Ewan es uno de los últimos descendientes de los Guardianes de Alejandría, estos son seres (en principio humanos) creados por los dioses para proteger a la Humanidad. Como en todas partes están los buenos y los malos. Los buenos, la familia Jura (la de Ewan) y por los malos los Talbot que son los que están liando todo el cotarro.
A donde iba; Ewan reniega de lo que es por un incidente que tuvo en su infancia con su guardian, se ha sumergido en su trabajo de bioquímico cuando su familia le obliga a infiltrarse en la empresa farmaceútica de los Talbot para ver qué se cuece en el laboratorio. Lo que aquí ocurre es que Talbot está creando una droga que mata a los humanos (pues él la verdad no siente que deba proteger a la humanidad ¿para qué salvarlos cuándo son ellos los que se matan en las guerras? ). Y es en el laboratorio donde Ewan conoce a Julia. Ésta por su parte acaba de perder a su mejor amiga (muerta en extrañas circunstancias) que trabaja también en el laboratorio, y a partir de ahí comienza a desarrollarse toda la trama.

Lo cierto es que el principio me descolocó un poco, porque ocurre en Roma, acaban de pasar las fiestas de Navidad, Ewan ha ido para encontrarse con un amigo para que le dé cierta información, y Julia está allí para recuperarse de la pérdida de su amiga (y en parte porque tuvo un extraño sueño que la decía que debía estar en Roma). Fue ahí donde Ewan la ve por primera vez, pero no la habla, si no que huye , y ella a él no le ve pero nota su presencia.