Donovan Brothers».

Los libros de Victoria Dahl cuentan historias sencillas que transmiten una frescura, un sentido del humor y un optimismo que me alegran un día gris. Este libro sigue su tónica habitual, la trama engancha sin otra pretensión que hacer disfrutar. Y yo he mantenido la sonrisa desde que lo he empezado hasta que lo he cerrado.

El punto de partida de la historia es la Donovan Brothers, la cervecería de los hermanos Donovan. Todo empieza allí, cuando ocurre un robo que pondrá patas arriba la vida de Tessa, su relación con sus hermanos, su negocio y su vida amorosa al conocer al detective que investiga el incidente.

Los acontecimientos se desarrollan en unas dos semanas y, aunque todo pasa en poco tiempo, no me ha dado la sensación de que todo sea demasiado rápido. Simplemente, Tessa y Luke se ven atrapados en un torbellino de sentimientos, pasión, misterio y secretos. Y, aunque me pareciera que dos semanas son poco tiempo para todo eso, me lo he pasado tan bien con el libro que ese detalle me daría igual.

Tessa es una buena chica. Más o menos. Es inteligente, dulce e independiente, y su aspecto contribuye a su imagen angelical. Quiere ser tan perfecta a ojos de sus hermanos, por todo lo que han hecho por ella, que representa ese papel demasiado bien: sus hermanos creen que no se relaciona con ningún chico. Nunca. Ella no se da cuenta de la imagen completa que tienen de ella hasta que empiezan a saltar chispas entre ella y Luke, un antiguo compañero de juergas de su hermano Jamie, alguien que los hermanos Donovan no quieren rondando a Tessa.

Tessa ha mantenido esa imagen para que sus hermanos no se preocuparan por ella, por esa misma razón les oculta que está intentando arreglar los problemas derivados de la noche del robo. Hasta que el asunto se le empieza a escapar de las manos.

Luke es un detective que cree en la justicia y en hacer lo correcto. Hasta ahora, los rumores sobre las circunstancias de su divorcio y el hecho de que todo el mundo crea que es el padre del bebé de su compañera embarazada no le importaban, porque tenía sus razones para no aclarar las cosas. Pero cuando esos secretos se interponen en su relación con Tessa no sabe cómo afrontar la situación.

El romance de Tessa y Luke es apasionado, divertido y dulce. Se sienten atraídos desde el principio y tienen una relación coqueta y juguetona, un tanto secreta porque los hermanos Donovan les «prohíben» iniciarla, pero ellos no se andan por las ramas a la hora de empezar a verse. A favor del honor de Luke diré que él intenta alejarse de Tessa, pero no tiene la fuerza de voluntad suficiente para resistirse a verla.

Sin embargo, entre ellos hay secretos que amenazan con separarles.

Por un lado, Tessa oculta detalles sobre las consecuencias del robo y de la noche en la que éste se produjo, y alrededor de ese secreto nacen otros como una reacción en cadena. Y luego está Luke, que está rodeado de rumores que no se preocupa de disipar, sólo ante Tessa le interesa negarlos, pero no le gusta dar explicaciones.

Son dos personas extrovertidas, sobre todo Tessa, pero que guardan sus emociones herméticamente y les cuesta abrirse y comprometerse. Pero si hay alguien con quien puedan conseguir exponer su corazón es el uno ante el otro.

Tessa y Luke me han gustado mucho, se preocupan por su familia y los que consideran su familia y, aunque sus métodos no son los más recomendables, su preocupación resulta tierna. Pero, al mismo tiempo, no ven sus propios problemas emocionales.

Los personajes secundarios también son bastante entrañables. Los hermanos de Tessa, Jamie y Eric, tienen mucha relevancia en la trama, en el problema que tienen en la cervecería y en su intromisión en la relación de los protagonistas; son tiernos a la vez que exasperantes. Por otro lado, Simone, la compañera de Luke, también investiga el caso de los robos con él y al mismo tiempo guarda en estricto secreto el nombre del padre de su hija, lo que le trae más de un dolor de cabeza a Luke.

La relación que tienen los hermanos Donovan me ha gustado mucho, y la que tiene Luke con Simone también es muy bonita. Aunque abunden las mentiras «protectoras», son relaciones de afecto sincero.

El final es bonito porque es un principio para una familia que crece en varios miembros de repente, así esas dos semanas se convierten en el inicio de algo prometedor, no en un flechazo fulgurante que culmina en pocos días.

Como me suele pasar con las novelas de Victoria Dahl, la he disfrutado y me ha durado un suspiro. No es una historia complicada, simplemente es un romance sencillo con un toque de misterio y rodeado de unos personajes que contribuyen a que sea un libro divertido, tierno y ameno.