Mi peligroso duque - Gaelen Foley
Sinopsis
Se decía que el nombre de Warrington estaba maldito... De un tiempo tan lejano como la fría piedra del ancestral castillo del duque, los Warrington se han visto sacudidos por la tragedia. Pero Rohan Kilbrun, el duque de Warrington, ha jurado burlar el tormento predestinado renunciando al amor y dedicando su vida al Club Inferno y a su misión secreta.
Y entonces unos matones le llevaron a aquella muchacha con la esperanza de aplacar el infame temperamento del duque: una especie de virgen sacrificada. Pero incluso mareada, Kate Madsen jamás consentiría ofrecerse en sacrificio a un hombre. Y el precio por reclamarla puede ser lo que había jurado no entregar jamás: el corazón que durante tanto tiempo y con tanta fiereza ha protegido... a la hermosa cautiva que nunca quiso amar.
Valoración Segundo libro de la trilogía "Club Inferno".
Decir que, como esperaba, este libro me ha gustado más que el primero. En este libro, nos encontramos que la autora se centra más en la historia de los protagonistas y deja algo más de lado la trama de los Prometeos y la Orden de San Miguel. Aunque está presente, la relega más hacia el final del libro, puesto que, a diferencia del primero, no necesita de tanta explicación introductoria.
Como el libro se centra más en los protagonistas y su relación, empezaré por ahí. Tanto Rohan como Kate se llevan bien desde inicio. Así que si esperáis una relación tortuosa o intensa, podéis cambiar el chip desde ahora. Una vez pasado el susto inicial de ser ella "un regalo sin serlo" y Rohan enterarse de que la han secuestrado, la relación se establece más tranquilamente.
Lo que sí que nos encontramos son reticencias a consolidar la relación porque Kate tiene sangre "Prometea", algo que descubren de todo el lío del secuestro. Es por eso que Rohan, a pesar de sentir algo por Kate, sigue dejando abierta la posibilidad de que Kate sea una infiltrada. Hombre precavido vale por dos.
Kate, por su parte, es inocente en este asunto y se encuentra, de la noche a la mañana, inmiscuida en la guerra entre estos dos bandos. Algo que me ha llamado la atención es que Kate asume que Rohan pueda tener dudas en este aspecto. Se podrá sentir indignada, pero no se lo echa en cara, un punto a favor de ella por ponerse en el lugar de él.
Además, tiene que lidiar con que Rohan cree estar maldito. Una maldición que conlleva que los hombres de su familia acaben matando a su pareja. Dicha maldición fue impuesta por un antepasado de Kate, de modo que tenemos más obstáculos.
Encontramos así, que los protagonistas se llevan bien, cimentan una relación, pero por una cosa u otra, no terminan de consolidarla. Al final, el resumen es que estás a la espera de un salto de fe por parte de Rohan, mientras Kate espera pacientemente a que lo haga e intenta abrirle los ojos ayudándole con su "maldición".
De verdad que gran parte del libro se basa en ellos, de modo que no queda excesivamente mucho del resto, algo que, viendo cómo empieza el libro, parece que va a tratar más. Esta parte inicia cuando empiezan a darse cuenta del porqué metieron a Kate en todo el embrollo. Aquí es donde se juntan los "Prometeos" y la maldición, ya que Rohan quiere encontrar la tumba del antepasado de Kate para romper la maldición y los "Prometeos" por el supuesto poder del alquimista que los haría invencibles.
La parte de acción del libro vendría por aquí, en el desarrollo de una carrera por encontrar los restos. Bastante entretenida, pero tengo que reconocer que había escenas que me ha costado visualizar pues entran dentro de una especie de cueva llena de trampas que tienen que ir desactivando. Te hace una descripción de engranajes y demás, pero muchas veces no conseguía "ver" el artefacto.
En general, como decía, el libro me ha gustado bastante sobre todo porque aquí se ha centrado más en la historia romántica dejando en un segundo plano los problemas de "Pometeos" y "La Orden de San Miguel". Sin embargo, la autora ha dejado en el aire todavía algunas cosas que se resolverán en el siguiente libro y que tengo ganas de leer.
De modo que a la espera del tercero quedo.