La bella aristócrata inglesa Genevieve Shelby King va de fiesta en fiesta con artistas y escritores del bohemio Montparnasse. Tiene un marido rico, un apartamento sofisticado y una enorme colección de zapatos. Pero existe un gran vacío en la maravillosa vida de Genevieve.

Cuando una noche ve un par de zapatos, únicos y exquisitos, en los pies de su archienemiga, de pronto toda su colección, todo lo que posee, deja de tener valor. El exclusivo diseñador Paolo Zachari, célebre por sus maravillosas creaciones y sus elitistas excentricidades, escoge a sus clientes a su antojo. Y Zachari está decidido a decirle no a Genevieve.


Genevieve es aparentemente una mujer superficial, que vive para su gran pasión: los zapatos. Pero su educación, su familia, la gente de su alrededor han forjado su carácter. Ella es un misterio para su marido, Robert, él la ama pero de una manera un tanto egoísta y se jacta de conocerla mejor que nadie. Sin embargo, hay algo oculto en su pasado, algo que impide que alguien llegue a conocerla realmente. Robert atribuye a la suerte y al flechazo que aceptara casarse con él con tanta vehemencia y rapidez, y no entiende por qué se sentía tan oprimida en Inglaterra. Sueña con ser poetisa y sufre porque no tiene talento, su problema es que no puede escribir poemas de amor porque nunca se ha enamorado, hasta que conoce a Paolo. Aunque en un principio la protagonista parece que solo piense en ella poco a poco se va descubriendo que en realidad, pese a ser algo superficial y manipuladora también es una mujer valiente y generosa, pero los demás no saben ver qué hay detrás de su alma hasta que aparece Paolo en su vida. Genevieve se verá dividida entre su marido y un amor prohibido.

Desde el momento en que decide conseguir unos zapatos de Zachary y él la rechaza como clienta, ese pasa a ser el objetivo de Genevieve. Sus esfuerzos por conseguirlo y su vida en París se entremezclan con sus recuerdos de juventud en Inglaterra, un suceso que ocurrió mientras estaba en el colegio marcó la relación con sus padres y sus ansias de ser libre. El pasado de Genevieve se va descubriendo poco a poco y también la razón por la que los zapatos la hacen feliz.

A lo largo de la novela se nombran muchos personajes, algunos de ellos personajes auténticos del París de la época. Hay otros personajes que aparecen poco pero son importantes en el desarrollo de la historia y en la vida de Genevieve como Guy Monteray o Norman Betterson. Pero los personajes más importantes son los que están más cerca de Genevieve.

Paolo Zachary es el mejor zapatero de París, un artista. Desde el momento en que Genevieve le confunde con un lacayo y, ofendido, él la rechaza como clienta empezará un tira y afloja entre ellos, pero comparten una gran pasión y compartirán mucho más.

Robert Shelby King, el marido de Geneveieve, cree que la conoce mejor que nadie y que aceptó casarse con él de inmediato por amor. Pero es un hombre sin carácter, se deja manipular e influenciar fácilmente.

Lulú, la mejor amiga de Genevieve, el alma de las fiestas de París, es bella y con talento, le presentó a la gente importante e influyente cuando llegó a la ciudad. Su amistad es como una historia de amor, con enfados y reconciliaciones, también con momentos de envidia.

Olga trabaja para Paolo, es como su guardiana, siempre alerta y vigilando a las clientas que acuden a ver a Paolo. La enemistad entre ella y Genevieve es inmediata y recíproca, pero a la vez Olga es misteriosa y despierta la curiosidad de Genevieve.

La autora ha trabajado el aspecto histórico, de eso no hay duda. La ambientación de la vida bohemia parisina es espectacular, con personajes secundarios inspirados en personajes reales como el propio Paolo y Lulú. Pero a lo largo de la novela hacen una breve aparición personajes como Ernest Heminghay o Tristan Tzara. Una novela muy bien narrada, por ella pasan un abanico de personajes pintorescos relacionados con el arte, la literatura y la poesia, el espíritu bohemio te envuelve y te transporta a los locos años veinte.

Es la historia de un amor prohibido, el amor por los zapatos, el amor por un hombre, pero sobre todo el amor por una ciudad, porque estar en París es siempre buena idea y se convierte en uno más de los personajes. Al principio cuesta un poco entrar en la historia pero una vez entras en la vida de Genevieve, la trama te va enganchando, las ganas de conocer el pasado de Genevieve y los secretos de Paolo te van atrapando. El final no es el típico de las novelas románticas, es un poco sorprendente, pero no podía ser de otra manera. Lo que la diferencia de otras novelas de este género es que no tiene las típicas escenas cómicas chick-lit.

Me ha gustado la historia.