Empecé aun el libro sin tener ni la remota idea de como CÓMO iban a hacer para que el romance Feyre/Tamlin ya no fuera perfecto y al final ella acabara con Rhys. Pero claro... no hicieron falta muchas páginas para que me empezara a dar cuenta donde estaba el fallo, lo que había cambiado entre ellos y sobre todo en cada uno de ellos como personajes individuales.

La presentación de los personajes del "Círculo íntimo" me parece genial, todos los personajes me encantan y me parece que están muy bien definidos cada uno a su modo. La parte de la no-boda y esa entrada triunfal de Rhys reclamando su parte del trato me pareció genialmente retorcida por su parte (aunque realmente fue a salvarla) y me eché unas risas. Ahi ya me caía mal Tamlin y eso que aún no se había vuelto un loco paranoico empeñado en anularla y encerrarla. ¡Y ni siquiera se le ocurrió enseñarle a leer! Jolin, eso la hubiera mantenido entretenida, sino que tuvo que ser Rhys el que se preocupada de hacerlo pese al poco tiempo que tenía para pasar con ella.

Ella lo odiaba y lo rechazaba, encima que le había salvado el culo en la boda pero bueno, poco a poco eso se fue suavizando y fue saliendo también el verdadero Rhys que habia debajo de esa coraza de tio shungo que llevaba siempre puesta.

Me encantan Cassian y también Amren... y Azriel me da mucha ternura, aunque parezca super duro y frío es muy introvertido. Mor me caía bien peeeeero, ya no me gusta HUM 

y tiene mucha paciencia   para acabar llevando las cosas como quiere. 

Tamlin... bueno, ya lo dije en su momento. Podría haber llegado a entender un poco su sobreproteccionismo, pero es que se excede tantísimo que no se le puede justificar 

También creo que es normal la actitud de Feyre, ella todavía tiene algún sentimiento por Tamlin, aunque sólo sea agradecimiento por sacarla de donde vivía con sus hermanas y padre. Y Tamlin se encargó de contar una versión de su historia que pinta a Rhyss como el malo malísimo. Además, con el comportamiento que tuvo en Bajo la montaña con Amarantha, es normal que dude.

De Mor no voy a decir nada. En este libro todavía no la odiaba