Amelia ha regresado a Charleston después de habérselas visto con la muerte en Asher Falls. Se ha dado cuenta de que romper las reglas que su padre le impuso supone pagar un precio muy alto, y que podría tener consecuencias incontrolables.

Su mayor problema ahora es mantenerse alejada de John Devlin, un hombre que la fascina y aterra a partes iguales. Aunque sus sentimientos por él son innegables, no puede tenerle cerca mientras sigan acechándolo los fantasmas de su esposa e hija.

Sin embargo, Amelia pronto se dará cuenta de que ella tiene un problema mucho mayor: esta vez hay un fantasma que la acecha a ella. El fallecido oficial de policía Robert Fremont, a quien asesinaron con un tiro por la espalda, le pide ayuda para encontrar a su asesino...

Tercer libro de la serie «La reina del cementerio».

Ésta es una novela estrechamente vinculada a la primera de la serie, «La restauradora», pues ya entonces se puso en marcha una historia que estaba destinada a concluir en breve, es decir, en la presente obra. Todo porque el fantasma del policía Robert Fremont lleva mucho tiempo esperando a que todas las piezas ocuparan su lugar en el tablero para así empezar la partida que le permitirá descubrir la verdad de su asesinato.

Para ello han sido necesarios el paso de Amelia por Asher Falls y su evolución personal desde que empezó a quebrantar las normas, tras conocer a Devlin. Después de los sucesos de los últimos meses, está preparada para ayudar a Fremont a destapar una verdad que puede cambiar muchas cosas.

De nuevo tengo que alabar el clima de inquietud y oscuridad que consigue la autora, así como esa sensación de suspense contenido que envuelve a la trama. Es el gran distintivo de esta serie, lo que la hace especial y hace sentir al lector parte de la historia.

En este caso también está presente la hechicería, tan característica de los estados sureños, para formar parte de la trama criminal. La protagonista debe preocuparse tanto de los fantasmas como de los vivos.

Amelia no es la misma persona que cuando conoció a Devlin y olvidó las reglas que la mantenían a salvo. Después de su experiencia en Asher Falls y de descubrir un poco más sobre sí misma y su familia se ha endurecido, es más consciente de su don que antes. Pero también sabe mejor qué es lo que quiere.

Devlin sigue siendo un hombre acechado, dividido entre el peso del pasado y sus deseos para el presente. Y sigue siendo un hombre misterioso, casi un desconocido, pero en este libro va a mostrar a Amelia más de sí mismo de lo que ha mostrado a nadie. Se conoce más de su pasado, más de su relación con sus fantasmas y más de sus sentimientos por Amelia.

Ésta es la novela más romántica de la serie porque es la que más escenas contiene sobre la pareja, donde el romance entre Amelia y Devlin avanza más y se concreta, aunque tampoco se acaba de definir la relación. Se nota que esta pareja no ha hecho más que despegar y que no va a ser tan fácil entregarse al otro, que cada acción y cada decisión tiene sus consecuencias.

A nivel de estructura no he quedado satisfecha del todo, pues la trama se ha concentrado demasiado, sobre todo al final. Casi se podía haber dividido en dos libros para tomarlo con más tranquilidad, porque había mucho que diseccionar.

En esto también interviene la cuestión de que un personaje no me gustara y me hubiera parecido bien descubrir que en realidad era culpable en algún aspecto. Pero tampoco descarto eso para otro momento.

La novela me ha gustado en general, a pesar de esa pequeña sensación de insatisfacción que, también sea dicho, se debe más a la idea de que podía haber dado más juego que a una insatisfacción real.

De hecho, está al nivel de la serie en cuanto a narración y ambientación, y la trama de suspense está bastante bien. Como tiene una relación importante con una historia que se conoce parcialmente desde el primer libro y bastante que ver con el personaje y el pasado de Devlin, resulta una trama muy interesante, además de ser muy amena.

Es un libro imprescindible para seguir la serie, todos lo son, pero aquí se cierra una parte de la historia y se abre otra. Sin olvidar que en esta novela se da un paso importante en la relación de Amelia y Devlin.

Y, como es habitual también, el final nos deja con ganas de seguir leyendo las aventuras de Amelia Gray y John Devlin.