Un precioso cierre para ésta trilogía ambientada en el Nueva York de los años 40. En las novelas anteriores nos quedamos con las ganas de saber qué había sido de Sandy, qué le había pasado, cuál era su historia, y si había llegado a ser actriz.

Pues bien, Sandy sí llegó a ser actriz, pero no por los motivos que imaginamos. En Nueva York se está llevando a cabo una operación encubierta por la policía para detener a policías y jueces corruptos compinchados con la mafia. En ésta operación se hallan Anderson, Jack, Nick, Cavalcanti, y Anderson llama al mejor agente de Asuntos Internos para que les ayude: Sean. Hijo de inmigrantes irlandeses, gozó de una infancia feliz y sin estrecheces, pero su vida dio un cambio de 180 grados cuando su padre se suicidó acusado y sin pruebas de ser corrupto, y de otras cosas. Durante mucho tiempo a Sean le movió limpiar el nombre de su padre, pero conocer a Sandy le volvió a cambiar la vida.

Sandy vuelve a Nueva York por trabajo, participará como protagonista en una obra de teatro de "Cumbres borrascosas". Se encontrará de nuevo con Nick y Jack, pero también conocerá a Sean. El resto de la historia estará entrelazada con la operación policíaca, y con otro asunto referente a un fan obsesionado que le enviará unas misteriosas rosas negras a Sandy.

La historia en sí ha estado muy entretenida y a la altura de la autora, con su dosis de misterio, acción y mucho sentimiento entre los personajes principales. La historia de amor es muy bonita, pero lo que no me termina de cerrar es que los protas tarden tanto en conocerse (casi un tercio), y en cuanto se ven su atracción y deseo se define en insta-love. Pero esto puedes pasarlo por alto cuando lees una historia tan bonita y maravillosa, conocer a Sean ha sido una delicia.

En cuanto al resto, la amistad de Sandy con Nick y Jack es muy especial, sobre todo por el recurso de la moneda, ésa moneda que ha simbolizado tanto para ésta trilogía. Y un personaje clave que ha tenido en vilo a toda lectora, Luciano Cavalcanti y su historia con la señorita Moretti.

Anna Casanovas ha vuelto a hacerlo, y estoy deseosa de saber qué más obras nos ofrecerá en el futuro. Tendré ésta trilogía como un grato recuerdo de la fuerza del amor y de la amistad, que supera tantas barreras y adversidades.