La dama y el vampiro – Michelle Rowen
En esta tercera entrega de la serie, vemos que la autora se ha desvinculado de la tónica que seguía con sus anteriores libros. En este caso, pasamos de leer una historia contada a través de las vivencias de Sarah y en primera persona, a tener un libro que gira en torno a Quinn y está narrado en tercera persona.
Este libro no es independiente porque arrastra una trama de fondo y situación de los personajes de los anteriores dos libros, pero la historia se ubica en otro lugar y durante este libro, no aparecen los personajes habituales de la serie.
Recordemos que Quinn se marchó tras sufrir otro rechazo de Sarah. El siente que no encaja en ninguno de los dos mundos: ni entre cazadores (obviamente), ni entre los vampiros. Así que ha oído de los poderes de un objeto mágico que puede hacer realidad un deseo cada mil años. Y su deseo es volver a ser humano.
Por otro lado, Janie (recordémosla como la mercenaria que apareció en el libro anterior), tiene la misión de recuperarlo y por tanto, seguir a Quinn.
Si antes ya habíamos podido ver lo mal que lo estaba pasando Quinn tras su conversión, ahora que la historia se centra en él vemos que el pobre hombre lleva a cuestas remordimientos e inseguridades que antes no habíamos visto. A pesar de ser consciente de que todas las enseñanzas inculcadas durante su crecimiento son erróneas, lo cierto es que él no termina de verse como un “vampiro bueno”. Se ve como un monstruo y quiere cambiarlo. Y de ahí empieza todo.
Decir que el personaje de Quinn ha ido en la línea de lo que esperaba. Es decir, aunque sí que ves que está un poco atormentado por su transformación y quiere volver a ser humano, tampoco se victimiza ni va llorando por las esquinas por su destino. Quiere volver a ser humano y sigue un camino para ello, pero sin dejar de ser él. No es algo que te esté saturando la lectura. Lo sabes y ya.
En cuanto a Jaine, bueno, esta chica es tema aparte. La conocimos como una mercenaria sin escrúpulos, pero realmente vemos en este libro que sí los tiene. Otra cosa es que se pueda permitir mostrarlos. Desde el inicio vemos que hay algo raro en la relación “jefe-empleada” y más cuando al parecer, en esa “empresa” en la que trabaja, si fallas te cortan el cuello, literalmente.
Así que empiezas a ver que realmente Janie está metida en una situación muy difícil de la que no puede escapar. Y lo cierto es que lo sobrelleva como puede. Es una superviviente con todas las letras.
De modo que le encargan perseguir a Quinn, que va tras el artefacto mágico, para poder quitárselo. Tampoco es que se muy sutil. Directamente le secuestra, pero de ahí en adelante empieza la aventura hasta que lo encuentran.
Sobre la relación de los dos, decir que va precedida por el hecho de que se conocen de antaño, algo que ya sabemos en el libro anterior. Y además, Janie estaba colgada de Quinn cuando era niña. Así que el tema sentimental en ella va bastante rápido porque es reavivar un sentimiento antiguo pero a lo grande. Porque ahora es adulta. Para Quinn empieza más como un coqueteo que acaba llevando a cosas más serias.
Un detalle de esta relación es que transcurre en cuestión de dos días. Muchos libros tienen esta temática de “flechazos”, pero al menos aquí ellos mismos se recriminan por ello. Es gracioso.
Y otro detalle importante es que en este libro sí que hay una escena de sexo. Sé que en el primero no las había, como mucho, alguna insinuación pero no había; y en el segundo, creo recordar que tampoco. Por eso me ha chocado aquí. De modo que si alguna le estaba cogiendo esta saga a su hija porque no tenía escenas subidas, que lo haga con conocimiento de causa.
No me queda mucho más que comentar. El libro sigue el mismo corte cómico, añadido además con el hombre-lobo Barkley que sigue con sus problemas de transformaciones, y del compañero de Jaine, Lenny, con sus poemas. Aunque no es que salgan excesivamente puesto que van por separado mucho tiempo, sí que salen de vez en cuando y tienen escenas graciosas.
En general, el libro me ha gustado bastante. Tenía ganas de leer una historia para Quinn porque es un personaje que en seguida te llega en los otros libros. Y al menos aquí, le vemos finalmente feliz y contento.