Sipnosis
Para la vaniria Daanna McKenna, la inmortalidad es como vivir una larga y agónica muerte. Marcada por las estrellas en su nacimiento, y ungida por los dioses en su transformación, se ha visto obligada a existir sobreprotegida, sin luz y sin libertad, esperando a que despierte el supuesto don que la hace tan importante para su clan. Ahora, cuando el ragnarök está llegando a sus puertas, los dioses exigen su participación directa en el desenlace de la guerra. Pero Freyja no da nada gratuitamente: Daanna podrá recibir su don. Sin embargo, lo que nunca imaginó era que la llave que liberaba su poder estaba en manos del hombre que le había robado y pisoteado el corazón, y que estaba a un paso de entregarse a la oscuridad. Ella luchará por recuperarlo de las tinieblas, consciente de que en la travesía por rescatar al vanirio, no sólo podría perder el orgullo que la había mantenido en pie siglo tras siglo, si no que, además, él exigiría su alma a cambio.
La eternidad y Menw McCloud eran sinónimo de martirio y también de contradicción. Él, el sanador de los vanirios keltois, era incapaz de encontrar una cura a su desesperación. Durante más de dos mil años había esperado que su inequívoca cáraid le perdonara y le diera la oportunidad de explicarse, y mientras esperaba a que eso sucediera, pagaba por un pecado que él, en realidad, nunca había cometido. Ahora, la Elegida, después de mucho tiempo atormentándolo, ya había logrado su objetivo vengándose de él y lanzándolo al abismo de la sangre y de las tinieblas. Sin embargo, el destino le tenía una última sorpresa reservada: la propia Daanna. Menw tendrá la posibilidad de entregarle el don o de hacerla caer en desgracia.
Loki busca la grieta por la que entrar al Midgard. Newscientist presiona a los clanes. Los dioses mueven ficha. Vanirios y berserkers cierran filas. Y las sombras del pasado arremeten contra dos almas destruídas que buscan la manera de cicatrizar sus heridas. ¿Cuántos secretos puede custodiar la eternidad?
Crítica
El tercer libro de la Saga Vanir me ha encantado no podía ser de otra manera.Es un libro diferente a los dos demás,porque son sobre dos personas que se conocen desde que eran humanos,es una historia dura,de entrañas,llenas de engaños,mentiras,malos entendidos y dos destinos que fueron manejados por los dioses desde sus nacimientos.Son vanirios los dos,por lo tanto la lucha entre ellos es brutal.Menw y Daannna,se comen las páginas de el libro,(a los que os gustaba esta pareja vais a sufrir y disfrutar mucho con ellos) he tenido durante toda la lectura sentimientos encontrados,es el libro que más me ha hecho sentir todo tipo de sentimientos,he querido por momentos entrar dentro de el libro y unirme a ellos,sentirlo todo y luchar a su lado,sobre todo en varias escenas que he llorado como una magdalena.Lena lo ha vuelto hacer,su forma de escribir y hacer llegar al lector lo bueno y lo malo,para mi es única,te mete tanto en la historia que no puedes hacer otra cosa que seguir leyendo y dejarte llevar,tiene tan clara la historia que te quiere contar que todo encaja como un puzzle.Las escenas entre ellos son brutales en todos los sentidos,hay una que transcurre en el Hotel 55 que es devastadora,Lena en estado puro!!! hay muchas escenas de esas que se te encoje un nudo en el estómago y es difícil no emocionarte.Por momentos estaba de parte de Menw y al rato de parte de Daanna y es que la historia de ellos es muy jodida. Las piezas empiezan a encajar y sabemos más de los demás personajes,de Cahal ay madre como las pasa,de Noah,que me ha dejado super intrigada porque pasan cosas que no me imaginaba,ya me temía que era especial,pero no se sabe en este libro hasta que punto,las escenas en que aparece con la Valquiria me han encantado,ays lo que nos espera con esta pareja (que por otro lado,creo que su libro será el último).Sabemos de Gabriel y su misión.. En definitiva un libro muy intenso y que te abre aún más la puertas de la batalla que se acerca,así que hay que estar preparadas por el que Rägnarok está a la vuelta de la esquina y nadie está a salvo...