Constance Young era la estrella indiscutible de las mañanas de la televisión, pero sus planes para trasladarse de cadena junto con su leal público se vieron truncados cuando terminó en el fondo de su piscina. Y su famoso amuleto en forma de unicornio, el eje central de una próxima exposición sobre Camelot en el museo de Los Claustros de Nueva York, ha desaparecido.

Eliza Blake, veterana de los programas de la mañana y ahora reina de los informativos de la tarde, está decidida a averiguar quién quería quitar de en medio a Constance... Pero mientras más ahonda, más se enreda la pista del asesino. Lo único que sabe es que cuanto más se acerque a él, más cerca estará de su propia muerte.

Primer libro de la serie "Sociedad del Amanecer del suspense".

Lo que aquí tenemos no es una novela romántica sino una clásica historia de suspense al estilo de las novelas de Mary Higgins Clark, con un crimen que resolver y muchos sospechosos.

Trata sobre una presentadora de televisión de éxito que intenta esclarecer el asesinato de una compañera de profesión, sobre todo porque después de lo sucedido a Constance se suceden más crímenes relacionados con ella y distan mucho de parecer una coincidencia.

Es una novela que se lee muy rápido gracias a que se compone de capítulos muy cortos y a que se desarrolla en solo seis dias, lo que le da un ritmo trepidante. Por otra parte, es interesante cómo se muestra la otra cara de la televisión, la parte que los espectadores no conocen y que está llena de compañerismo pero también de envidias.

La historia de la novela gira entorno a la figura de Constance Young o más bien de las circunstancias de su asesinato, es una mujer que a lo largo de su carrera se ha ido ganando un buen número de enemigos y rivales, y a raíz del crimen todos ellos se convierten en sospechosos, porque era una persona apreciada por unos y odiada por muchos. Constance aparece ahogada en su piscina después de anunciar públicamente que iba a pasarse a la cadena de la competencia, pero además su valioso y antiguo amuleto de la suerte ha desaparecido y la policía no sabe si juega un papel importante o si es casualidad.

A Constance la conocemos a raíz de su anuncio de cambiar de cadena pero también a través del punto de vista de los demás, y casi todos ellos tenían un motivo para matarla. Se van conociendo detalles de las vidas de los personajes y de su relación con Constance y en cada capítulo se descartan sospechosos y se incluyen otros, hay varios giros de trama.

Pero el personaje más destacable es Eliza. Es una joven madre y presentadora de un noticiario vespertino que, junto a su equipo, intenta averiguar qué le pasó realmente a Constance Young, pero cuanto más se acerca a la verdad, más se acerca al asesino arriesgando su propia vida sin ella saberlo. Y además tendrá que enfrentarse al regreso de un antiguo amor al que nunca ha olvidado. Para ella lo más importante es su hija pero al mismo tiempo se toma muy en serio su carrera e intenta compaginar las dos facetas, es valiente y considerada con los demás pese a ser una famosa presentadora. Es un personaje que me ha gustado y su hija es un amor.

Pese a no ser una novela romántica sí hay una historia de amor, pero es un aspecto muy secundario. Es una historia muy breve y que no tiene peso en el desarrollo de la trama pero también es bonita, aunque el chico aparece muy poco y no hay escenas de amor deja un buen sabor de boca.

Como suele pasar en estos casos, el descubrimiento del criminal se deja como plato fuerte para el final, aunque el desenlace es muy rápido. Me hubiese gustado que en el epílogo estuviese un poco más presente el romance para cerrar el libro, pero queda abierto para próximas partes.

Es un libro corto, rápido y ameno. Perfecto para una tarde de lluvia. El hecho de que se desarrolle en tan pocos días le da un aire de velocidad a la historia, no da un respiro hasta descubrir qué sucedió realmente en la piscina. Es una novela de misterio muy entretenida.