Cuando fue hallado el cadáver de una mujer en mitad de un maizal, los residentes de la ciudad de Salem, Massachussets, comenzaron a temer que el siniestro Hombre de la Cosecha hubiera vuelto. Pero Jeremy Flynn, un detective privado de fuera de la ciudad, no tenía tiempo para historias de fantasmas. Se había desplazado a Salem para llevar a cabo una investigación: la de la misteriosa desaparición en un cementerio de la mujer de un amigo.

No obstante, Rowenna Cavanaugh, experta en ocultismo, estaba allí para complicarle la vida, convencida como estaba de que un horror del pasado se había colado en el presente y estaba seduciendo a mujeres y conduciéndolos a la muerte.

Jeremy utilizaba la lógica y el sólido procedimiento policial, mientras que Rowenna se fiaba de su intuición. Eso sí, ambos tenían el mismo objetivo: detener los secuestros y encontrar a la mujer desaparecida antes de que la propia Rowenna cayera presa de la oscura seducción del Hombre de la Cosecha.

Segundo libro sobre los hermanos Flynn.

La novela está situada en Salem, también llamada "La ciudad de las brujas" por los conocidos juicios contra la brujería que tuvieron lugar allí en el siglo XVII. Es una ciudad tranquila que gracias a su historia recibe muchos turistas al año pero de repente una mujer desaparece sin dejar rastro y estando con su marido. Las antiguas historias sobre brujería se mezclan con las creencias wiccanas actuales, una religión pagana basada en la naturaleza, y con la leyenda del Hombre de la Cosecha, un demonio al que había que hacer sacrificios humanos para agradecerle la cosecha. Entonces llegó a la ciudad Jeremy Flynn para investigar la desaparición y él no creía en demonios.

Es una historia del estilo de la anterior, muy amena. La trama pasa de Nueva Orleans a Salem y empieza con la desaparición de Mary de una forma muy misteriosa. Después se centra en los protagonistas hasta su llegada a Salem, cuando empieza la investigación, que parece un túnel sin salida.

Jeremy es el mediano de los hermanos Flynn. De él sabíamos que había dejado la polícia después de encontrar un autobús sumergido lleno de niños a los que no pudo salvar para fundar una agencia de detectives junto a sus hermanos. Pero ahora conocemos mejor esa historia que aún le provoca pesadillas, es por eso que siempre está creando actos benéficos para ayudar a los niños, porque siente que una vez les falló. Jeremy es un cielo, un hombre encantador, siempre tan protector con Rowenna, pero también es meticuloso en su trabajo, siempre atento, siempre vigilante.

Rowenna colabora en el último proyecto benéfico de Jeremy, es historiadora y escritora y se dedica a temas que no pueden explicarse de una forma física, no cree en fantasmas pero no niega su existencia. Algunos la consideran una especie de médium, a veces las policía de su ciudad natal le pide ayuda porque creen que puede sentir a la víctima pero ella lo llama intuición, una forma de sentir empatía y reconstruir los hechos. Pero últimamente está inquieta, está teniendo sueños sobre espantapájaros y los campos de maíz de Salem, su ciudad natal.

Rowenna está enamorada de Jeremy desde el primer momento pero él se muestra tan distante que le hace pensar que no la soporta. Pero, en realidad, Jeremy se muestra frío porque no quiere involucrarse en una relación aunque se siente muy atraído por ella y no le sirve de nada rehuirla.

El deseo entre ellos es tan fuerte que no pueden luchar contra él y pronto inician una relación. Pero cuando creían que sus caminos iban a separarse tras su colaboración profesional, Jeremy debe acudir a solucionar un caso a la ciudad natal de Rowenna. Entre ellos hay química y las escenas de amor están narradas con mucho sentimiento y son muy bonitas pero a la vez son muy apasionadas.

Aparecen toda una serie de secundarios, todos ellos amigos y conocidos de la infancia de Rowenna pero a la vez son sospechosos. Para ayudar a Jeremy en la investigación están el amigo al que Jeremy trata de ayudar, que también es policía; y Joe, el jefe de policía al que no le gustan los investigadores privados y que estuvo a punto de convertirse en el suegro de Rowenna. Y, por supuesto, Aidan y Zach, los hermanos de Jeremy, aunque están menos presentes que en el libro anterior.

El único inconveniente que le pondría es que el final es demasiado rápido, sobre todo en cuanto a la parte del romance, me ha faltado un epílogo más largo.

Está en la línea del primer libro. Se lee muy rápido y la historia de suspense aderezada con las leyendas locales engancha desde el principio y la relación de los protagonistas es muy bonita. Me encanta la relación que hay entre los hermanos Flynn.