4 Estrellas. No es el primer libro que leo de Nora Robert, pero sí el primero de sus novelas largas de suspense, y la verdad es que he quedado muy satisfecha. Es de éstas novelas que te tienen enganchada desde las primeras páginas, cuya intriga se mantiene hasta el final.

Callie es una joven arqueóloga a la que asignan una excavación de un poblado indio en un pacífico pueblo de Maryland. Pero no sólo habrá problemas con el propietario de la tierra, si no con la cruzada particular que le viene encima: descubrir sus orígenes. Hasta donde sabe, es la hija única de un matrimonio feliz de mediana edad y bien avenido, económica y socialmente. Días después de su llegada al asentamiento, se presenta una mujer en su motel diciéndola que es su madre, y que ella es su hija a la que raptaron con apenas tres meses.

Ésta revelación la convertirá en su cruzada personal, y no parará hasta que los responsables paguen por lo que le hicieron. Ella sabe quién es y quienes son sus padres, pero la situación de su recién descubierta familia merece saber la verdad sobre lo que sucedió.

La novela nos adentra en el tema de los niños robados, y cómo éstos fueron raptados y vendidos a nuevas familias infértiles a cambio de una elevada suma. Ha sido un tema muy interesante, y creo que Nora Robert ha sabido explicarlo y tratarlo muy bien. En el libro no se habla de grandes tragedias, me ha parecido una historia realista y sensata.

En cuanto al romance, diré que es el fallo del libro. No se desarrolla mucho, pero tampoco es muy sentido, en realidad no es lo importante de la historia, si no que queda relegado a un segundo plano. Callie y Jake están divorciados, sufrieron una serie de altercados en su matrimonio para los que ninguno de los dos estaba preparado. Cuando Callie llega a su nuevo proyecto, lo que menos espera es encontrarse a su ex marido, antropólogo de profesión, en el equipo. Verse de nuevo creará una serie de conflictos, pero en el fondo nunca se han olvidado el uno al otro, de modo que tenemos una historia de segundas oportunidades. El fallo que le he visto es que creo que no he llegado a conocer a los protagonistas, ellos sí se conocían y tienen su propia opinión sobre el otro, pero no he llegado a empatizar con su romance.

En cambio, sí le doy mi visto bueno al romance secundario. Doug y Lana son unos personajes heridos por las circunstancias de su vida, pero muy íntegros y fuertes, que empiezan desde cero un romance dulce y entrañable, que por ser secundario me ha sabido a poco, pero ha complementado la falta del primero.

Como conclusión, es una muy buena historia, que sabe enganchar desde el principio y ha tocado un tema muy sensible, pero muy bien trabajado, con unos personajes fuertes que han creado una intriga muy bien llevada. No será el único libro que lea de suspense de Nora Robert.