Tenía un ligero moratón en el lado izquierdo de la cara, donde XY lo había golpeado. Intentó mostrarse indiferente, pero aun así, XX percibió la tensión en su interior, como si estuviese preparado para huir en un momento dado. Arqueó una ceja ante el pelo corto de XY, pero no dijo ni una palabra mientras tomaba asiento junto a XX2.

— ¿Y bien? —preguntó XY.

XY2 suspiró profundamente.