Un fino velo descansa entre el Infierno y la Tierra, protegiendo a los
mortales de los demonios del otro lado. Cuando un grupo de demonios se
las arreglan para cruzar, Beltaine la protectora interviene para
eliminarles. Mitad demonio y mitad mortal, Beltaine ha visto lo peor que
ambas especies pueden ofrecer. Ahora un desquiciado está intentando
rasgar el Velo por la mitad. La guerra resultante destruirá el mundo.
Beltaine debe encontrar al malvado decidido a gobernar en el Infierno...
y debe hacerlo junto al ángel más sexy que haya conocido.

Kalan
tiene su primera misión en solitario para la Hueste del Cielo, y le
disgusta verse obligado a trabajar codo con codo con una mujer
engendrada por una demonio. La actitud de Beltaine de tomar el mando le
fastidia, pero sus lujuriosas curvas y su generosa boca distraen su
propio cuerpo a cada instante.

Si la lujuria puede unir a los
opuestos, ¿podrá el amor y la confianza crecer entre ellos? ¿Encontrarán
al psicópata que desea una guerra con el Diablo y detenerle antes de
que el Cielo libere su furia?

Beltaine y Kalan están de regreso. Cuando todo parecía estar bien,
descubren que tienen otra misión: encontrar a quién está buscando
utilizar el Velo que separa el Cielo y el Infierno para entrar y matar
al Diablo.
El peligro los acecha. Si el Diablo muere Cielo e Infierno
serían innecesarios, Dios sería innecesario, ¿si no hay mal para qué
necesitamos a Dios?
¿Quién mueve los hilos? ¿Quién busca salir del
Infierno? El Diablo también tiene sus enemigos, si el Velo cae muchos
sufrirán y muchos serán liberados.
Sólo la confianza restaurará el Velo, ¿tendrá Beltaine esa confianza?
Sólo el amor permitirá que demonios y humanos por igual puedan sobrevivir.
Sólo Beltaine tiene las respuestas.
Y sólo Kalan puede dárselas.